'..Jamás se ha vinculado ningún tipo de malestar psicológico y emocional de los chavales que hicieron el paseíllo en Bocairent con su actividad; como jamás se ha vinculado ningún tipo de malestar psicológico y emocional de los jóvenes. espectadores que se sentaron en sus tendidos con su afición..'
La voz del pueblo
Carlos Bueno
Respeto. Esa era la clave que el alcalde de Bocairent daba para continuar apoyando la tauromaquia local. Xavi Molina es socialista y poco o nada aficionado a los toros, y reelegido alcalde de la población que cuenta con la plaza decana de la Comunidad Valenciana y una de las más antiguas de España. El actual coso de Bocairent se inauguró en 1844, hace ni más ni menos que 181 años. Pero los primeros testimonios constatados de tradición taurina en la ciudad se remontan a 1633. Desde entonces han pasado por el gobierno municipal decenas de mandatarios de diversas tendencias políticas y todos han respaldado la celebración de festejos en recintos de lo más variopintos hasta que, una crisis del textil, principal fuente de ingresos en la zona a principios del siglo XIX, provocó que los vecinos se emplearan en sacar piedra de un montículo llamado “La Serreta”, provocando un cráter que alguien pensó que podía convertirse en una plaza de toros, como así acabó sucediendo.
Por el coso bocairentí han pasado la mayor parte de las figuras de todas las épocas, y durante mucho tiempo fue trampolín para que algunos toreros acabaran teniendo la oportunidad de torear en Valencia. Pero sobre todo ha sido un espacio señero para los benjamines del toreo, dando innumerables oportunidades a becerristas y novilleros a lo largo de su historia. Jamás se ha vinculado ningún tipo de malestar psicológico y emocional de los chavales que hicieron el paseíllo en Bocairent con su actividad; como jamás se ha vinculado ningún tipo de malestar psicológico y emocional de los jóvenes espectadores que se sentaron en sus tendidos con su afición.
Viene esto a colación de la proposición de ley impulsada por Sumar en el Congreso para prohibir que los menores de edad entren en los espectáculos taurinos, que ejerzan de toreros profesionales o que tomen clases en las escuelas de tauromaquia porque, según ellos, “supone un riesgo para su bienestar psicológico y emocional”. Un nuevo insulto a profesionales y aficionados que a lo largo de los siglos se han apasionado por el toreo y gozan de una excelente salud mental.
También viene a colación de la reciente petición formulada por Compromís en Castellón, que exige que se retire el cartel de las clases prácticas organizadas por la Escuela Taurina de la Diputación porque aparece un niño en la ilustración, cuando en 2022, cuando gobernaba la misma coalición nacionalista, utilizaron un dibujo muy similar. Hipócritas y dictadores.
Al respeto apeló el alcalde de Bocairent el pasado fin de semana en el acto que sirvió para conmemorar el 40 aniversario de la Peña Esplá del precioso municipio de la Vall d’Albaida. Xavi Molina habló de la función social y cultural que en todo este tiempo ha desarrollado la asociación en la localidad y en la comarca, de su inestimable labor de mantenimiento y mejora de la plaza, de su positiva influencia en el turismo; también del papel dinamizador que los festejos taurinos tienen en la economía municipal y del coso como recinto polivalente y multiusos. “Estar en contra de todo esto sería estar en contra del pueblo”, venía a decir el alcalde.
“Asumirás la voz de un pueblo, y será la voz de tu pueblo, y serás, para siempre, pueblo”. Así arranca uno de los poemas más conocidos de Vicent Andrés Estellés, un verso que no parece conocer la gente de Sumar y Compromís. Un axioma que deberían asumir todos y cada uno de los políticos, porque nada son si no son pueblo, al que le deben respeto.
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