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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 31 de diciembre de 2024

¿Traerá algún cambio 2025? /

Esta gran imagen de la felicitación de Muriel Feiner es motivadora

'..Tendremos, ya lo verán, los mismos carteles, con los mismos nombres, con las mismas ganaderías, en las mismas fechas y sí, harán de vez en cuando en Madrid alguna gracia ofreciendo una corrida concurso de ganaderías o ciclos de encastes minoritarios. Como si fuera un ‘ahí lo tenéis, pesados’ para los aficionados exigentes..'

¿Traerá algún cambio 2025?

Antolín Castro
Opinión y Toros/Madrid, 30 Diciembre 2024
En estas fechas se nos ocurre pensar a todos en lo mismo, con nuestros mejores deseos, pero con la incertidumbre de ¿qué nos traerá 2025?

Y es así a todos los niveles, también en todas las latitudes del globo. Mostramos los mejores deseos, nuestras esperanzas, los mayores logros, los cambios… hacia bien, etc. Pensamos en nuestras familias, amigos, compañeros, trabajos, aficiones y, también, en la meteorología, causante de muchos males para tantas gentes. Todo lo contemplamos con la misma ilusión de quien espera a los Reyes Magos.

En el plano general, queremos que se acaben las guerras que todo lo asolan sin que se vea ningún beneficio cuantificable; deseamos que regresen a la normalidad los perjudicados por la Dana, que  reciban las ayudas físicas y económicas que necesitan con la urgencia que únicamente no ven quienes están obligados; que la pobreza de paso a la solidaridad y la abundancia bien repartida, convencidos de que ese ejercicio acabaría con el hambre de tantos… Deseos que llenan nuestro pensamiento en estas fechas, mas si cabe que en todo el año.

Tristemente sabemos de antemano que nada va a cambiar por mucho que lo deseemos, los males que aquejan al mundo forman parte consustancial con quienes lo habitamos. Lo queremos de pensamiento, pero no de obra. Como mucho, eso queda para Cáritas. Es la triste realidad, el mal nos acompaña a cada paso y lo demás son palabras que se lleva el viento.

Y si nos centramos en el mundo taurino, por más que queramos que se operen cambios, estos no llegan o lo hacen con cuentagotas como las indemnizaciones a los damnificados de la Dana. Se necesitan, lo sabemos todos, pero nadie quiere, o sabe cómo hacerlo. Siendo así, lo mejor es repetir sin cesar temporada tras temporada. Un bucle que les impide a las empresas dar oxígeno al mundo del toro, a la Tauromaquia en general.

Tendremos, ya lo verán, los mismos carteles, con los mismos nombres, con las mismas ganaderías, en las mismas fechas y sí, harán de vez en cuando en Madrid alguna gracia ofreciendo una corrida concurso de ganaderías o ciclos de encastes minoritarios. Como si fuera un ‘ahí lo tenéis, pesados’ para los aficionados exigentes.

No es esa la manera, en agosto o septiembre, que ya saben que acudirán solo los más de lo más como aficionados, sin llenar, y así pueden decir que no interesa. Coloquen esos ciclos o concursos dentro de San Isidro y prueben a ver, con el abono vendido, si pueden interesar a muchos más que los del siete. Prueben, hagan algo, ¡coño! Eso sería dar pasos nuevos, cambios que harían que en la temporada 2025 se pudieran cumplir los deseos de muchos.

No hay mucho margen a la esperanza de que se produzcan esos u otros cambios más reales, más comprometidos con la propia Fiesta. Es por ello, que nos conformamos con desear y ya se encargarán otros de no complacer.

Pero como todo no son toros y toreo, quiero aprovechar para desearle a todos, aficionados o no, lectores o no, un ¡¡Feliz 2025!!

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