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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 3 de enero de 2025

Un cartelazo / por José Carlos Arévalo


'..ir a Málaga. Al menos para quien firma estas líneas: Seis toros de Álvaro Núñez Benjumea para Jiménez Fortes, Juan Ortega y Roca-Rey. O sea, un cartelazo que no exige la menor explicación. Verbigracia: carretera y manta..'

EN CORTO Y POR DERECHO
Un cartelazo

José Carlos Arévalo
Burladero.tv/3 Enero 2025
Se inicia el año 2025 con buenos augurios. Las miniferias tempranas, Illescas, Valdemorillo y Olivenza, ofrecen buenos carteles que nos despiertan del largo sueño invernal. Pero lo del sábado de Gloria malagueño es demasiado, más que una incitación al viaje, un mandato de obligado cumplimiento: ir a Málaga. Al menos para quien firma estas líneas: Seis toros de Álvaro Núñez Benjumea para Jiménez Fortes, Juan Ortega y Roca-Rey. O sea, un cartelazo que no exige la menor explicación. Verbigracia: carretera y manta.

Pero en los desnortados tiempos que corren también hay que explicar lo evidente. Y la explicación tiene tres partes: una, ganadera; otra, torera; y la última, taurina. La ganadera esconde una intriga: ¿Estarán los de Núñez Benjumea a la altura de sus ancestros, los de Núñez del Cuvillo? Álvaro fue el principal responsable del esplendor de los “cuvillos”. Luego se independizó y heredó o adquirió a su padre ganado de la misma estirpe. La temporada pasada presentó sus credenciales en plazas relevantes y estuvo a la altura… pero con cierta irregularidad. No por problemas genéticos, pues lidió toros excepcionales, pero sí, tal vez de manejo, de puesta a punto, porque hubo ejemplares con presunta bravura y poco fondo. Es de suponer que un ganadero como Álvaro, puntero en la vanguardia del toro actual, ha trabajado con rigor la camada del 25. Y aunque a ningún criador se le puede exigir el éxito “a golpe cantao”, en la cita de Málaga no puede fallar. Un cartel tan paradigmático como el del sábado de Gloria impone que sus pupilos embistan sí o sí. De modo que: intriga ganadera del alto voltaje.

La parte torera del cartel es una explosión de expectativas. Por la calidad y diferencias estilísticas de los tres diestros y por el momento en que se celebra la corrida: la víspera del domingo de Resurreción en Sevilla. Examinemos primero lo que estos tres toreros son y lo que en esta cita deben ofrecer:

Jiménez Fortes es un torero que hace un toreo muy puro. Tan auténtico que no parece haber técnica que resuelva tanta verdad. Cosido a cornadas, sus gravísimos percances han frenado una carrera destinada al estrellato. Pero el año pasado, en Málaga, su tierra, lo ajustaron mano a mano con el líder de la torería actual, Roca Rey. Y lo desbordó. Pero en el toreo un triunfo no es suficiente. Ahora encabeza una terna en la que está el líder a quien le gustará poner las cosas en su sitio. Y además también actúa otro diestro, Juan Ortega, que hace un toreo muy puro y el de más calidad de todo el escalafón. Para Fortes, esta no es una corrida decisiva. Es la corrida de su vida. En otros tiempos, cuando la afición mandaba porque la afición era el “sistema”, un triunfo de Fortes lo colocaría ipso facto en la primera fila. Hoy le allanará el camino.

La papeleta de Juan Ortega no es más liviana. Autor de la faena del siglo, la que ejecutó en la pasada feria de Abril, parece que no ha sido llamado para torear el domingo de Resurrección en Sevilla. Pasmosa injusticia. Si se ha ajustado la víspera en Málaga no solo es porque su apoderado sea el empresario de la plaza. Torero excelso, líder artístico de la actual generación del temple, tres lances suyos valen más que treinta buenas corridas de toros. Pero el sábado de Gloria, en Málaga, está obligado a triunfar con más contundencia que un torero orejero. Ortega tiene capote, tiene muleta y se está decantando como un estilista con la espada. Y debe dejar las cosas muy claras. Si triunfara en La Malagueta triunfaría en Málaga y en Sevilla al mismo tiempo.

Y Roca-Rey. La soledad del líder, el peso de la púrpura, el involuntario provocador de la insoportable necedad de los mediocres. ¿Cuál es su culpa, la que escandaliza a los exquisitos? Practicar el toreo post-ojedista, natural y cambiado, ligado en redondo por los dos pitones, tremenda lacra. ¿Cuál es su castigo? Practicar el toreo clásico con absoluta verdad, de trazo largo, mano baja y temple líquido, lo que le ha hecho primera figura y lo que callan sus exquisitos detractores. Por eso, el nº1 tampoco toreará al domingo siguiente en Sevilla. Extraño, porque en Sevilla siempre estuvo bien. Y normal, porque a los nº1 siempre les pasó lo mismo. Como quiera que sea, su presencia en el cartel de Málaga termina de darle contundencia. Si el líder suele triunfar, en esta corrida no puede fallar. Hay muchos exquisitos que necesitan su fracaso.

Y por fin, la parte taurina. La Picassiana adquiere el año 25 la resonancia del domingo de Resurrección sevillano. Y eso sí es hacer Fiesta. Porque la rivalidad, tan domesticada por el “sistema”, siempre fue la sal del toreo. Pero este año, esas dos fechas tan unidas tienen un color especial. Se lo da la próxima licitación por la Maestranza de Sevilla. Y ya no digo más.

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