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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 2 de octubre de 2010

Nadie es perfecto / Por José Ramón Márquez

Talavante, Oliva Soto y Cid



José Ramón Márquez

Ya se lo decia el buenazo de Osgood al pobre Tony Curtis, que en Gloria esté:

-Nadie es perfecto.

Nadie puede estar siempre bien, siempre con las orejitas en las manos, siempre a hombros, y cuando no ocurre así es que, o bien el toro era un desgraciado, o el Presidente un ladrón. Hay veces que, simplemente, se está mal. Ayer en Las Ventas vi el peor Cid de toda la temporada, y a fe que este año le he visto un montón de veces. Así, sin paliativos.
Yo creo que todo viene rodado, porque cuando las cosas empiezan mal, suelen acabar mal, desde que El Cid se apuntó al ridículo aquelarre con La Pequeña Sinde, que a ver qué hace este hombre haciendo el chorras con la nena del cinematógrafo, que ella estaría pensando que al día siguiente tenía que ir a la Residencia de Estudiantes a ver a Lorca, a Dalí, a Buñuel y al pelmazo del Smiley, que antes iba a los toros y seguro que ahora se ha hecho antitaurino

Bueno, el caso es que Cid no dijo nada en esta Feria de Otoño, salvo el inicio de faena a su primero, con esa forma de salirse con el toro hasta el tercio con cuatro suaves y mandones muletazos, andando. Puro clasicismo. El resto, incluida la tontería de una voltereta que le dio el segundo, fue un quiero y no puedo, un no pasar la raya, un no comprometerse, una caricatura de Manuel Jesús, un jarro de agua fría y una decepción. Vale en su favor la disposición de anunciarse en esta feria a la que nadie quiere venir, y puntúa en su contra, como ya se dijo, el suicidio de venir con los malditos cuvis, ganadería odiada. La horda cargará contra Manuel Jesús, que lo mismo volvemos a lo del bache, dado que hoy no se puede hablar de suerte en el sorteo, y nosotros nos quedamos con el viejo aforismo de que sólo cambia la moneda aquél que la posee. Nos queda alguna Puerta Grande del Cid por ver aún, aunque me imagino que ya le estarán enterrando los de siempre.

Oliva no dijo tampoco gran cosa. Viene a Madrid con once corridas, aquí no le conoce nadie. La mayoría de la gente no estaba a favor del cambio de Soto por Manzanares, y el gitano se encontró con un ambiente frío que le pesaría bastante. No creo que su actuación de ayer le haya servido para granjearse una legión de admiradores en Madrid, pero tampoco se puede decir que haya estado mal. Lo repetirán el año que viene en San Isidro y ahí habrá que verle con mayor exigencia

Ese Guadiana que es Talavante ayer mostró sus dos caras, la más fea del seudotomismo, en su segundo, sin interés alguno, y la de un torero con oficio y personalidad en su primero, al que recetó una serie de purísima improvisación, que es lo que, sin duda, muchos habían venido a ver de Oliva Soto. Creo que puntúa al alza para la próxima temporada, siempre que ande en buenas compañías y no se distraiga.

Los cuvillos, por mi parte, se pueden ir todos ellos y los que haya en El Grullo a la m...

Fuente: Blog Salmonetes ya no...

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