Este niño no dormirá en muchas noches pensando en lo que ha vivido esta misma tarde.
Festival de la Fundación Oncológica Infantil de Valencia: Adrián, mil orejas y un rabo.
EL HOMBRE TRANQUILO
Adrián merece ponerse bien para intentar ser torero. Adrián es un ejemplo de alegría de vivir y un ejemplo de que se puede ser un angel y al mismo tiempo estar loco por los toros. Adrián parece que nació sobre el albero de la plaza de la calle Játiva, y cuando vea torear a cualquiera de estos toreros, se le caerán las lágrimas.
La primera foto publicada de Adrián con una muleta en la mano se la debe al novillero Juan Enrique, asiduo de esta Tertulia, que le regaló la muleta y luego puso la imagen en internet. De ahí partió que las figuras del toreo se interesaran por el caso y se celebrara este gran festival.
Este niño soñará toda su vida - que será muy larga - con este paseíllo y la salida a hombros de la plaza. Nunca el toreo fue tan bello como esta tarde en Valencia.
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