No queda sino echar doble cerrojo a ese inmenso error del 78 y crear algo nuevo e ilusionante: buscar el futuro dentro de nuestro propio concepto de familia, país, vida, cultura, sentimientos y tierra.
¡Hay vida fuera de la mafia globalista y de la puta Europa! España es ya un Estado fallido y fracasado que debe ser enterrado
Rodrigo de Castilla. No queda ninguna otra opción coherente, señoras y señores.
El «Estado Español», esa entelequia que se pergeñó en las fraguas del Infierno de la transición, es un juguete roto. Un mecanismo fallido. Un sistema estropeado. Y toca darle sepultura para, así, poder reconstruir una España nueva, respetada y respetable por propios y extraños. Una España capaz de tomar y mantener sus propias decisiones. Una España que, en definitiva, pueda responsabilizarse de su propio destino, sea el que sea.
No queda sino echar doble cerrojo a ese inmenso error del 78 y crear algo nuevo e ilusionante: buscar el futuro dentro de nuestro propio concepto de familia, país, vida, cultura, sentimientos y tierra. Usar la memoria de la sangre para recuperar todo aquello que se nos ha arrebatado en el nombre de una falsa Europa, que no es sino el disfraz del progresismo travestido de futuro respetable: una casa de lenocinio en la que se producen todo tipo de abusos y nauseabundas prácticas que nada tienen que ver con lo que ha sido la tradición hispana de honra, tradición y familia.
España, es, hoy, un estado fallido. Y para que España no desaparezca, debe deshacerse del lastre de ese estado que está corroyendo el Alma de los Españoles, raza educada en los preceptos del más tradicional Occidentalismo, y que siempre se arrogó la capacidad, el derecho y la obligación de defender, como los espartanos en las Termópilas, los valores de Occidente frente al barbarismo oriental que hoy tanto se esfuerzan en hacernos tragar.
Por todo ello, camaradas y ciudadanos españoles, yo os llamo a dar la espalda al Estado, comenzando por nuestra salida de ese fracaso de los poderes mundiales llamado Unión Europea. Hay vida fuera de la mafia globalista, y España perfectamente puede ocupar el espacio vacío de una Europa que ha perdido todo sentido de identidad y que ya no recuerda que ser español siempre ha significado ser mejor que los demás. Y eso, amigos, siempre ha conllevado la obligación de esforzarse en el camino de la virtud del honor y de la moral, unos conceptos que hoy se han pervertido de manera infame y que han devenido en individuos que se dedican a dar abrazos a los árboles de los parques.
¡Debemos marcharnos! Hay que irse de Europa con la cabeza bien alta y con el desprecio absoluto brillando en nuestros ojos, cara al Sol brillante que ilumine nuestro futuro y nos permita ver cómo el resto de las naciones de ese infecto club caen, una tras otra, en manos de la invasión del Levante amoral, destructor y asesino.
Salvemos España: Estamos a tiempo: Abandonemos la Unión Europea.
¡Tomemos las riendas del futuro!
¡Viva España!
¡ARRIBA ESPAÑA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario