Vi a Paco Camino por primera vez en una plaza de toros cuando el sevillano hizo su presentación en Venezuela, en 1960, en La Maestranza de Maracay y yo estudiaba en la Universidad en Maracay. Camino toreó junto a Luis Procuna y a "El Diamante Negro", con toros mexicanos de Pastejé. Fue 1960 el año de la presentación de Paco Camino en Venezuela, al que Arratia Oses anunció en sus cuñas radiales con el slogan de "¡No hay Puerta sin Camino ni Camino sin Puerta!" refiriéndose a la maravillosa pareja de ases sevillanos que debutaron en Venezuela aquella temporada.
PACO CAMINO, NACIÓ SABIO HACE HOY 79 AÑOS
Víctor José López EL VITO
A LOS TOROS / Sábado, 14 de diciembre de 2019
Dos hechos que iban a ser muy importantes en el curso de la temporada de 1977, coparon los titulares en los informativos taurinos: Paco Camino anunció su despedida de los ruedos. En Venezuela lo haría en la Monumental de Valencia; y Manolo Martínez se preparaba para ir a la Feria de Abril en Sevilla, un sueño del regiomontano y de todo aquel torero que se precie en ser figura del toreo.
La mañana del jueves 26 de enero recibí una llamada de Manolo Chopera, que ha tenido siempre la costumbre de comunicarse él, directamente, cuando ha de informar o cuando necesita de un favor.
— Quisiéramos que nos acompañaras a comer hoy al medio día. Te esperamos en el "Urrutia".
Se refería Manolo con "nosotros" a Sebastián González y a Paco Camino. El maestro había llegado en horas de la madrugada de España, para actuar el domingo en la Monumental de Valencia.
Sebastián González se había encargado de todos los detalles de la corrida de la despedida de Paco Camino en la Monumental de Valencia y se había hecho un acontecimiento de importante trascendencia lo de la despedida.
En realidad había sido una corrida de toros sacada de la manga por Manolo Chopera, pues la idea era aprovechar un lote de toros de distintas ganaderías que le habían sobrado de la temporada y como tenía fechas libres, un acontecimiento como el adiós de Paco Camino lucía muy atractivo.
En Meridiano le hicimos mucha promoción a esta corrida, por varios motivos: lo que ha significado Camino en la fiesta de los toros, y para Venezuela y por lo que representa Paco Camino en mi vida como aficionado.
En la promoción editamos un suplemento, muy hermoso, de "Hechos y Hazañas de Paco Camino" que fue un exitazo editorial.
Aquel día de la comida en el Urrutia nos acompañó el aficionado Manolo Peña, que aunque radicado desde hace años en España, casi todos los inviernos venía a Caracas, donde se reunía con sus amigos taurinos y aprovechaba para hacer sus negocios en venta de joyas y de piedras preciosas.
Vi a Paco Camino por primera vez en una plaza de toros cuando el sevillano hizo su presentación en Venezuela, en 1960, en La Maestranza de Maracay y yo estudiaba en la Universidad en Maracay. Camino toreó junto a Luis Procuna y a "El Diamante Negro", con toros mexicanos de Pastejé. Fue 1960 el año de la presentación de Paco Camino en Venezuela, al que Arratia Oses anunció en sus cuñas radiales con el slogan de "¡No hay Puerta sin Camino ni Camino sin Puerta!" refiriéndose a la maravillosa pareja de ases sevillanos que debutaron en Venezuela aquella temporada.
La segunda corrida de Camino en Maracay fue con Alfredo Leal y con Sergio Flores, los toros fueron de Pastejé.
Paco Camino se había metido en el corazón de la afición venezolana, como se metería muy dentro del alma de los aficionados de Lima y de México. No podía estructurarse un cartel de categoría sin Camino. Hasta el día de su adiós definitivo de nuestras plazas, muchos años más tarde, cuando lidió junto a Curro Girón y "Antoñete" una corrida de Los Aránguez en Barquisimeto, una temporada organizada por Rafito Cedeño en la Ciudad de los Crepúsculos. Un adiós sin la pompa del "hasta pronto" anunciado en Valencia en la temporada de 1978, un adiós casi obligado porque al volver Camino en esa oportunidad no estuvo afortunado y más tarde en Aranjuez recibió una horrible cornada que lo hizo meditar más seriamente sobre su vuelta a la lucha en los ruedos.
Hice una estrecha amistad con Camino, la cual nació en la ganadería de Sebastián González, cuando las reses de Tierra Blanca estaban en Villa de Cura. Le hice una entrevista en esa oportunidad, que publiqué en la revista Bohemia y algunos trabajos que luego fueron publicados en Meridiano, tuvieron como tema a Paco Camino. La proximidad que da la entrevista con el personaje me acercó al torero al que descubrí lleno de sencillez y de gran amplitud en el trato. Le gusta hablar mucho de toros, con los aficionados, y cuando tiene confianza es bromista y muy extrovertido.
Más tarde, en España, viajé en compañía de Paco Camino y de Pedro Beltrán desde Bilbao hasta Benidorm, cuando Camino fue el padrino de la alternativa de Freddy Omar Villanueva "El Negrito", un matador de toros de Puerto Cabello, con muchas condiciones y menos vocación y disposición para la dura lucha, hombre de gran simpatía y educación, muy amigo de "El Capea" en compañía del que se inició en la aventura taurina, de la mano de Eliseo Moro Giráldez, por los campos de Salamanca.
Con Camino viví algunos de los momentos importantes de su vida profesional. Recorrí caminos del toreo, tanto en España como en Venezuela, y con este hombre de timidez aparente, por su introversión, aprendí mucho de la vida interior de los toreros, de la política del espectáculo y de la historia menuda que nunca se narra, porque no es la Historia Oficial del Toreo.
Paco Camino es introvertido cuando se encuentra en grupos numerosos; pero es más amigo de rodearse con los íntimos, que con el mundillo del toro que flota como hojarasca en el viento alrededor de los famosos de la fiesta.
Paco Camino en vísperas de su anunciado retiro de los ruedos, de las arenas que lo hicieron millonario y mundialmente famoso, no había perdido la foránea sencillez en su carácter.
Aquel día en el Urrutia seguía siendo el joven que prefería tomarse tranquilamente unos chatos de vino, o una cerveza Polar muy fría, acompañada de un poco de pescado frito, a ser el hombre de mundo vestido con bien cortados casimires y sedosas camisas hechas a la medida que conocí en España, las veces que juntos fuimos a tomar un aperitivo en el Wellington o en el Hotel Villa Magna antes de ir a comer en "Gloria Bendita", ya cuando estaba detrás del Hotel Palace en la calle de Cervantes o, más tarde, cuando Salvador, su propietario, mudó su restaurante a los predios del Santiago Bernabéu en El Paseo de La Castellana.
Lo informal le va mejor a Camino y en su informalidad, aquella época, no dejaba de bromear con Julio Aparicio, que era su íntimo amigo, hasta que surgió una penosa ruptura cuando los hijos de ambos, Rafael (Rafi) y Julito hacían campaña de becerristas e iniciaban el camino del toreo.
Más tarde Rafi hizo pareja con Litri hijo y Julito Aparicio caminó solo en la fiesta; pero Paco y Julio, que habían sido grandes amigos de pesadas y muy famosas bromas, no se reconciliaron jamás.
Paco Camino, a pesar de ser uno de los hombres más ricos de España, tenía la sencilla apariencia de cualquier joven madrileño -siendo muy andaluz- vecino del barrio de Salamanca, vivía en la calle de Serrano, y se entretenía siguiendo las quinielas con los resultados del fútbol español.
No ha sido Paco Camino indiferente al acontecer político, aunque sí ajeno de la contagiante pasión que nace al estar tan próximo al poder.
Fue Paco Camino distinguido por Fraga Iribarne y por el propio generalísimo Francisco Franco, igual que ha sido gran amigo de Carlos Andrés Pérez, o de Rafael Caldera en Venezuela, destacados políticos en México, Colombia y el Perú le han distinguido con su amistad.
Camino, en la intimidad, era la cara opuesta de lo que era en el ruedo; esa faz dura con que hacía el paseíllo, de niño estudioso, serio y dedicado, la cambiaba por un aspecto risueño, de joven inocente pero ocurrente e inteligente y con ese gracioso dejo andaluz que los sevillanos no pierden le daba, y le da, mucha gracia a la conversación.
-El que inventó lo de la "mandanga" además de ser poco original entiende muy poco del toreo.
Me dijo aquel día en el Restaurante Urrutia de la calle Solano López en Sabana Grande, con Manolo Chopera, Sebastián González y Manolo Peña.
Comenzó Paco Camino aquella entrevista, mostrándose contrariado con la fama que le crearon en los años de su dilatado bache.
-Qué más desearía un torero que triunfar todas las tardes y satisfacer a todos los públicos; pero, eso es imposible. La fiesta se acabaría, porque sería muy aburrida … Allí a veces pareciera que "no quiero" y acabé pronto con el toro. No es que "no quiera", sino que sería imposible dadas las condiciones de la res satisfacer a la gente. Por ello abrevio y la gente me chilla, me abroncan y dicen que no quise. ¡Bueno! Es mejor que digan que no quise, a que digan no pude. Eso lo deja a uno siempre como un superdotado del toreo.
— ¿Hay una gran diferencia entre el Paco Camino de hace veinte años al de ahora?
¡Natural! Cuando comenzaba tenía facilidad para el toreo por motivos de mi formación, de mi afición y, porqué no decirlo, de mi valor. Pero carecía del conocimiento real de la situación ante el toro y me defendía básicamente con las virtudes que antes señalé, más una dosis de intuición.
-Ahora es diferente; tal vez tenga menos valor que al principio, ya que sé mucho más claramente dónde está el peligro. Te digo que ha desaparecido el valor aparente, ese que te convierte en un ser arrojado, pero más que valor es ignorancia. Hoy más que intuir donde está el peligro, le veo.
— ¿No tiene nada que ver con la pérdida de condiciones, de reflejos?
-Nada. En lo absoluto. Soy un hombre joven, apenas tengo 36 años, estoy en una edad donde otros profesionales están iniciándose. Un ministro de 36 años es un niño y ya ves, dicen que estoy viejo. Te diré que ahora toreo más vacas que nunca, tengo una afición desbordante y me siento más fuerte porque me cuido mucho más.
— Volvamos a lo de la "mandanga"; se te ha criticado la falta de raza, el haberte amparado en la "Casa Chopera" y el no haber peleado cuanto te buscaron pelea otros toros.
-Si te refieres a Palomo Linares te diré, simplemente, que como torero no me ha gustado. No entraré a definirlo como artista, que no lo es, sólo te diré que no me ha gustado. Luego, la pelea se hace en el ruedo. Eso de utilizar los medios de comunicación para decir tonterías de uno o de otro torero no va conmigo. Tras Palomo ha existido un clan publicitario que no va con mi modo de ver ni la vida ni el toreo.
— Te vas dejando aparentemente vacío el trono de la máxima figura; como aficionado, qué toreros dejas que sean de tu preferencia.
-Ángel Teruel, El Viti, Manzanares, Capea.
— ¿En ese orden de importancia?
-No. Los he mencionado de acuerdo me han venido a la mente. Teruel es un torerazo; los de miuras en Madrid le vinieron bien. Manzanares debería exigirse un poco más de sí mismo. Es un gran torero. Capea está sobrado de valor y de inteligencia y llegará muy lejos y El Viti es por todos conocida su gran calidad.
— Se dice que Manzanares es de la línea de Curro Romero, de Rafael de Paula.
-Manzanares es un gran torero.
— También dicen los taurinos que a Capea le ha llegado la hora de la "mandanga".
-Saldrá pronto de allí, si es cierto eso. Le sobra raza y tiene demasiada afición para dejarse arrastrar por la abulia.
— Se ha dicho que le has sacado el cuerpo a ciertas divisas. De esas que llaman "no comerciales", las terroríficas.
-Otra calumnia que se me ha inventado, creo haber sido el torero que más ganaderías diferentes ha lidiado en la historia del toreo. Albaserradas —lo que ahora es Victorino Martín— pablorromeros, miuras, todas las ganaderías de América, de México. Lo que pasa es que luego he podido exigir y lo he hecho. Unas ganaderías garantizan más el triunfo que otras y si tu puedes hacerlo, torear las mejores, tonto serías si no lo hicieras.
— ¿Qué opina del toro mexicano?
-Es un toro con menos raza que el de España, pero cuando sale bueno es insuperable. Ahora, no se equivoquen, cuando sale con peligro sale peor que el de España.
— ¿Por qué tu preferencia por los de Santa Coloma?
-Porque es un toro con raza, más definido. Lo incómodo del toro de Santa Coloma para muchos toreros es que no soporta equivocaciones. Pero tiene una bravura más real, más definida que cualquier otro toro de España. Eso no quiere decir que no haya estado bien con otras ganaderías; te repito que he toreado de todo y con casi todo he triunfado.
— ¿Qué opinas de la crítica taurina?
-Hay aspectos positivos en la crítica taurina. Ellos han devuelto al toro y eso es muy importante. Pero no estoy de acuerdo en que llamen en sus crónicas becerros a animales con más de quinientos kilos de peso y cuatro años de edad.
--- Dicen que las pizarras están equivocadas.
-Si están equivocadas la culpa es de la autoridad taurina. Que digan de una vez que las autoridades actúan deshonestamente y no le echen el peso a los toreros.
— ¿Qué harás cuando te retires?
-Ir al campo; atender mis fincas. Pero eso sí, seguiré viviendo en Madrid y de vez en cuando a Sevilla.
— ¿Qué opinas de la política?
-Que me va. Me gusta escuchar y atiendo al que habla de entendimiento y paz.
— Se ha dicho que eres miembro de un partido político…
-Falso; soy independiente, pero como hombre público tengo amigos en todas las esferas sociales, también políticos y cuando me ven con fulano ya dicen que hago política.
— ¿Cuáles han sido las temporadas más importantes en tu vida de matador de toros?
-Las de los años 66, 67, 69 y 70, aquella en que toree los seis toros de Madrid.
— ¿Quiénes han sido las personas que más han influenciado en tu vida?
-Mi padre y don Pablo Chopera
— ¿Qué opinas de "El Cordobés", dicen que eran amigos?
-Lo de enemigo lo dicen por lo de Aranjuez; eso fue asunto de nervios. Hemos sido muy buenos amigos.
— ¿Que nos dices de El Cordobés como torero?
-Hombre, su técnica no era la de Ordóñez, Antoñete o Bienvenida, pero a su forma revolucionó esto y llevó el toreo a dónde quiso.
— ¿Cuál ha sido el torero que más te ha molestado en la plaza?
-Diego Puerta, porque era un perro de presa, y siempre lo tenías en la pantorrilla pegándote bocados.
— ¿Porqué no seguiste criando toros de lidia?
-Porque eso es la ruina y además proporciona muchos problemas y disgustos.
— ¿Paco, has dado siempre la cara en el toreo?
-Siempre. Desde que tomé la alternativa sólo he faltado un año a San Isidro, siempre he ido a Bilbao y en Sevilla he estado en doce ferias. ¿Es eso dar la cara?
— ¿Estás cansado del toreo?
-Son casi veinte años de no parar. A veces me siento cansado pero es lo único que sé hacer y lo llevo dentro de mí como una llama que me aviva, hace desaparezca el cansancio y me pone de nuevo en el campo de batalla.
Paco Camino se inició como un niño precoz en el arte de matar reses bravas. Desde casi sus inicios se integró a una de las casas empresariales más poderosas que han existido en la historia de la fiesta. Unos los detractores de Paco, dicen que de no haber estado en casa de los Chopera hubiese desaparecido del planeta en los primeros años de su vida; otros, sus panegiristas, dicen lo contrario, que de no haber estado en casa de los Chopera hubiese sacado más raza y su figura se hubiese encumbrado a la alturas de un Gallito o un Belmonte.
Lo cierto es que afortunada, o desafortunadamente, vivió en esa casa como torero y negar que fue soporte de la gran empresa sería injusto.
Su paso por el toreo ha sido muy importante, fue un maestro de dimensión universal al que siempre habrá que recurrir cuando se hable de tauromaquia.
Aún es joven Paco Camino y de su prematuro retiro saldrá de vez en cuando para dictar una clase de torerismo, ya sea en un festival, en un tentadero o en una tertulia, que para eso nació "Niño Sabio" y se retiró "maestro del Toreo".
Paco Camino volvería más tarde a los ruedos. Aquel año fuimos juntos a México. La plaza México le dijo adiós, junto a Manolo Martínez y Eloy Cavazos con toros de Mimiahuapam.
Como en Valencia los toros de Garfias no tuvieron palabra de honor, los de Mimiahuapam no la tuvieron en la México. Las dos corridas fueron lamentables espectáculos artísticos, aunque estuvieron envueltas en las sedas de los grandes acontecimientos.
En México fue apoteósico el movimiento de los medios, hasta que Rafael Camino, su hermano y mozo de espadas, en presencia de José Alameda, le cortó la coleta en el medio del ruedo.
Fui a México invitado por Manolo Chopera y Paco Camino a la corrida del adiós definitivo en la México. Llegué al Hotel Aristos y allí me esperaba Javier Garfias, con el famoso ganadero potosino fui, ese mismo día, hasta su casa en Lerma.
-El hecho de que lidie Camino toros de Mimiahuapam es un gran triunfo que he logrado.
Javier Garfias era el empresario de la Monumental México, y aunque su esposa Ángeles es prima de Alberto Bailleres, los celos profesionales que existen entre estos dos grandes hombres mexicanos han sido avivado por intereses bastardos y han hecho de sus diferencias abismos insalvables; pero Javier logró que fueran los toros de Bailleres los que se lidiaran la tarde del adiós de Paco.
- Fíjate esta plana que publicamos en "Esto".
Y me mostró una foto en la que aparece junto a Paco Camino y a Alberto Bailleres dando la vuelta al ruedo en una de sus muchas tardes de éxito.
Aquel año fueron a México muchos venezolanos a despedir a Paco Camino. Estaba Hugo Domingo Molina, Alberto Ramírez Avendaño, Oscar Aguerrevere, Sebastián González, Positivo, Carlitos Martínez y Javier Garfias organizó en "Los Cués" un tentadero que dirigió Jaime Rangel y en el que participaron Teófilo Gómez, Carlitos Martínez y el matador de novillos Jorge Gutiérrez, que se preparaba para tomar la alternativa.
De México volví a Caracas y empaqué mis cosas para irme a Sevilla; fui a la capital hispalense cubrir la presentación de Manolo Martínez en La Maestranza. Aquella tarde nos reunimos con el maestro Camino en su casa de Camas, Sevilla, un grupo grande de aficionados venezolanos entre los que estaba el ganadero Oscar Aguerrevere, de Tierra Blanca, una ganadería con pie de cría de la vacada de Paco Camino.
Francisco Camino Sánchez, (Camas, 14 de diciembre de 1940), es Paco Camino, figura cumbre del toreo y ganadero. Su precocidad en el arte del toreo hizo que le llamaran «el Niño sabio de Camas». Destacó en las décadas de 1960 y 1970, fue considerado el torero más completo de su época
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