Roca Rey. Foto Plaza México.
Nadie lo hubiera dicho al empezar el festejo, pero la tarde terminó envuelta completamente en dramáticas sombras.
Una tarde para el olvido.
Luis Cuesta
De Sol y Sombra / 13 Dcbre. 2019
Los Begoña de ayer eran casi todos unos torazos, nada que reprochar a la presentación del ganado. Pero en cuanto pisaron la arena, su comportamiento no fue el esperado. ¿Qué pasa aquí? Al final al público poco le importa que salga un torazo si su juego no es el esperado. Esos ejemplares, casi todos con más de media tonelada, con edad, enmorrillados, hondos y cornalones, tenían fachada suficiente para una plaza de máxima categoría, pero no caminaron y así llevamos varias tardes. Algo pasa.
Antes estos supuestos, habremos de explicar brevemente porque en realidad no hay mucho que contar, que los toreros estuvieron voluntariosos. Un mérito considerando que los de Begoña presentaron ciertas dificultades para el toreo de muleta. Sergio Flores con el cuarto que fue el único toro que dio algunas facilidades, resolvió los problemas como acostumbra; es decir, toreando al tendido. Pero esta vez el público jugó en su contra y le protestaron correctamente una oreja tras un espadazo infame.
Roca Rey hizo una primera faena meritoria, con el empeño de atraer la atención del público, y lo consiguió cuando se llevó el toro a los terrenos de sol y dio algunos pases mirando al tendido. El quinto era incierto y le administró un muleteo largo e incoloro. No tuvo toros Roca Rey, pero algo en su actitud tampoco gusto al público de La México que lo despidió entre pitos.
Nadie lo hubiera dicho al empezar el festejo, pero la tarde terminó envuelta completamente en dramáticas sombras. La tensión ya era muy grande en cuanto salió por toriles el sexto toro, al que se le condenó a las banderillas negras. Fue imposible darle un puyazo en el primer tercio, lo que provocó que el respetable, en aquel momento nada respetable, pidiera su vuelta a los corrales y, en medio de una bronca descomunal, hubiese incluso alguien que intentó agredir al juez de plaza, Jorge Ramos. No llegó la sangre al río pero sí hubo pañuelo rojo y, por lo tanto, banderillas negras.
Contraviniendo con el reglamento y la seriedad de la plaza, este astado fue indebidamente devuelto a los corrales tras ser banderillado. Salió un sombrero del mismo hierro para Luis David con el que tampoco pasó nada.
Al final el disgusto del público fue mayúsculo, después de haber soportado tres horas de una corrida para el olvido.
BEGOÑA / FLORES, ROCA REY Y LUIS DAVID
Monumental Plaza de Toros México. Toros de Begoña, (7° sobrero), bien presentados, pero de poco juego en general. El sexto fue condenado a las banderillas negras.
Sergio Flores: Silencio y oreja protestada.
Roca Rey: Silencio y división de opiniones.
Luis David: silencio en su lote.
Entrada: Casi media plaza.
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