la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 23 de enero de 2021

La casa del toreo, el Wellington, abre de nuevo / por Juan Miguel Núñez Batlles


Después de casi un año de obras aprovechando el tiempo de pandemia que le obligaba también a la inactividad, y por primera vez desde su inauguración en el año 1952, cuando el recordado ganadero de toros bravos, y empresario del transporte, don Baltasar Ibán, hizo realidad su gran proyecto hotelero en la zona más afamada, señorial y elegante de Madrid, el Wellington ha estado cerrado, pero ahora vuelve a lo grande. 

La casa del toreo, el Wellington, abre de nuevo

Juan Miguel Núñez Batlles
La casa de la gran familia del toreo, el Hotel Wellington de Madrid, ha vuelto a abrir sus puertas.

Después de casi un año de obras aprovechando el tiempo de pandemia que le obligaba también a la inactividad, y por primera vez desde su inauguración en el año 1952, cuando el recordado ganadero de toros bravos, y empresario del transporte, don Baltasar Ibán, hizo realidad su gran proyecto hotelero en la zona más afamada, señorial y elegante de Madrid, el Wellington ha estado cerrado, pero ahora vuelve a lo grande. 

En la calle de Velázquez, número 6, en el corazón del barrio de Salamanca, a escasos metros del parque del Retiro. Allí hemos tenido, y seguimos teniendo nuestra morada, por mor de la hospitalidad que con la gente del toro tuvo e inculcó a sus herederos don Baltasar Ibán, pues fue tanta su vocación y generosidad por lo taurino que desde hace ya 69 años el Wellington viene siendo parada y fonda obligada para toreros, ganaderos, empresarios, apoderados, aficionados y todo lo que conforma lo que un día el ingenio del escritor y crítico Antonio Díaz Cañabate bautizó como el planeta de los toros.

El Wellington ha vuelto a abrir sus puertas, esta semana, con esplendor renovado. Esa es la gran noticia.

Han sido nueve meses de intenso trabajo para llevar a cabo la remodelación más grande de su historia. Pero la esencia es la misma. Permanecen el brillo y el glamour de la gran hotelería en su original decoración de influencia de finales del siglo XIX;  y, sobre todo, el carácter, el estilo y la personalidad en el trato con sus clientes, amigos y colaboradores, entre los que estamos inexcusablemente la gente del toro.

 www.facebook.com/burladerojoveen/videos

Cristina Moratiel, presidenta de la Fundación propietaria del Hotel y representante también de la ganadería de toros bravos que lleva el nombre del fundador, Baltasar Ibán, hablaba el pasado domingo en el programa "Clarín" de Radio Nacional de España de las llamadas y mensajes de todo el toreo mandando en este tiempo fuerzas para resistir. Apoyo para volver a estar juntos.  

Por eso, ahora el mensaje de la gente del día a día en el Wellington es "cariño, gran ilusión y brazos más abiertos que nunca, para estar como en casa". El Wellington, dulce hogar, siempre más que un hotel.


No hay comentarios:

Publicar un comentario