Diez años años ya desde que un enero maldito se llevó a JUAN MANUEL MORENO MENOR. Diez años ya que nos dejó el gran profesional taurino y la persona inolvidable. Un caso. Caso de taurino, vocacional. Hasta la médula. De afición desmedida. De actividad las 24 horas del día. Caso de persona. Caso de corazón de oro. Caso de generosidad. Caso de persona sincera.
Moreno Menor fue un multiplicador. De los cuatro signos matemáticos, el más positivo, el más grande, el que magnifica más. Todo lo multiplicaba. ¡Hasta las conversaciones! ¡Lo que le gustaba hablar!. No se cansaba. Un día un redactor de ”El Ruedo”, NACHO, buena persona, le dijo en broma cuando faltaba un mes para Navidad y lo tenía pegado al teléfono: JUAN MANUEL, que me gustaría pasar la Nochebuena con mi familia…
Hablaba mucho. Se lo dije y adoptó una coletilla graciosísima cuando llamaba: JUAN MANUEL MORENO MENOR, MUY BREVE. Pero cuántas cosas contaba. Él, como taurino, me ayudó más a mí que yo a él como periodista. Recuerdo sus buenas llamadas para darme noticias del toreo al iniciar una sección en “El Ruedo” que tuvo éxito, “La danza de los taurinos”, tras la boda de CARMINA ORDÓÑEZ Y PAQUIRRI. O me contaba las novedades o me ponía en la pista. Un monstruo. La DANZA, que nació en el 73, el 16 de febrero, y ha reaparecido ahora en AVANCE TAURINO, 48 añitos que cumple el próximo mes. Y 32 ediciones semanales ya en la nueva etapa.
Le consulté muchas cosas en nuestros largos años de amistad sincera. Y tuve la suerte de disfrutar de la confianza de un hombre que apoderó al que era el mejor hasta el momento JOAO MOURA y fue el descubridor del mejor después, PABLO HERMOSO DE MENDOZA, el número uno de todos los tiempos. Y se hizo popular haciendo popular al recordado GINÉS CARTAGENA y muchos años guió los pasos de FERMÍN BOHÓRQUEZ DOMECQ, su FERMINSITO del alma. Llevó a más, como LEONARDO HERNÁNDEZ, padre, pero profesionalmente no como éstos, pero todos con él toreaban mucho. Y dijo cientos de noes porque era como un imán y casi todos deseaban que les apoderara.
No daba abasto y tenía un sueño : llevar a un torero de a pie, de los grandes. Pero no cuajó. Por la suerte y porque los rejoneadores le absorbían todo su tiempo. Empezó con el novillero PACO LUCENA pero ahí quedó después de intentos intermitentes.
Tenía otra “afición” : los periodistas, los críticos, los informadores, los reporteros. Conocía a todos. Con todos hablaba. Y a todos contaba cosas interesantes que utilizaban para sus trabajos.
Era funcionario del Sindicato de Cereales cuando se casó. Y poco después se fue vivir y a trabajar a Madrid con los cereales. Pero no le gustaba. Estaba loco con el toreo y, cuando pudo, tuvo el valor de dejar la plaza fija de trabajo, para estar alrededor de los ruedos. Caso de afición, de vocación, de entusiasmo. No fue, como tantos taurinos, heredero de un puesto, sino que lo trabajó y se puso en primera línea.
Orgullosísimo de su familia, tuvo cuatro hijos : MARI PILI, ANTONIO, INMACULADA y EMILITA y una gran mujer : EMILIA. Y eso cuatro hijos, de los que hablaba tanto, la suerte de tener unos grandes padres.
Corazón de figura. Generoso. Ayudó a muchos. Y, si alguno le engañaba y y le habían avisado, decía : es un pobre diablo. Y, en la duda, reflexión sabia : y ¿si es verdad que lo necesita?.
Multiplicador MORENO MENOR. Honor que fue para todos y gran honor para los que fuimos sus amigos. Inolvidable.
Diez años años ya desde que un enero maldito se llevó a JUAN MANUEL MORENO MENOR. Diez años ya que nos dejó el gran profesional taurino y la persona inolvidable. Un caso. Caso de taurino, vocacional. Hasta la médula. De afición desmedida. De actividad las 24 horas del día. Caso de persona. Caso de corazón de oro. Caso de generosidad. Caso de persona sincera.
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