Una cosa es lo que cuesten todos esos jugadores y otra bien distinta lo que valgan para su propietario y para quienes pretendan hacerse con sus servicios. Por ejemplo: Levy filtró a The Sun que jamás negociaría por Kane por menos de 170 millones de euros pero luego el mismo diario afirmó en julio pasado que el City iba a pagar 190 millones por el delantero, que cobraría un sueldo semanal de 467.000 euros. El precio de Vlahovic fue de 70 millones de euros, su valor para la Juve será infinitamente superior si las cosas no se tuercen y las lesiones respetan al delantero serbio. Si hay alguien que tiene meridianamente clara la diferencia que existe entre el precio y el valor en el mundo del fútbol ése es indiscutiblemente Florentino Pérez; al presidente del Real Madrid le indigna pagar una cantidad de dinero astronómica por un jugador irrelevante pero nunca le ha hecho ascos a pagar el doble o el triple si es necesario por otro futbolista capaz de marcar las diferencias. Por ejemplo: estoy convencido de que Florentino se sube por las paredes cada vez que piensa que pagó 60 millones por Jovic, sin embargo Cristiano resultó baratísimo cuando el Real Madrid tuvo que pagar por él 94 millones en 2009. Resultó tan insultantemente barato el portugués que 9 años más tarde, y después de haberlo ganado todo y tras convertirse en el máximo goleador histórico del club blanco, CR7 dejó en caja 105 millones, o sea 11 más de los que costó.
Werner y Vlahovic aún son jóvenes, 26 y 22 años respectivamente, pero Kane cumple 29 años dentro de cuatro meses mientras que Lewandwoski ya tiene 33. En el hipotético caso de que el Bayern le dejara marchar es probable que el polaco tuviera dos años más de fútbol a buen nivel, pero, desde el punto de vista de un club de élite que estuviera buscando un 9 y optara por el polaco, allá por 2025 tendría que ponerse otra vez manos a la obra y acudir de nuevo al mercado. El mercado. ¿Cómo está el mercado del fútbol profesional? Pues está tan rematadamente loco como para que el United pagara 87 millones de euros por Harry Maguire, defensa central del Leicester. En 2018 el Liverpool pagó 84 millones al Southampton por Virgil van Dijk, otro central, pero al menos éste está dando resultados, lo de Maguire es un desastre. Viendo las cantidades que se manejan en el fútbol y lo que se paga por un defensa, los 70 millones que la Juve pagó a la Fiorentina por Vlahovic, que es un goleador, empiezan a parecer incluso baratos, ¿verdad? Porque aunque el fútbol ha cambiado muchísimo no lo ha hecho tanto como para que los partidos hayan dejado de ganarse por los goles, de modo que en teoría, sólo en teoría, un equipo debería esforzarse económicamente más por un jugador que marca goles que por otro que trata de evitarlos, ¿no?
El martes Josep Pedrerol desgranó en El Chiringuito las cifras de un hipotético fichaje de Erling Haaland. 200 millones de euros, 100 para el Borussia, 50 para el representante y otros 50 para el padre del chico. Eso es lo que costaría Haaland, 200 millones. No incluyo aquí el sueldo del futbolista porque nunca se hace, tampoco cuando decimos que Maguire costó 87 millones; esa es la cifra del traspaso pero luego el jugador tiene la mala costumbre de cobrar todos los meses. Doscientos millones por un jugador de 21 años que marcó 28 goles en 22 partidos en su segunda temporada en el Salzburgo, 16 en 18 partidos en el primer año en Dortmund, 41 goles en 41 partidos en el segundo y que, en un año regular, ahora lleva 23 goles en 23 partidos en su tercer y, al parecer, último año en el Borussia.
Si el Real Madrid tiene que fichar a un 9, y lo tiene que fichar, tiene que coger este toro por los cuernos porque, de lo contrario, se arrepentirá toda la vida. Erling Haaland es el mejor goleador del mundo, el mejor. Mejor que Kane. Mejor que Vlahovic. Indudablemente mejor que Werner. Y ya también mejor que Lewandowski. Representa el presente y garantiza un futuro de goles para los próximos 10 años. Haaland es lo más parecido que existe a Cristiano Ronaldo con la única diferencia de que CR7 llegó a Madrid con 28 años y el noruego lo haría con 7 menos. Esta es una operación que lleva la marca de Florentino. Es suya. Le pertenece. Y es él quien debe jugarla. Sin consejeros áulicos. Sin intermediarios. Sin voces. Lo que le dicte el corazón y lo que le sople la razón. Él mejor que nadie sabe la diferencia que hay entre el precio y el valor de un jugador. El precio de Haaland es de 200 millones, su valor para el Real Madrid de Mbappé es incalculable.
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