En las elecciones del 16 de febrero de 1936 hubo un escandaloso fraude electoral y muchísima violencia, todo ello provocado por el bloque de izquierdas, del cual formaba parte muy importante el PSOE. En aquel momento todo el mundo sabía que hubo fraude electoral, y después se ha podido comprobar, sin lugar a dudas, por muchos historiadores. Entonces se nombró presidente a Manuele Azaña (digo Manuele por aquello de amigos, amigas y amigues, que diría la ministra de igualdad), incluso antes de haber concluido el escrutinio, y el gobierno del frente Popular también se nombró antes de haber concluido la segunda vuelta. Es decir, todo irregular hasta decir basta. Y ya sabemos que desde esa fecha hasta julio de 1936 el frente Popular asesinó a más de 300 personas y quemó innumerables iglesias.
En las elecciones de marzo de 2004 , todos los españoles sabemos que el PSOE ganó las elecciones gracias a los atentados del 11-M, que causaron casi 200 muertos. Todavía no se han aclarado realmente todos los secretos del aquellos atentados, pero muchas personas de izquierdas, del centro y de derechas sabemos que los resultados de la investigación y de los juicios, que se llevaron a cabo, no aclararon lo que de verdad ocurrió. Y también sabemos que, “Cui prodest scelus, is fecit”. (Aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido), y quien se benefició fue el PSOE. Hay altísimas sospechas de que el PSOE sabia de aquellos atentados mucho más de lo que decía y dice. Manejaron con habilidad todas las noticias que los medios iban dando para inclinar las votaciones a su favor. Todo hizo parecer que se estaba ejecutando un plan preconcebido desde antes del atentado y fielmente ejecutado.
La tercera ocasión en que el PSOE llega al poder fue tras la moción de censura a Rajoy, en junio de 2018, que estuvo muy torpe, y en la que el PNV le traicionó miserablemente. El Sr. Rajoy no tuvo en cuenta que las dos características principales del PNV, a lo largo de su historia, han sido su supremacismo y su extrema hipocresía. No obstante, fue una moción de censura convocada para después ir a unas elecciones generales y fuimos en noviembre de 2019, año y medio después.
La cuarta vez que el PSOE llegó al gobierno de forma extraña fue en las anteriormente mencionadas elecciones. Pedro Sánchez dijo infinidad de veces, antes de aquellas elecciones, que no pactaría con Podemos, con los separatistas y mucho menos con los herederos de los terroristas, y al día siguiente de las elecciones ya estaba pactando con todos ellos. Logró ser presidente, pero mintiendo, por tanto, es un presidente del gobierno español legal, pero ilegítimo.
En resumidas cuentas, la historia del PSOE en lo que a corrupción de todo tipo se refiere y a hechos delictivos, que pueden calificarse abiertamente de criminales, está plagada.
Bien, pues teniendo esa historia en su haber y muchísimas cosas más, peores aun, resulta que están clamando a los cuatro vientos, augurando el fin de los tiempos, la hecatombe de España, que ya se acaba la democracia (realmente se acabó cuando Pedro el Mentiras llegó a la Moncloa), porque en Castilla León gobernará el PP con VOX, partido que solo pide ley y orden, que respeta las instituciones, mientras que los socios de Sánchez no respetan la verdad, no respetan la monarquía, no respetan la unidad de España, no respetan la Constitución, son la escoria, para hablar claro. Y especialmente agresiva y ruidosa, en ese sainete de mentiras, circo mediático, que están montando, destaca la lumbrera egabrense, doña Carmen Calvo, que de vez en cuando habla para recordarnos que en estupidez no hay quien le gane. Ha llamado “filibusteros de las palabras” a los políticos que han hecho el pacto en Castilla León. Lo que decíamos, en estupidez se lleva la palma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario