Unión de Picadores y Banderilleros considera que el toreo queda «en un limbo» y califica la norma de «disparate jurídico»
El Ministerio de Trabajo afirma que «los toreros mantienen su régimen y su regulación específicos»
El motivo de esta inseguridad jurídica es que, en la nueva normativa aprobada por Trabajo para regular la especifidad del sector de la cultura, los toreros no aparecen en la definición de artista.
Además, respecto a la redacción de 1985, se ha modificado la denominación ‘plazas de toros’ por ‘plazas’ en el ámbito de aplicación de estos trabajadores. «Se quita la calificación del torero como artista en espectáculo -afirma Martínez Marcos-. Esto nos convierten en alegales. Hemos participado en reuniones del Estatuto del Artista y ahora nos dejan fuera. ¿Qué va a pasar con la Seguridad Social, con la normativa laboral? ¿Cómo vamos a contratar? Nos lanzan a una incertidumbre peligrosa desde el punto de vista jurídico. Y es premeditada y discriminatoria».
Más optimista es el abogado de la Unión de Toreros, Íñigo Fraile: «El régimen laboral de los profesionales taurinos se quedará como está». A su juicio, el artículo 12 del RD mantiene la vigencia del Convenio Nacional Taurino de 2014, por lo que cabe interpretar que la tauromaquia estará bajo este paraguas legal. Pese a las modificaciones, considera que el término ‘plazas’ acoge también los espectáculos taurinos. Es más, Fraile añade que «la inclusión de técnicos y auxiliares dentro de la definición de artista sirve para defender que los mozos de espada puedan ser considerados artistas».
La desaparición de la referencia a los toros en la nueva redacción, en cualquier caso, es para Fraile una «agresión» al mundo del toro y tiene un claro sesgo ideológico: «No descartamos acciones judiciales o políticas por este desprecio». Martínez Marcos, el letrado de los subalternos, añade que todo lo que ha hecho este Gobierno hasta la fecha ha sido perjudicial para ellos. El único objetivo, dice, es desvincular la tauromaquia de la cultura y que así no puedan acceder a subvenciones como las del Covid, un caso en el que la justicia les está dando la razón.
La Fundación de Toro de Lidia, que aglutina todos los estamentos taurinos, estudiará con los distintos representantes de la Fiesta qué pasos dar. Según pudo saber ABC, desde la Fundación que preside Victorino Martín intentaron ponerse en contacto con la Administración, pero sin respuesta. El Ministerio de Cultura dijo ayer a este diario que la norma no regula qué actividades son culturales, sino que «establece un marco laboral para los artistas». Para las cuestiones técnicas, remitió a Trabajo, que afirmó que «los toreros mantienen su régimen y su regulación específicos».
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