"CUANDO SALÍ A HOMBROS LA TARDE DE MI ALTERNATIVA, ME SENTÍ TORERO DE CÓRDOBA"
JOSÉ MARÍA MONTILLA: 60 AÑOS DE ALTERNATIVA
Ladislao Rodríguez Galán
Córdoba, 8 de Marzo de 2022
Hace sesenta años, 26 de Mayo de 1962, en la plaza de toros de Los Tejares, el diestro José María Montilla, con un terno azul celeste y oro, se convierte en matador de toros de manos de Julio Aparicio que le cede los trastos con Jaime Ostos de testigo.
El toro del doctorado de nombre "Avefría", negro zaíno, marcado con el nº 66, de 465 kilos pertenecía a la ganadería de Francisco de Mora Figueroa (Jerez de la Frontera). En mayo se cumplirán 60 años de aquella tarde...
- ¿Cómo recuerda el día de su alternativa?.
- Como un día inolvidable. Un sueño hecho realidad. Cuando llegué a la puerta de cuadrillas me emocioné al ver a los maestros Julio Aparicio y Jaime Ostos, toreros que había admirado desde mi época de aficionado. Cuando salí a hombros después de finalizar la corrida me sentí torero de Córdoba, ciudad de la que estoy enamorado.
- Que significó para Vd. hacerse matador de toros ¿Fue la culminación de un sueño?.
- Efectivamente fue la culminación de un sueño y le di gracias a Dios y a la Virgen María por habérmelo concedido-
- ¿Qué hizo ese día...a qué hora se levantó, fue a misa o a rezar a alguna Imagen de su veneración?. ¿Qué comió a mediodía? ¿Quién le visitó en la habitación del hotel? ¿Pudo dormir algo antes de comenzar a vestirse?.
- Fui a misa como hacía habitualmente los días de corrida, mis imágenes que nunca deje atrás fueron la de la Virgen de Los Dolores y Nuestro Padre Jesús Caído. Como hacía siempre almorcé una tortilla francesa y un caldo. Me visitaron en la habitación socios de mis dos peñas "La Montillana" y casa Paco Cerezo, de Cañero. No dormí y me vestí pensando en triunfar. Y gracias a Dios todo salió perfecto.
- ¿Por qué eligió como padrino a Julio Aparicio?.
- Emilio Fernández, empresario entonces de la plaza, me preguntó si tenía interés en algún torero determinado pero que descartara a Antonio Ordóñez que no vendría a la feria de mayo. Entre los que me propuso me decanté por el maestro Julio Aparicio al que admiraba desde su época de novillero.
- ¿Y a Jaime Ostos como testigo?.
- Fue para mí un honor que el maestro Jaime Ostos fuera testigo de mi alternativa, pues estaba consolidado como uno de los grandes toreros de los años sesenta del pasado siglo XX.
- Hasta ahora vivíais los tres toreros de aquella tarde, pero lamentablemente Jaime Ostos ya no está ¿Cómo recibió la noticia de su fallecimiento?¿Se llevaba bien con él?.
- Con enorme tristeza. Me llevaba bien con él y hablábamos a menudo por teléfono. Le tenía gran admiración por su carrera profesional y un gran respeto. Toreé con el 8 corridas de toros. La última en Barcelona con Ángel Peralta y "El Caracol" con toros de Jaime Molina.
- ¿Quién eligió la ganadería de su alternativa? ¿Contaron con su opinión?.
- La ganadería la eligió el empresario Emilio Fernández, los toros de Mora Figueroa eran de preferencia de los toreros punteros, tenían sangre de Jandilla y Conde de la Corte.
- ¿Recuerda las palabras de Julio Aparicio cuando le cedió los trastes?
- Las clásicas: "que tengas mucha suerte, esta profesión es la más bonita del mundo y también la más difícil. Te he visto torear y puedes conseguir tus sueños" estas fueron sus palabras, más o menos, mientras me cedía los trastes y me daba un abrazo. Actualmente, y de siempre, tengo una excelente amistad con mi padrino al que admiro y respeto.
- El toro "Avefría" al que le cortó Vd. las dos orejas ¿Como lo recuerda? ¿Fue el toro ideal para su estilo de torear?.
- Fue un toro encastado colaborando para mi triunfo. Además de este, tengo otros dos toros que recuerdo especialmente: uno de Saltillo y otro de Manuel Arranz, a ambos les corté el rabo en Córdoba en el desaparecido Coso de Los Tejares.
- Esa tarde consiguió el prestigioso Trofeo Municipal Manolete ¿Fue esa una de las faenas más importantes de su carrera?.
- Si efectivamente. El toro me exigió y tiré la moneda, salió cara. Creo que fue una faena de emoción y de entrega y así lo reconoció el público y el presidente al concederme las dos orejas pedidas por toda la plaza. En el segundo toro sentí algo especial, me abandoné toreando con la mano izquierda. ¡Qué bonito es torear como te sale del alma!. Tuve que descabellar y a pesar de eso le corté una oreja. Conquistar el trofeo Manolete es un lujo y el sueño de todos los toreros de España.
- ¿A quién le brindó su primera faena como matador de toros?
- Al público de Córdoba. No podía ser de otra manera. En esta ciudad toreé por primera vez un novillo sin picadores vestido de luces, después aquí debuté con picadores y tomé la alternativa. Luego me retiré del toreo también en Córdoba. Aquí me hice torero y aquí me despedí. Debuté en Los Tejares y me retiré en Los Califas, dos plazas muy vinculadas a mi vida torera.
- Esa tarde tan importante para Vd., ¿A quién echó de menos en la plaza?.
- Afortunadamente mis seres más queridos estaban allí; mi padre, mi tío Pepe, Matías García que me ayudó llevándome varias veces a la finca Mata-Begid, en Cambil (Jaén), que pertenecía al matador de toros "Bombita". Desde allí partía para otros tentaderos con mi picador Andrés Garrido "Gordito de Linares", gran torero a caballo y excelente persona. Como es natural también estaban esa tarde en los tendidos los miembros de mis peñas y los aficionados cordobeses que no dejaron de animarme toda la corrida.
- Recuerda el nombre de los miembros de su cuadrilla esa tarde?
- Como subalternos de a pie Paco Sánchez Fuentes, Manuel de la Haba y Cristóbal Molina "Minuto" y a caballo Antonio Muñiz y el mencionado Andrés Garrido "Gordito de Linares" y de mozo de estoques Emilio Pino.
- Cambiando de tercio. Vd. toreó 25 novilladas con Manuel Benítez "El Cordobés" y 9 corridas de toros, incluida la tarde de su alternativa ¿Qué significó para Vd. ser testigo del doctorado del V Califa?.
- Fue un honor y un lujo ser testigo de la alternativa de Manuel Benítez "El Cordobés". Con Benítez toree veinticinco novilladas y ahí me di cuenta que como torero iba a marcar una época. Triunfaba todos los días con un valor y una personalidad fuera de serie. Afortunadamente no me equivoque pues mandó en el toreo como nadie lo había hecho jamás. La tarde de su alternativa estuvo cumbre, cumbre.
- Echando la vista atrás en el tiempo ¿Qué le quedó por hacer en su carrera taurina?.
- Muchas cosas, entre ellas me faltó ambición, nunca me atrajo mucho el dinero. En 1965 toreé en las principales ferias; las Fallas de Valencia, feria de Abril de Sevilla, San Isidro de Madrid, El Pilar en Zaragoza, Barcelona, Córdoba, etc...La temporada de 1966 la comencé conquistando el Trofeo de la Feria de San Cristóbal (Venezuela). Y el 28 de mayo, al no estar bien en Córdoba, decidí retirarme.
- Maestro, de volver a nacer ¿Sería Vd. nuevamente torero?
- Sin dudarlo ni un momento. Ser torero es apasionante. Se viven sensaciones únicas como en ninguna otra profesión. Además te relacionas y conoces gente que acaban siendo amigos de verdad.
Y aprovecho esta oportunidad para agradecer al Ayuntamiento de Córdoba, a la Diputación, al Real Círculo de la Amistad, Circulo Taurino y su Escuela Taurina, a la Junta de Andalucía, a Canal Sur TV y a cuantas peñas, aficionados y entidades colaboran en la promoción de la Fiesta de los Toros, que como escribió Federico García Lorca..."Es la Fiesta más española".
LA CÁMARA ESTABA ALLÍ
HISTORIA DE JOSÉ MARÍA MONTILLA
José María Montilla nace circunstancialmente en Gerena (Sevilla) en 1941, fruto del matrimonio formado por Laureano y Amalia, pero se considera cordobés ya que desde que contaba con dos meses de edad reside en nuestra ciudad, pues sus padres se trasladaron a vivir a esta bendita tierra, donde el peque da los primeros pasos. Al niño lo matriculan en el colegio de "Las Francesas" y posteriormente en el Colegio Salesiano, donde hace la primera comunión. Por estas mismas aulas pasó también "Manolete" e, igualmente, ante la Sagrada Imagen de María Auxiliadora hizo el IV Califa su Primera Comunión.
Lo que de verdad motiva a José María a inclinarse por la afición taurina son tres toreros cordobeses que en la época marcan el ritmo taurino en la ciudad: José María Martorell, "Calerito" y Rafaelito "Lagartijo". A esa pasión por estos toreros hay que unir que escuchaba por la radio las constantes proezas de Luis Miguel Dominguín y Manolo Vázquez, y todo ese cúmulo de éxitos y líos despiertan en el chico una gran curiosidad y deseo por aprender a torear. La primera vez que torea una becerra es en la Dehesa de Yeguas. Todo sale bien y se ve capaz. Entonces comienza su lucha. Con tan solo quince años, en 1956 se presenta de luces en la plaza de toros de Priego de Córdoba para matar una vaca. Ya no vuelve a torear hasta el 31 de marzo de 1957 en su presentación en Córdoba. En esta su segunda actuación, lo hace ante un encierro del hierro de Isaías y Tulio Vázquez, alternando con Manuel Cansino, de Sevilla, Francisco Camino Sánchez, de Camas (Sevilla) y el cordobés Antonio Tejero Conde. Este festejo resultó histórico porque junto a él se iniciaba en el toreo una gran figura como fue Paco Camino. Continúa su carrera progresiva y cosecha éxitos en plazas importantes como la Maestranza de Sevilla y las Ventas de Madrid. José María se convierte en un novillero puntero.
Y por fin el 26 de Mayo de 1962, en la plaza de toros de Los Tejares, el diestro José María Montilla, con un terno azul celeste y oro, se convierte en matador de toros de manos de Julio Aparicio que le cede los trastos en presencia de Jaime Ostos.
Sesenta años se cumplirán el próximo mes de mayo y afortunadamente José María Montilla se encuentra felizmente entre nosotros dando testimonio de hombre de bien. Enhorabuena querido y admirado Maestro.
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