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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 12 de septiembre de 2025

Charlie Kirk y los jóvenes / por HUGHES


'..Buscar el diálogo en persona ya decía mucho de él, pero su desradicalidad iba más allá de las formas. Kirk se convirtió en un experto en la juventud. Joven él mismo, quiso sondear los problemas y necesidades de su generación y de la venidera..' 

Charlie Kirk y los jóvenes

HUGHES
Charlie Kirk ha sido presentado por algunos como un radical. Desde «agitador de Trump» hasta «racista». De todo le han llamado.

Pero el propósito de Kirk era el contrario: era desradicalizar, evitar el radicalismo.

No por el típico moderantismo consistente en ponerse de perfil. Él atacaba algo muy concreto, no se iba por las ramas.

Lo hacía con charlas en los campus, yendo a hablar cara a cara con los jóvenes. En el mundo de Internet, esto cambia las cosas. Sin dejar de ser elocuente y combativo, en la conversación entraba el punto de vista del otro, el rostro del otro, su integridad, su mirada, la empatía, la consideración…

Buscar el diálogo en persona ya decía mucho de él, pero su desradicalidad iba más allá de las formas. Kirk se convirtió en un experto en la juventud. Joven él mismo, quiso sondear los problemas y necesidades de su generación y de la venidera. No para crear una división, un combate, una facción de extremistas u odiadores generacionales o raciales, sino con el propósito inverso de evitarlo. Su intención era leal, unitiva, constructiva.

Kirk alertó de la situación de los jóvenes, la Generación Zoomer. Gente que nace ya endeudada y que está muy lejos de entrar en la vida real de la economía. Porque no es lo mismo poder comprar una casa a los 30 que a los 40. Ese dato significa que muchos no podrán comprarla. Y si no se les escucha, advertía, lo hará la izquierda. En el auge del demócrata neoyorquino Zohran Mamdani veía un aviso.

Kirk contaba que los universitarios le hablaban de problemas como la guerra o lo trans pero que de fondo latía una ansiedad económica. Una desazón real comprensible para la primera generación occidental que vivirá peor que sus padres.

Jugando limpio con Trump y el MAGA, Kirk alertó de lo que él sondeaba en las profundidades generacionales: si los jóvenes no pueden ser propietarios, si estos jóvenes no pueden tener nada, ¿qué van a defender? (lo mismo, por cierto, que dijo José Antonio al ver la pobreza de los españoles).

La juventud siempre lo tiene mal, pero aun lo tiene peor esta juventud encerrada en las cuatro esquinas de la deuda, la impresión ilimitada de dinero, la inmigración masiva y la desindustrialización, y Kirk subrayaba la dificultad aun mayor de los hombres jóvenes en un mundo feminizado, incluso laboralmente feminizado. Si no pueden integrarse en el trabajo ni tener pareja, ¿qué harán? Se retirarán de la sociedad.

De alguna forma, Kirk anunciaba una radicalidad por venir y quería avisar a Trump para que la evitara. Su proyecto, hay que insistir, era desradicalizar porque pensaba que nada radical sale de la felicidad modesta de tener un trabajo, una pareja, un hogar…

En el fondo, Kirk estaba señalando la necesidad de pasar página en el movimiento político de la derecha estadounidense. De entrar en otra fase, como si la batalla cultural no fuera suficiente. La batalla cultural es importante, pero no es nada o es poco sin lo otro y debía dar paso a una batalla económica. Ya no basta con crecer, con un PIB convincente. Hay que lograr una riqueza «intergeneracional». Señalaba a los boomer sin ira, pero pedía una corrección, una forma de reequilibrio, de conexión que ayudara a integrar a una generación sobre la que están llegando todas las consecuencias de decisiones ajenas.

Las personas asesinadas acaban teniendo la condición de símbolos. pero Kirk tenía una enorme valía en sí mismo, una muy concreta relevancia. Una labor. Matando a Kirk acaban con una personalidad no tan común. Una especie de intérprete generacional respetuoso y bienintencionado. Un puente, un traductor. Un no-radical capaz de entender lo que se está formando.

1 comentario:

  1. *Hasta siempre Charlie*

    El maestro Hughes nos define la verdadera personalidad y las nobles intenciones de *Charlie Kirk* vilmente asesinado, sea por el "lobo solitario" de turno o por un sicario de los poderes ocultos a los que molestaba su creciente influencia entre los jóvenes.
    Lo cierto que Charlie, desgraciadamente, pasa a engrosar la siniestra lista de víctimas de la intolerancia. Quizás, como José Antonio, era un romántico, un soplo de aire fresco, impropio de estos tiempos de barbarie y manipulación de las frustradas masas.
    Descanse en paz.
    ¡Dios salve a Occidente!! 🇪🇸
    Luis Ibáñez

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