Mariló toreó, lidió y remató a Broncano, un Broncasí / por Ricardo Díaz-Manresa

'..La valiente y competente Mariló Montero, sólo le habría faltado apellidarse Montera, ya le había dado una estocada en todo lo alto denunciando el sectarismo de esta televisión de izquierda que pone programas de izquierdas por la mañana, al mediodía, por la tarde y por la noche, las 24 horas, lo que se dice pluralidad e imparcialidad en una tele pagada por todos los españoles..'

Mariló toreó, lidió y remató a Broncano, un Broncasí

Ricardo Díaz-Manresa

Pues le llegó la hora a este broncas, no Broncano, sino broncasí, qué mal le cae el apellido, y encontró la horma de su zapato de hortera (encima se los pone blancos a veces con el resto vestido de negro…). Tiene muchas de las malas cualidades del ser humano (sicario político, criado del poder, defensor de lo humanamente indefendible, motor siempre de las ideas políticas dañinas, no tener educación, vulnerar la intimidad o intentarlo, reírse e insultar a los adversarios, fiel al que le paga le pida lo que le pida, impuesto en el puesto por el partido que maneja la tele pública…Lo que se conoce como un presentador “independiente”.

También tendrá alguna buena cualidad, que desconozco, como persona.

Y encima se pone con frecuencia las manos en los bolsillos y sigue hablando, que en oratoria –dicen los especialistas- es un pecado mortal.

La valiente y competente Mariló Montero, sólo le habría faltado apellidarse Montera, ya le había dado una estocada en todo lo alto denunciando el sectarismo de esta televisión de izquierda que pone programas de izquierdas por la mañana, al mediodía, por la tarde y por la noche, las 24 horas, lo que se dice pluralidad e imparcialidad en una tele pagada por todos los españoles.

Y eso que Mariló lo tenía todo en contra. También la manada de invitados del programa, de extrema izquierda naturalmente. Hace falta tener estómago para ir a un programa de invitado y ser un pelele en manos del regidor. Aplauda o silbe según el momento. Haya cobrado o no por asistir, según la audiencia y el presupuesto del programa.

Pues una vez denunciada la falta de honradez de la televisión pública en la que se encontraba, Mariló sacó el tema de los toros y los defendió. Y cómo se puso la manada de invitados, cumpliendo órdenes en cada momento y abucheándola.

Cada frase era coronada con una pitada : “que es un arte”, que gusta a muchos españoles”, “que respeten, por favor, las opiniones de los demás” mientras el único argumento del Broncasí, era el maltrato animal, que muchos expertos y científicos han demostrado que no existe por el fragor de la lucha y por la gran dureza de la piel del animal. Podría ser como cuando se recibe un tiro que dicen no duele hasta que no se enfría la herida. Pero aquí no da tiempo.

Pero es verdad que ningún toro ha hablado de si le duele o no, pero lo que sí han hecho millones de toros es seguir embistiendo al caballo tras la sangre del primer puyazo, o acudiendo a banderillas tras recibir el primer par, y no parando de embestir pese a puyazos y garapullos, y no huyendo cuando les montan la espada y lo pinchan y se pone una y otra vez frente al estoque como si nada hubiera ocurrido previamente. Lo lógico sería, tras recibir el primer puyazo, huir a tablas, colocarse allí y no dejar acercarse a nadie. Es lo que hace el resto de animales del planeta : huir ante el primer maltrato como está superdemostrado.

Otra falacia es afirmar que embisten para defenderse porque están en un lugar cerrado y extraño.   Estúpidos : es el misterio de la bravura, de una raza única.

Mariló demostró ser mujer superior a muchos hombres, como por ejemplo al bicho que la “entrevistaba”.

Mariló toreó, lidió y remató al que llaman Broncano, bronca no ni hablar, sino bronca sí y siempre para gloria de la dictatorial izquierda.