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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 14 de septiembre de 2025

Feria de Albacete.- Caballero se doctora con brillo en una tarde triunfalista / por Pedro J. García

 Manuel Caballero torea al natural a Bullidor, el toro de su doctorado. - Foto: José Miguel Esparcia

El toricantano, que cortó dos orejas, cuajó una gran actuación, Ureña indultó al cuarto de un notable encierro de Daniel Ruiz y Roca Rey paseó tres apéndices

Caballero se doctora con brillo en una tarde triunfalista

Pedro J. García 
Manuel Caballero tuvo una brillante alternativa, cargada de emoción y de connotaciones y con el premio final de la salida en hombros en un festejo en el que el desenfreno llegó tras la merienda, con el indulto al cuarto de la tarde, un gran toro en la muleta, pero excesivo premio el pañuelo naranja, como excesiva también la petición de indulto para el quinto, que no fue concedido y todo quedó en un pañuelo azul, mismo premiado que hubiera sido más adecuado para el cuarto y para la categoría de esta plaza. Con tanta facilidad en los tendidos y en el palco el balance numérico es de siete orejas y un rabo, más el indulto del toro.

Bullidor, de Daniel Ruiz, fue el primero de la tarde, el del doctorado de Manuel Caballero, un toro suelto de salida y que no se empleó en el capote del albacetense, que lo llevó al caballo con chicuelinas al paso para que recibiese un puyazo en el que empujó con un pitón, le realizó un quite en el que conjugó chicuelina, tafallera y media verónica, y el toro en banderillas esperó. Después llegó el momento de la ceremonia de la alternativa, donde el padrino, Paco Ureña, tuvo el detalle de cederle los honores a Manuel Caballero padre, a quien posteriormente el hijo brindó su primera faena como matador de toros. Se clavó de hinojos para dejar claras sus intenciones, de buscar el triunfo en un día tan especial, en el que el maestro Alberto Nevado tuvo el detalle de acompañar su faena, desde el principio, con el pasodoble Manuel Caballero, compuesto por el maestro Manolo García
Tras el inicio de rodillas llegaron varias series con la derecha, de templados muletazos, rematadas siempre en el hombro contrario, con mucho gusto el toricantano, que supo dar aire entre serie y serie a un toro al que le faltaba la fuerza, pero le sobraba nobleza y clase para tomar el engaño poderoso de Caballero junior. Mantuvo el elevado tono el toreo al natural, limpio, sin un enganchón y todo con el temple que corre por sus venas. Ya con el toro más apagado y en la distancia corta estuvo muy firme y puso la guinda con un estoconazo que hizo rodar al toro sin puntilla. Cortó una oreja con petición de la segunda, que no era de paisanaje, sino ganada a ley por Caballero en el ruedo, pero no fue concedida.

A por todas salió Manuel Caballero ante el sexto, al que recibió con lances a la verónica, chicuelinas y cuatro largas en los medios muy templadas. Tras un puyacito y un tercio de banderillas en el que se dolió, el toricantano volvió a lucir en una faena bien conjuntada, con mucho temple y gusto por momentos en series por los dos pitones, destacando dos al natural, de mano baja, mando y hondura. Con el toro más apagado, en los últimos pasajes estuvo muy firme en la distancia corta y despachó a su enemigo con una estocada que le hizo rodar sin puntilla.

El pañuelo naranja. El cuarto de la tarde no se empleó en los primeros tercios, pero por fortuna para Ureña cambió el panorama en su poderosa muleta, con un toro con clase y franqueza, con el pero de la fuerza que le faltó y que le hizo doblar en varias ocasiones, aunque un firme Ureña logró que su faena mantuviese la intensidad con su toreo puro y ajustado, tanto por el pitón derecho como por el izquierdo en una faena rematada en los medios, con templados naturales. Cuando se disponía a ejecutar la suerte suprema comenzó el murmullo, que fue a más y Ureña decidió seguir toreando, en busca de un indulto que llegó cuando el presidente sacó el pañuelo naranja. Excesivo premio y otro peldaño más que baja la categoría de esta plaza.

No tuvo la misma condición el primero de su lote, un toro que manseó en los primeros tercios, sin permitir lucimiento alguno y que en la muleta no cambió, quedándose corto, echando la cara arriba y sin clase alguna, pero Ureña estuvo muy firme y templado para que no le tocase el engaño y poder arrancarle los muletazos en una faena en la que el torero tragó mucho al astado. Media estocada caída fue suficiente para despachar al astado y durante el arrastre del toro la plaza fue un clamor gritando Pedro Sánchez hijo de las cuatro letras, algo que no venía a cuento y que retrató a los autores.

Roca Rey recibió con lances a la verónica al tercero, que repitió en el capote para, después, defenderse en el caballo, sin entrega, y se dolió en banderillas. El diestro quiso calentar desde el principio los tendidos y lo hizo clavado de rodillas, toreando con la derecha y recetando al toro dos pases cambiados muy ajustados. Ya de pie, todo tenía que ser a media altura, porque al bajar la mano el toro doblaba, mientras que en la serie al natural, arrancó los muletazos de uno en uno, con algunos de bella factura y temple, a un toro más franco. Incomprensiblemente dejó el toreo al natural y al volver con derecha todo bajó de tono, pero volvió a calentar los tendidos con el arrimón final. Dejó una estocada trasera y contraria, suficiente para que doblase el toro, llevándose una oreja al esportón, con petición de la segunda que, con buen criterio no se concedió.

El quinto, que no se empleó en el caballo, se movió en banderillas, donde brilló Francisco Durán Viruta, que se desmonteró, y en la muleta de Roca Rey fue todo entrega y nobleza en una faena sin apreturas del diestro peruano al que le faltó temple y hondura en sus muletazos por ambos pitones. Faena de excesivo metraje a un gran toro en la muleta, para el que también se pidió el indulto cuando Roca Rey montó la espada, por lo que el diestro siguió toreando, pero desde la Presidencia se le hizo el gesto de que entrase a matar y como siguió toreando, llegó el primer aviso, pasados los 10 minutos de faena. Dejó una estocada de efecto fulminante y el premio fue de dos orejas para el diestro y el pañuelo azul para el toro.

FICHA:

Ganadería. Se lidiaron seis toros de Daniel Ruiz, bien presentados, de notable juego, menos el segundo; el cuarto fue indultado y el quinto premiado con la vuelta al ruedo.

Paco Ureña. Azul noche y oro. Silencio y dos oreja y rabo simbólicos.

Roca Rey. Tabaco y oro. Una oreja y dos orejas

Manuel Caballero. Blanco y oro. Tomó la alternativa. Una oreja, con petición de la segunda, y una oreja.

Incidencias. Se colgó el cartel de 'No hay billetes' en tarde calurosa.

GALERÍA


14 de septiembre de 2025

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