Pase de pecho de Castella al toro que desorejó. - Foto: Rubén Serrallé
Borja Giménez paseó una oreja del noble tercero y Miguel Ángel Perera, con el peor lote, se fue de vacío
Castella abre la puerta grande tras desorejar al bravo cuarto
Pedro J. García
La Tribuna de Albacete / 11.09.2025
Castella, que ante su primer enemigo dejó la sensación de que para él era otro día en la oficina, se encontró con el bravo cuarto de Santiago Domecq, que fue premiado con la vuelta al ruedo, y lo desorejó tras una intensa faena por ambos pitones a un astado que siempre tomó el engaño con clase, nobleza y entrega. Lo despachó con una estocada desprendida y perpendicular y cobró el doble trofeo que le abría la puerta grande.
Borja Giménez conjunto una buena faena al tercero de la tarde, con los mejores pasajes sobre la mano derecha y dando aire al noble astado entre serie y serie para que no se le viniese abajo. Cortó una oreja. Puso toda la voluntad ante el que cerraba plaza en busca de la oreja que le hubiese permitido acompañar a Castella en la salida en hombros, pero no tuvo material propicio y, además, falló con los aceros.
La cruz de la tarde fue para Miguel Ángel Perera, que no se terminó de acoplar con su noble y protestón primer enemigo y que puso voluntad y disposición ante el quinto, blando y sin clase.
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