Juan Ortega torea al natural al tercero de la tarde. - Foto: José Miguel Esparcia
El sevillano paseó una oreja del tercero tras una brillante faena, mismo premio que obtuvo Manzanares y Talavante se fue de vacío.
Ortega da sabor a una tarde de muchas ganaderías y pocos toros
Pedro J. García
Toros con tres hierros (Victoriano del Río, La Ventana del Puerto -quinto- y Puerto de San Lorenzo -sexto-) se lidiaron en la quinta de abono, una tarde de muchas ganaderías y poco toro, con la excepción de primero y tercero a los que Manzanares y Ortega, respectivamente, cortaron una oreja, aunque de distinto peso por la obra realizada por cada uno de los diestros. Manzanares tardó en acoplarse con su primer enemigo y no fue hasta mediada la faena cuando llegaron pasajes más intensos ante un noble y manejable astado al que cortó una oreja. Ortega, por su parte, con el noble y manejable tercero dio sabor a la tarde con una faena de muleta de mucho temple, clase y buen gusto, arrancando los olés rotundos del tendido y cortando una oreja a su enemigo, de mucho más peso que la del alicantino. Por su parte, Alejandro Talavante, con el peor lote, no anduvo con contemplaciones en dos faenas breves y de poco entrega, por lo que sus dos actuaciones fueron silenciadas y otra vez el extremeño dio la de arena.
A las 18,11 horas saltó al ruedo el primero de la tarde, por la espera de todos los años para que se coloquen los habituales que llegan con la hora más que justa a la plaza y que hacen que paguen justos por pecadores. El astado no terminó de entregarse en los lances de recibo a la verónica, empujó en el caballo y apretó en banderillas, pero luego tuvo una buena condición en la muleta, aunque Manzanares no terminó de confiarse, tras varias coladas, hasta bien avanzada la faena, porque los primeros pasajes fueron de toreo aliviado, componiendo la figura como él tan bien hace, para la galería, tanto en las series con la derecha como al natural.
Mediada la faena comenzó a ajustarse algo, ligando mejor las series con la mano derecha, con más temple y calado su toreo ante un astado que tomó el engaño con franqueza. Certero estuvo con la espada, dejando una estocada desprendida que fue suficiente para que el toro doblase y el alicantino cobrase una oreja tras la petición generosa del público.
Peor condición tuvo su segundo enemigo, suelto de salida y sin entrega en el capote de Manzanares, defendiéndose en el caballo y apretando en banderillas. Ya en la muleta, en el trasteo por alto inicial se coló y después el toro tuvo una embestida descompuesta, a media altura y sin clase. Entre probaturas y con un toro cada vez más parado, se le fue el vino en catas al alicantino, que decidió abreviar y despachó al astado con una estocada contraria.
Juan Ortega fue el otro diestro que consiguió un trofeo, logrado a ley tras la mejor actuación que dio sabor a una tarde sosa y plomiza tras la merienda, por lo que más de uno del tendido debió tener una digestión pesada. El primer enemigo del diestro sevillano, el tercero de la tarde, llegó parado al capote y Ortega porfió con él, sin poder estirarse, aunque, tras el paso por el caballo, le realizó un lucido quite a la verónica, rematado con media con la suavidad que dejan las manos de seda de este torero. En banderillas, donde se dejó el ejemplar de Victoriano del Río, se desmonteró Jorge Fuentes y, aunque lo realizado por el toro no fuera lo más prometedor, Ortega brindó al respetable y materializó sus intenciones en una faena bien planteada, con tiempo entre serie y serie al manejable y noble astado, con muletazos ajustados por ambos pitones y en los que paraba el tiempo, a cámara lenta, arrancando los olés rotundos del respetable. Mucho aroma tuvo la templada, honda e intensa faena de un Juan Ortega que, tras pinchar, dejó una estocada que fue suficiente para que el toro doblase y los tendidos se llenasen de pañuelos.
El sexto de la tarde, de una tercera ganadería, Puerto de San Lorenzo, echó la cara arriba y no tuvo fijeza en el capote de Juan Ortega, por lo que el público sólo pudo saborear del buen capote de Ortega en el quinte que le realizó al tercero, pero ya saben lo de que las esencias van en frascos pequeños. No se empleó en el caballo, en banderillas apretó y en la muleta el toro llevó siempre la cara a media altura, sin entrega y sin clase. Ortega porfió con él, sobre todo por el pitón izquierdo, pero poco pudo sacar de donde no había, por lo que decidió irse a por la espada y dejó una estocada caída y atravesada y otra casi entera, con la que ya dobló el toro.
Otra vez la de arena. Talavante fue el peor parado en el sorteo a la vista del juego de los astados, pero tampoco puso él mucho empeño por agradar y, una vez más, dio la de arena. El segundo de la tarde, suelto de salida y echando la cara arriba en el capote no permitió estirarse a Talavante quien, tras el paso del astado por el caballo, donde se dejó, le realizó un ajustado quite por chicuelinas, rematado con media verónica. Tras el trasteo inicial por alto, la primera serie con la derecha fue de muletazos hacia afuera, sin ajustarse, y decidió probar por el pitón izquierdo, con el toro con más recorrido, pero más protestón, sin lucimiento. Volvió a la mano derecha y se sucedieron en la muleta los tropezones de un toro que tomaba el engaño a media altura, por lo que Talavante decidió abreviar, con una buena pitada del respetable. Lo despachó con una estocada caída.
El quinto era de otra ganadería, de La Ventana del Puerto, y salió parado, aunque después repitió en el capote de Talavante, que lo recibió con lances a la verónica. En el tercio de varas empujó con un pitón, hasta que derribó al caballo, que quedó a su merced y le propinó una cornada en el cuello. Con la muleta tuvo Talavante un intenso inicio doblándose con el toro y a partir de ese momento se sucedieron muletazos por ambos pitones a un toro con embestida a media altura y sin clase, por lo que Talavante también decidió abreviar y, tras dejar una estocada casi entera, trasera y tendida, confirmó una mala tarde más en esta plaza.
FICHA:
Ganadería. Se lidiaron toros de Victoriano del Río, La Ventana del Puerto (quinto) y Puerto de San Lorenzo (sexto), bien presentados y desiguales de juego; los mejores, primero y tercero.
Manzanares. Corinto y azabache. Oreja y silencio.
Talavante. Grana y oro. Silencio y silencio.
Juan Ortega. Verde manzana y oro. Una oreja y ovación.
Incidencias. La plaza casi se llenó.
Sábado, 13 de septiembre de 2025
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Juan Ortega
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