"...Ahora ha saltado la noticia de su apoderamiento con Lázaro Carmona. Veremos a ver. Tiene que volver a Madrid con urgencia y reverdecer su cartel en una de sus plazas. Con más de una década como matador y la escuela forzosa del banquillo el poso debe aflorar. Y la madurez. Pero hay que darle cancha. No es el primero que pasa por un ostracismo y posterior resurgimiento. Pero este caso concreto ha sido doloroso. Solo él sabrá lo que ha sufrido ver caer a dos compañeros cercanos en once meses..."
JUAN DEL ALAMO: EL ULTIMO OLVIDADO
¿Dónde está Juan del Álamo? El torero de Miróbriga está desaparecido del mundo taurino desde el año 2021 donde toreó una tarde en Vistalegre. Y estuvo muy firme con dos adolfos con guasa. Ni caso le hicieron y de nada sirvió.
Desde entonces ni en un triste pueblo de Castilla se le ha visto vestido de luces. Ni en un festival. Ni en tentaderos donde muchos lucen sus entrenos en las redes sociales.
El caso es que del Álamo había cortado muchas orejas en Madrid en la última década con una salida en hombros en 2017 con toros de Alcurrucén que no le sirvió para casi nada. Tenia mucho cartel ganado en Francia donde aparecía con buen nivel en casi todas las ferias y con el toro fuerte. Se recuerda su éxito con los ibanes en 2015 en Arles en una tarde esplendorosa.. Se fumaba cada año la camada de Pedraza de Yeltes en Madrid y en las Galias con éxitos. Bueno pues ahora ya casi nadie se acuerda de su nombre. Las empresas lo han defenestrado.
Sus años iniciales al lado de Rui Bento fueron buenos. El portugués le defendió en los despachos y llevó muy bien su carrera desde novillero y primeros años de matador. Estaba en muchas ferias y se mantenía con mérito en ellas.
El golpe psicológico del salmantino fue terrible en 2016. Cuando a Víctor Barrio lo asesinó un toro en Teruel. Rivales y compañeros como novilleros punteros en decenas de pueblos se habían batido el cobre. Eran amigos y entre ellos habia una noble competencia . Aquello debió de afectarle y no poco. Pero es que a la semana de su puerta grande en Madrid en Junio de 2017 y a la siguiente corrida le tocaba Aire Sur L´Adour. Y en un toro suyo, de Baltasar Ibán, Iván Fandiño fue atravesado en el vientre quedando muy malherido y muriendo al rato en la enfermería. Solo una piedra puede soportar tanta tragedia.
Imaginemos en un año ver a dos compañeros morir. Uno de ellos muy cerca. Levantarle con toda la muerte encima y despachar al toro con la daga enrojecida y caliente. ¿Cómo se sobrepone uno a tanto espanto? Pensé mucho en ello. Me acordé de la persona que está debajo del traje de luces.
En el verano de 2016 en Dax, delante de un torazo de Pedraza de Yeltes sucedió un hecho revelador. El toro había recibido cuatro puyazos tremendos en un tercio de varas de poder a poder. Y aquel bravo colorado, inmenso de grande, no paraba de moverse. Hacía un calor de justicia. El salmantino no lograba hacerse con él. Y a mitad de faena , Juan se fue a las tablas desde los medios a quitarse la chaquetilla y a refrescarse. Se apoyó en las tablas angustiado de verdad. Pálido, demacrado, derrotado. Parecía un ataque de ansiedad repentino con golpe de calor. Estaba muy tierno lo de Barrio. Imagino los fantasmas en las cabezas de los toreros. Los pánicos no controlados. Son malísimos ratos que nadie sabe, los que pasan esos superhombres.
Del Álamo no estaba bien apoderado. Sus cambios continuos no fueron para bien. Trincones habituales le estafaron según cuentan. Fueron decayendo sus contratos. Y llegó el parón "chino". Y antes había triunfado en una rotunda tarde en su plaza de la Glorieta. Después el olvido, el ostracismo. Un castigo incomprensible e inmerecido. Y en esas está el charro. Muchos no sabían donde estaba. Algunos creían que se había retirado en silencio. Pues ni lo uno ni lo otro. Estaba en Salamanca con un teléfono sin llamadas. Sentado en el banquillo que a tantos toreros ha condenado. Con los vestidos colgados en el armario. Amargado y atónito por unas circunstancias duras y un horizonte oscuro como matador. Un drama.
Y es que el de Ciudad Rodrigo es un buen torero. Buen muletero y con magnífico manejo del capote. Y el valor suficiente acreditado con triunfos con Ibanes, Pedrazas y demás ganaderías con motor turbo. Lo ha demostrado en plazas de primera. Su toreo; siempre clásico ,con empaque y buen gusto. Son armas suficientes para volver a estar en las ferias.
Ahora ha saltado la noticia de su apoderamiento con Lázaro Carmona. Veremos a ver. Tiene que volver a Madrid con urgencia y reverdecer su cartel en una de susplazas. Con más de una década como matador y la escuela forzosa del banquillo el poso debe aflorar. Y la madurez. Pero hay que darle cancha. No es el primero que pasa por un ostracismo y posterior resurgimiento. Pero este caso concreto ha sido doloroso. Solo él sabrá lo que ha sufrido ver caer a dos compañeros cercanos en once meses. Lo que duele que no te sirvan dos orejas bien cortadas en San Isidro. Lo que daña la falta de sensibilidad de las chusmas del toro y de los públicos olvidadizos. Los años en blanco cuando no lo mereces.
Este próximo 2023 debe de ser. Esperemos que tenga oportunidades y demuestre su clasicismo castellano y su evolución como torero. Tiempo al tiempo...
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