Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol.
"...¿Han acabado a palos Rubiales y Luis Enrique? Lo digo más que nada porque lo normal habría sido acordar la continuidad o el cese de un modo conjunto y aquí el único conjunto que hemos visto ha sido el vacío de la selección en el Mundial. Hace dos días Luis Enrique decía que iba a muerte con Rubi y con Moli y que se iba a tomar una semana para decidir qué hacer: despega el avión de Qatar, se bajan del autobús y lo primero que hace Rubiales es decidir que no sigue..."
Preguntas
L.D./12/12/2022
Despedido Luis Enrique y dimitido Molina, el único que sigue ahí es precisamente quien colocó al segundo para que eligiera al primero, o sea Luis Rubiales. Iba a decir que la presidencia de Rubiales está tocada del ala también desde el estricto punto de vista deportivo, que su gestión del caso Lopetegui fue lamentable y que no lo ha sido menos con el streamer de Gijón, pero si algo ha demostrado Rubiales es que tiene más conchas que un galápago y que, como su amigo de Moncloa, sabe aguantar la respiración debajo de tanta basura acumulada. El deportivo es el menor de los problemas que tiene ahora mismo el presidente de la federación y, pese a todo, ha ido sorteándolos uno a uno y, como decía, ahí sigue, inasequible al desaliento. El Mundial de Rusia fue un bochornoso desastre y el de Qatar ha sido un desastre ridículo, pero Rubiales sigue ahí. Ha heredado lo peor de Ángel Villar, indiscutiblemente.
Preguntas: ¿Cómo es posible que el director deportivo que elabora el informe negativo con respecto a Luis Enrique y propone a De la Fuente diga a renglón seguido que no sigue? ¿No debería haberlo hecho Albert Luque? Y, ¿alguien me puede decir para qué sirve el director deportivo de la federación? ¿Y el director de la selección? ¿No hay demasiados directores para tan poco y deficiente trabajo? ¿Qué hacen los directores, eligen el nombre del seleccionador y ya está? Y, en el caso concreto de Molina, ¿el director deportivo elige a De la Fuente y se va? ¿Está de acuerdo Luque? ¿O es que no existe la posibilidad de que Luque no esté de acuerdo porque, de no estarlo, no habría sido elegido director en lugar del director? ¿En serio pretende Rubiales que nos merendemos el cuento de que Molina decide no renovar a Luis Enrique y elige a De la Fuente mientras que Rubiales permanece sentado y a la espera?
Más preguntas: ¿Han acabado a palos Rubiales y Luis Enrique? Lo digo más que nada porque lo normal habría sido acordar la continuidad o el cese de un modo conjunto y aquí el único conjunto que hemos visto ha sido el vacío de la selección en el Mundial. Hace dos días Luis Enrique decía que iba a muerte con Rubi y con Moli y que se iba a tomar una semana para decidir qué hacer: despega el avión de Qatar, se bajan del autobús y lo primero que hace Rubiales es decidir que no sigue.
¿Es verdad que han terminado hasta el gorro de Luis Enrique? ¿Es cierto que no aguantaban más sus chorradas? ¿Es verdad que nadie, incluídos los jugadores, entendió que, después de la derrota ante Japón, la marca blanca de Ibai Llanos se pusiera a charlar de sus cosas como si nada?
Más preguntas: ¿Cómo es posible que si absolutamente nadie de la federación se dirigió nunca a Marcelino, éste rechazara al menos dos ofertas importantes para entrenar? ¿Y cómo se entiende que Marcelino tenga ahora mismo un enfado monumental si nadie le ofreció o sugirió nada? ¿Ha malinterpretado algunas señales o las señales estaban lo suficientemente claras como para que dijera "no" a la espera de que le llegara el fatal y previsible desenlace a Luis Enrique? ¿Y cómo es posible que Rubiales no haya sacado ni diez minutos para reunirse con su nuevo seleccionador? ¿Es verdad que De la Fuente se enteró de todo por la prensa, como en su día Felipe González?
En lo que respecta a De la Fuente, no puedo ponerle ni un pero. Como con todos, a él también le juzgarán sus resultados pero al menos éste Luis no es anti nada y, en principio, parece que viene con el ánimo de pacificar lo que revolucionó el otro. El error no ha sido echar a Luis Enrique, ni siquiera traerlo; el error fue sentar en el banquillo del equipo de todos a un antimadridista. Y pensaría lo mismo si, en vez de antimadridista, el anterior seleccionador se hubiera declarado anticulé o antiatlético, así es imposible que todos rememos en la misma dirección.
El error fue entregarle a Luis Enrique la llave del equipo de todos para que hiciera y deshiciera a su antojo. El error fue no poner pie en pared ante tanta majadería junta. El error, en suma, fue de Luis Rubiales, que no actuó. Pese a lo cual, Rubiales sigue ahí y los demás ya no están. Suerte para Luis de la Fuente, que la va a necesitar. Y no la va a necesitar tanto por su trabajo y sus resultados sino porque la facción de Luis Enrique, fanatizada, espera a la vuelta de la esquina. Si serán fanáticos los tíos, que incluso celebran la eliminación de Brasil o de Portugal y el pase de Marruecos a semifinales porque nos eliminó en octavos. No querían que España llegara lejos, no, tan sólo pretendían tener razón.
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