
'..Una vez más las dos caras que siempre hay en la vida se dejaron ver en el recién concluido abono fallero. El triunfo y el éxito estuvieron presentes en Valencia, pero así mismo la diosa Fortuna miró para otro lado puede que más de la cuenta..'
VIENTO DE LEVANTE
Una feria con dos caras
Paco Delgado
El pasado día 19 de marzo, festividad de San José, día grande de las fiestas falleras, concluyó el ciclo taurino con que se abre el circuito de ferias principales. La de fallas, muy condicionada por la lluvia y el mal tiempo, ofrece un balance desigual y junto a grandes logros aparecen también notas de más bajo nivel y aspectos claramente mejorables.
Una vez más las dos caras que siempre hay en la vida se dejaron ver en el recién concluido abono fallero. El triunfo y el éxito estuvieron presentes en Valencia, pero así mismo la diosa Fortuna miró para otro lado puede que más de la cuenta.
Siendo optimistas hay que celebrar, para empezar, el que hasta dos tardes se pusiese el cartel de “No hay billetes”. Fue las tardes de los días 15 y 16, y, ojo al dato, en ambos festejos se anunciaba Andrés Roca Rey. Casi se colmó el coso de Monleón para la corrida del día 19, para el mano a mano de Román y Borja Jiménez, hubo media entrada para la corrida del día 17, con Castella, Luque y Rufo, y dos tercios en la corrida matinal de rejones del domingo 16. Además hubo más gente que otros años para presenciar las novilladas. O sea, que bien.Entradas corrida toros
La contrapartida llegó con la lluvia, que obligó a suspender hasta dos corridas, la del viernes 14 y la del martes 18, con el consiguiente trastorno para todos. Una vez más queda patente la urgente necesidad de adecuarse a los tiempos que corren y evitar estos contratiempos. No es ya sólo por que llueva, sino para evitar molestias e incomodidades a todos. El cubrir la plaza debería ser ya algo prioritario. No es de recibo que bien entrado el siglo XXI se tenga que depender del cielo para que se de o no un espectáculo.
Ya en el ruedo también hubo luces y sombras y hasta el mismísimo Roca Rey se mostró en dos facetas opuestas. En su primera tarde cuajó una faena extraordinaria a un toro no menos extraordinario, “Frenoso”, para el que hasta se pidió el indulto y fue premiado con la vuelta al ruedo. También mostró todo su compromiso con el segundo toro de su lote en aquella misma tarde si bien su oponente ya no fue igual para nada. Al día siguiente se vio a un torero completamente diferente, descentrado, como ausente y mucho mas difuminado. Tomás Rufo fue ese día quien sacó partido de dos buenos ejemplares de Jandilla y dejó ver puede que los mejores naturales de la feria, convirtiéndose en uno de los grandes destacados de la misma.
Alejandro Chicharro se convirtió en matador de toros y mostró sus maneras y sitio. Daniel Luque firmó una primera faena ligada y mandona si bien con algo de más velocidad de la precisa y Román abrió la puerta grande tras quedarse sólo por la espeluznante cogida de Borja Jiménez. Cortó dos orejas pero él mejor que nadie sabe que su cosecha debería haber sido más abundante. Entradas corrida toros
De los novilleros gustaron Aarón Palacios y El Mene, tenido como el mejor de su categoría, así como la entrega de los valencianos Juan Alberto Torrijos y Simón Andreu. Marco Pérez dejó muchas dudas y tampoco Zulueta aprovechó en toda su dimensión el material del que dispuso.
Del ganado hubo una corrida que destacó por encima de todo lo demás, la de La Quinta, por presencia, esencia y prestaciones. Toros hechos y derechos, con su seriedad, sin romana excesiva y superflua, acometedores y bravos con dos polos opuestos: “Famoso”, lidiado en quinto lugar, que dio ya todo un espectáculo de bravura en un tercio de varas magnífico a cargo de El Puchano, y luego no paró de embestir, y el que cerró plaza, el lunar del encierro y que se rajó de salida. Así deberían ser la mayoría de las corridas. La de Victoriano del Río tuvo nivel, especialmente el primer toro de Roca Rey, “Frenoso”, el otro toro de la feria, y tanto Jandilla como El Parralejo lidiaron ejemplares notables. Fuente Ymbro llevó una novillada más suave que de lo que de este hierro se espera y, como ya viene siendo habitual, la gran decepción llegó con los toros de Juan Pedro Domecq. Fracaso total.
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