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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 21 de marzo de 2025

México: ¡Tauromaquia íntegra / por Jaime Oaxaca



'..El gobierno hizo una propuesta ridícula, ningún taurino acepta eso de las corridas sin sangre; ésta, es parte de la esencia de la fiesta. Queremos una fiesta íntegra..'

 Tauromaquia íntegra
Se presentía y se cumplió: la ciudad de México sin corridas de toros; 60 títeres, mal llamados congresistas, levantaron el dedo para prohibirlas.

El gobierno hizo una propuesta ridícula, ningún taurino acepta eso de las corridas sin sangre; ésta, es parte de la esencia de la fiesta. Queremos una fiesta íntegra.
Los argumentos de los gobernantes para implementar esa fiesta incruenta, son una aberración, no tienen idea de lo que impugnan. Hablan por hablar.

Sin embargo, imagine usted que alguien que entienda de toros quisiera prohibir las corridas. Quizá los profesionales y aficionados al toro, no tendrían muchos argumentos para defenderse.

¿Seguro que quieren una fiesta digna? Analicemos, les dirían.

Quieren la suerte de varas, dicen que es fundamental.

Entonces porque la mayoría de las veces los puyazos son simulados. Por ejemplo, en la plaza México, parten plaza nueve picadores, de ellos seis actúan y si fuera posible sumar la labor de los seis varilargueros, ni siquiera hacen un puyazo auténtico. Son piquetitos, porque en la actualidad sólo se finge la suerte de varas, casi la han desaparecido.

Quieren un tercio de banderillas íntegro. Veamos.

Por qué en muchas plazas solamente se colocan sólo dos pares. En Tlaxcala, eso es común, hasta con un sólo par dan por concluido el tercio.

Quieren que se conserve la suerte de matar

¿Les gustan las múltiples estocadas y el largo número de descabellos? ¿Consideran que es agradable observar el picadillo o brocheta del morrillo?

No quieren que se protejan los cuernos de los toros, como dice la propuesta.

Si quieren cornamentas íntegras, por qué los despuntan en el 99% de los casos. Es cotidiano observar las cornamentas romas, a veces burdas. Los profesionales, llámense toreros, ganaderos, empresarios, jueces, lo aceptan, nadie le dice deshonestidad al despunte, lo consideran normal.

El corte de puntas no es el único timo. Qué tal la edad de los toros, la integridad de la fiesta menciona bovinos de tres años de edad cumplidos para novilladas y cuatro para corridas. Todo mundo sabe que muy pocas veces se cumple con la edad.

Se dice que si aceptan los festejos incruentos el público no va a asistir a la plaza a ver un espectáculo denigrante, a medias, porque el toreo es grandeza, liturgia, rito, un acto heroico pletórico de autenticidad.

Respóndase los profesionales, díganse sin darse coba, si el espectáculo que ofrecen es auténtico o es deshonroso.

Solapar o defender festejos tramposos, no es salvar la fiesta, es hacerse cómplice de un negocio fraudulento.

Por supuesto que hay corridas donde se cumple con todo, como debe ser, lástima que son festejos esporádicos y generalmente no forman parte de las corridas de feria de la localidad.

Después de la prohibición en la capital del país, habrá más sitios en donde se suspendan las corridas, en otros, ojalá sean muchos, continuarán.

Ahora es el momento preciso para enmendar las cosas. No hay que exigirle al gobierno que permita la tauromaquia íntegra, los profesionales son quienes deben ofrecer una tauromaquia íntegra. 


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