
'..Así que por la asignatura pendiente de la suerte suprema Castaño seguirá siendo señalado como un gran valiente, pero sin más. Y no es eso, no. Un valiente que torea muy bien, con mucho arte. Lo plasmó hoy en Madrid..'

Las Ventas - Festejo inaugural de la Temporada
DAMIÁN CASTAÑO: UN VALIENTE QUE TOREA MUY BIEN, PERO MATA MAL
Juan Miguel Núñez Batlles
Madrid, 24 de Marzo de 2025
El salmantino Damián Castaño pasa por ser un torero valiente, muy valiente. Que lo es, sin andarse con remilgos. Pero habría que advertir a partir de hoy que además del arrojo que hay en su toreo, atesora unas formas y estilo que agrandan esa idea que se tiene de él, que le encasilla injustamente en el grupo de "la legión". Este Castaño es, más allá de ese arrojo y coraje espartano que le define, un torero con mucha clase y excelente poso artístico. Lo ha demostrado, hoy, en Las Ventas, con las mejores razones que definen la facultad de lo más bello y sublime.
Sucedió en su primer toro, segundo de la tarde. Tras un lucido recibo a la verónica y quite por muy ajustadas chicuelinas, el entusiasmo del tendido no sobrepasaba los límites de la normalidad, acostumbrado el personal a que el valiente esté siempre en esa línea. Y aún más, se preocupó Castaño de intentar lucir en el tercio de varas una bravura que no iba más allá de la simple conjetura. Es lo que se espera de los toreros valientes cuando se enfrentan a toros de este tipo de ganaderías consideradas duras o toristas, sobre todo en Madrid donde más de uno de esos aficionados fundamentalistas se hace pasar por entendido cuando no es más que un "enterao", dicho en castizo, como ellos suelen expresarse. Total, nada.

Un espejismo de bravura. Porque ni este toro, ni mucho menos los cinco que completaron el envío ganadero, dieron la talla de lo que se esperaba de ellos. En todo caso, éste terminaría echándose para adelante ya en la muleta por la sólida actitud del torero, que enseguida se hizo dueño de la situación. Fue en dos tantas a derechas, presentándole el trapo con tenacidad, muy seguro; los pies atornillados a la arena, y a esperar, aguantar y tirar de la todavía desordenada embestida. Ahí se vió el toro vencido, y no le quedó otra que obedecer. Castaño se gustó y gustó en muletazos de trazo firme y muy sentido. Temple y suma limpieza. Fueron las primeras exquisiteces artísticas, que iban a tener continuidad, y superándose, en el toreo al natural. Ahí vino la despaciosidad y el dominio absoluto. Toreo al ralentí, y más mérito aún, buscando siempre la línea curva, ni más ni menos que estrechándose gradualmente el espacio entre el hombre y el astado, hasta desafiar la ley física que obliga al remate de la serie ya sin solución de continuidad. Todo muy ligado y limpio, muy puro. Un monumento al toreo al natural. La consagración de Damián Castaño como torero de arte, con desafío implícito de ¿hay quién dé más?
Y qué rabia, en el momento que estaban a punto de caer las dos orejas, un pinchazo seguido de un infame bajonazo. No se puede estar peor con la espada.
Así que por la asignatura pendiente de la suerte suprema Castaño seguirá siendo señalado como un gran valiente, pero sin más. Y no es eso, no. Un valiente que torea muy bien, con mucho arte. Lo plasmó hoy en Madrid.
El quinto ya, de muy aviesas intenciones, le obligó a ir a la guerra. A punto de llevárselo por delante en varias ocasiones, el hombre insistiría hasta que le alcanzó con un terrible gañafón. Cornada grave, y ahí se acabó la tarde.

Porque Adrián de Torres poco o nada pudo hacer con un lote imposible, y ello a pesar de los arrestos que puso y el buen concepto que apuntó. Los revisteros antiguos dirían que se justificó, y no lo escribirían para andarse con rodeos. Pues eso.

Y lo que no es de recibo, la actitud y falta de aptitud del primer espada, Rafael de Julia, que dio un mitin de campeonato. Sin aparente afición ni recursos para estar delante de los toros. Penosa imagen de quien ejerce como profesor en la Escuela de Tauromaquia de Madrid, y todavía está anunciado en esta plaza el próximo 2 de mayo. Debería pensárselo por respeto a la profesión.
Ya fuera de las consideraciones en torno a lo que hubo en el ruedo, hay que resaltar las ganas que había de toros en Madrid, como lo prueba la buena entrada en la plaza.
La empresa acertó con el cartel programado, aunque ni la ganadería ni el director de lidia cumplieron las expectativas.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Adolfo Martín, muy bien presentados; corrida pareja en hechuras, sin exageraciones de quilos, musculada y con remate, muy seria, de impecable trapío. En el juego, sin embargo, dejaron todo que desear por su absoluta mansedumbre. Sólo se salvó el segundo por la firmeza del torero que tuvo delante.
Rafael de Julia: pinchazo, casi media, tres pinchazos más y sablazo chalequero (pitos); y nueve pinchazos, media y seis descabellos (gran bronca).
Damián Castaño: pinchazo y bajonazo (gran ovación); y herido, fue llevado a la enfermería, quedando el toro para De Julia, que dio ocho pinchazos y seis descabellos (gran bronca, y ovación para testimoniar el buen hacer y pundonor de Castaño).
Adrián de Torres: estocada trasera y caída (silencio tras aviso); y cinco pinchazos, casi media y descabello (silencio tras aviso).
En cuadrillas, Rubén Sánchez puso un buen par al segundo; Juan Sierra se desmonteró tras banderillear al quinto; e hizo lo propio Iván García en el sexto.
La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada en tarde fresca, pero, por fin, sin la lluvia que no ha dejado de caer en lo que va de mes.
Parte facultativo.- Damián Castaño fue operado bajo anestesia general en la enfermería de "cornada en el tercio superior de la cara posterior del muslo izquierdo con dos trayectorias: una hacia dentro de 15 centímetros que bordea la cara lateral del fémur y contusiona la arteria femoral; y otra hacia arriba de 10 centímetros contusionando el isquión. Pronóstico grave".
Firman el parte los doctores Máximo García Padrós y Máximo García Leirado.
Tras la intervención fue trasladado a la Clínica madrileña La Fraternidad, donde quedó ingresado.
Me gustaría que algún día las figuras se anunciarán con estos toros pero no los quieren ver ni en fotografía.
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