La Exhibición de Enganches en la Real Maestranza de Caballería - Realclubdeenganchesdeandalucia.com
El Ministerio de Cultura sigue olvidándose de la tauromaquia. Se olvida de incluirla en el plan de ayudas para el fomento y desarrollo de los sectores culturales. Se olvida de su promoción. La ningunea sin escrúpulo con discursos que sólo son absurdas declaración de intenciones.
¡Qué engaño!
Manuel Viera
Burladero / Enero/2021
No es que fuese una cuestión abierta a interpretaciones. Ni muchos menos. Lo que fue es lo que es: una pantomima. Bastó en aquel momento un intercambio de palabras entre un político y siete toreros y ¡zas!, los toros a Cultura. Convino una visita de la cúpula del escalafón de matadores al entonces ministro de Interior tras la celebrada, días antes, con su homóloga de Cultura y de inmediato todo resuelto. Y todos contentos.
Aquella incongruencia política del partido socialista resultó chocante. Porque rechazó en el Senado, apoyado por los grupos nacionalistas, la moción del grupo popular que instaba al Gobierno declarar las corridas de toros Bien de Interés Cultural y, por consiguiente, pedir a la Unesco que las incluyera en el listado mundial del Patrimonio Cultural Inmaterial. Sin embargo, decidió pocos días después el traspaso de Interior a Cultura. Incoherencia con origen claro y rotundo: las urnas.
De todas formas, aquel traslado de competencias de uno a otro Ministerio no dejaba de parecer un considerable apoyo al toreo al llevar implícito la catalogación de hecho cultural. Nada más lejos de la realidad. Fue una farsa y la farsa persiste. Las ilusiones están perdidas y la esperanza humillada.
El Ministerio de Cultura sigue olvidándose de la tauromaquia. Se olvida de incluirla en el plan de ayudas para el fomento y desarrollo de los sectores culturales. Se olvida de su promoción. La ningunea sin escrúpulo con discursos que sólo son absurdas declaración de intenciones. Y aunque concede merecida Medalla de Bellas Artes a la institución Real Maestranza de Caballería de Sevilla, vinculada a la tauromaquia por ser la propietaria de la plaza de toros, de meritoria labor, además, en actividades culturales, artísticas, de mecenazgo y firme apoyo al toreo, vuelve a obviar por segundo año consecutivo a los verdaderos protagonistas del arte de torear.
Ahí, en la mayor de las soledades, sigue el toreo. Palabras, sólo palabras, veladas, transformadas en demagogia intencionada que sólo existen cuando emerge el interés. El último desaire, convertido en nueva decepción, ha venido dado en el video promocional con el que el Ministerio de Cultura y Deportes resume en imágenes los hitos de 2020, “el año en el que la cultura y el deporte se demostraron necesarios y seguros” deseando, además, que “juntos vivamos un feliz 2021 cargado de reencuentros. Pero ignoraron la tauromaquia. Que es cultura. ¿O no? ¡Qué engaño!
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