Verónica de 'El Mene'. - Foto: José Miguel Esparcia
El maño firmó lo mejor de la tarde y cortó una oreja del sexto, el mejor de un mal encierro, y Quesada fue cogido por el tercero.
‘El Mene’ salva la tarde con el sexto novillo
Pedro J. García
La Tribuna de Albacete / 11 Sptbre. 2025
Dicen que a la tercera va la vencida y, tras dos tardes de astados descastado, no se cumplió el dicho, porque la novillada de López Gibaja también manseó y sólo se salvó el sexto, el tuerto en el país de los ciegos y al que El Mene, que lo lidió ante la incomparecencia de Quesada por la cogida sufrida en el tercero, le realizó lo más lucido de la tarde, en una faena cimentada sobre la mano diestra y bien rematada con la espada. Suficiente para que se llevase al esportón la única oreja de la tarde, que bien podría entrar dentro de las películas de las tardes de los sábados y domingos que se emiten por televisión, que yo denomino de «enamorados al atardecer» y que son infumables. El matiz, que ayer El Mene se convirtió en el protagonista que dio algo de emoción al filme proyectado sobre el coso albacetense.
Tamarindo fue el primer novillo de la tarde, que manseó de salida y así murió. En el capote de El Mene no se empleó, echando la cara arriba y colándose por ambos pitones y después, hasta el tercio de varas, un sainete de lidia, para desesperar al más paciente, hasta que, por fin, pusieron salir los caballos al ruedo y el novillo recibió un puyazo en el que se defendió para, posteriormente, dolerse en banderillas. No cambio el comportamiento en la muleta del novillero, queriéndose ir tras cada muletazo y, en los albores de la faena, se coló y dio una voltereta a El Mene, al que no se le puede reprochar su voluntad por intentar hacer algo de faena, pero desistió al ver que de un pozo sin agua poco podía sacar. Dejó una estocada contraria y trasera para despachar a un novillo que fue pitado en el arrastre.
Tras la merienda, lo mejor de la tarde hasta ese momento, no mejoró el panorama y el cuarto fue otro novillo manso, protestón y sin clase, con el que poco lucimiento tuvo con los lances de recibo a la verónica. Suelto se fue al caballo que guardaba la puerta, donde recibió el primer puyazo, defendiéndose, al igual que en el segundo. Malo fue el tercio de banderillas, donde el novillo apretó. Brindó al respetable y el inicio de faena fue prometedor, doblándose por abajo y rematando con gusto con el de desprecio y un templado pase de pecho. Fue un espejismo, porque en siguientes series el toro se quedaba corto y echando la cara arriba, con un nulo lucimiento. Intentó agradar, pero lo único que hizo fue alargar una faena que nunca tomó altura. Dejó una estocada, que fue suficiente, y tras el arrastro del novillo fue ovacionado.
Lo más lucido. A El Mene le correspondió también el sexto, al no poder salir Quesada, herido por el tercero, y ya que tuvo que estoquear un novillo más de los previstos, tuvo la suerte de que fue el mejor astado de la tarde. Repitió en su capote, en los lances a la verónica, ganando pasos y rematando en los medios. En el caballo se defendió y en banderillas lució José María Arenas, que se desmonteró. Bueno fue el inicio de faena, con estatuarios, un trincherazo y el de pecho. Prometedor arranque, que tuvo continuación en las series con la mano derecha, ligadas, en redondo, a un novillo que tuvo entrega en la muleta. Por el pitón izquierdo no tuvo la misma condición, costándole tomar el engaño y echando la cara arriba, por lo que el novillero volvió a la mano derecha para que su faena retomase el buen tono. Dejó una estocada desprendida y precisó de un descabello, teniendo el premio de una oreja.
El segundo de la tarde no permitió estirarse con el capote a Zulueta en los lances de recibo y se coló por el derecho. En el caballo se llevó un puyacito en el que ni siquiera le metieron las cuerdas y en banderillas apretó. Con la montera en la mano para brindar al público se le arrancó el novillo y así le dio los primeros muletazos de una faena que empezó fría, con un par de series en las que el astado, blando y sin clase, se quedaba a medio muletazo. Fue a más su labor en el toreo al natural, con dos series con buenos pasajes, de muletazos templados, pero, inexplicablemente, volvió a la mano derecha y todo bajó de tono, sin poder levantarlo de nuevo, pese a intentarlo otra vez al natural. Dejó una estocada trasera y caída que fue suficiente para que el toro doblase y él fue ovacionado.
El quinto, suelto de salida, fue protestado por el respetable y, tras doblar varios veces, fue devuelto. El quinto bis, del mismo hierro, repitió en el capote de Zulueta, echó la cara arriba en el caballo en el puyazo que recibió y se dejó en banderillas. Inició por bajo su faena Zulueta y tras los primeros muletazos empezó a protestar, echando la cara arriba. Tras varias series con la derecha, sin entrega del novillo, se echó la muleta a la mano izquierda y los muletazos, sin apreturas, fueron más largos y la faena subió algo de tono, pero, al igual que en la anterior, volvió a la mano derecha y regresaron las embestidas cortas y los tropezones de muleta. Volvió a la mano izquierda, más ligados los muletazos y tras unos ayudados por alto dejó una estocada un poco contraria y precisó de dos descabellos para finiquitar al astado. Otra vez, el sevillano fue ovacionado.
Con lances a la verónica recibió Alejandro Quesada, que hacía su presentación en Albacete, a su enemigo, que apretó y después se fue suelto al caballo, picado a favor de querencia, defendiéndose y sin entrega. Manseó y apretó en banderillas, por lo que las expectativas para la faena de Quesada en su presentación en Albacete no eran las mejores. Brindó a su padre antes de iniciar la faena, con la mano derecha y unos primeros pasajes sin entrega ninguna del astado. En la segunda serie el toro se coló y le prendió, quedando el novillero en el suelo y a merced del astado, que le hirió, pero tras ser atendido y tomar aire volvió con rabia a la cara del novillo, al que arrancó algún muletazo más. No estuvo certero con la espada, con una estocada muy trasera y caída y precisó de tres descabellos para finiquitar al manso de López Gibaja.
Después, Alejandro Quesada pasó a la enfermería, donde fue intervenido de una cornada interna en el gemelo interno izquierdo de 12 centímetros, de pronóstico menos grave.
FICHA:
Ganadería. Se lidiaron novillos de López Gibaja, el quinto como sobrero, bien presentados y mansos, salvo el sexto.
'El Mene'. Tabaco y oro. Silencio y una oreja, en la tarde de su presentación.
Javier Zulueta. Rosa palo y oro. Ovación y ovación tras un aviso.
Alejandro Quesada. Purísima y azabache. Palmas en el único que lidió en la tarde su presentación. En la enfermería fue intervenido de una cornada interna.
Incidencias. La plaza registró media entrada en tarde agradable.
Galería Fotográfica

Alejandro Quesada
No hay comentarios:
Publicar un comentario