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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 28 de mayo de 2011

SAN ISIDRO: Hasta nueve birriosos toros en el ruedo / Por Juan Miguel Núñez / EFE

David Fandila "El Fandi"
-Fotografía Luis M. Sánchez-Burladero.com-

Corrida larga y aburrida, 
de hasta nueve birriosos toros en el ruedo
Juan Miguel Núñez / EFE

Madrid, 27 may (EFE).- Hasta nueve toros saltaron al ruedo, a cuál peor por presencia y juego, en un tarde de desesperación y aburrimiento a pesar de ciertos detalles sueltos de la terna, hoy en Las Ventas.

BAJO MÍNIMOS
No se entiende, que a principio de temporada como es el mes de mayo no haya en el campo suficientes corridas para elegir, y más tratándose de Madrid. Más incomprensible, que los ganaderos que no las tienen se empeñen en traerlas.
Como está fuera de toda lógica que también la empresa transija con la situación, sabiendo lo que se juega de cara al próximo concurso, cuyo pliego saldrá este mismo año. Y ya el colmo, que la autoridad "trague" también, y ojo con la responsabilidad de los veterinarios.

Hubo un toro, el segundo, que "se tapó" por los pitones, y ello también a pesar de ser demasiado estrecho de sienes. El tercero, escurridísimo de todo, ni tenía cara. Y para terminar de arreglarlo, el sexto, un armario de tres cuerpos.
El "baile" de sobreros, también de lo más desafortunado.
Y ya la falta de raza y la invalidez, absolutamente en los astados que saltaron al ruedo, como peor aderezo para que todo saliera rematadamente mal.

Una tarde bajo mínimos, por tanto, como no podía ser de otra manera.
Aunque todavía, de parte de los toreros, se salvan actitudes y capacidades que no sería justo pasar por alto.
Lo más notable, la muleta del Cid, a derechas en el primero, y por naturales en el cuarto. No falló "El Cid" a pesar de la falta de "material".
El desrazado primero se movió mejor por el lado derecho, pero sin continuidad, y eso hizo que, aunque de uno en uno, "El Cid" cuajara pases de muy buena factura. Y algo parecido en el cuarto, en el que el hombre, muy comprometido, muy firme, tampoco se afligió ante las circunstancias. Pocos pero muy buenos muletazos en un largo conjunto.

A "Fandi" se le notó un tanto abrumado por el marco, la plaza de Las Ventas, donde se supone que su estilo encaja menos. De hecho el siempre exigente tendido "siete" no le perdonó ni que pusiera banderillas. Un tanto atolondrado en su primero, llegó a dejar el par al violín en el suelo. Sin embargo, más natural y espontáneo en el quinto, cerró el tercio con un par a la moviola de mucha vibración.

"Fandi" lanceó a este quinto con ajuste y cierta donosura. No obstante, con la muleta le perdieron un poco las prisas y el desajuste. La estocada, aunque no se lo reconocieran, fue muy buena, por ejecución y efecto.

Al contrario que sus compañeros, el mexicano Saldívar tuvo a la gente de su parte. La verdad es que también él salió a darlo todo. Su actitud con el capote, de lo más sobresaliente, haciendo quites por chicuelinas al segundo y por tafalleras al quinto, amén de sendos saludos a la verónica al tercero y al sexto.
Muleta en mano, en los dos de su lote estuvo valiente, a ratos también con finura en el tercero, e intentando lo imposible con el descomunal sexto, que no terminaba de desplazarse.

Analizada la corrida en base a la actitud de la terna, se salva de sobra. Pero pudo más la plasta de los toros, sin duda. EFE.
FICHA DEL FESTEJO.- 
Cuatro toros de "Las Ramblas", uno -el primero- de José Vázquez, y otro -el cuarto-, sobrero-tris, de José Luis Iniesta, que sustituía a otro sobrero de Ortigao Costa que a su vez venía de reemplazar a otro sobrero de José Vázquez que había corrido turno con el primero.
Toros pobres de pobres presencias, con la excepción del mastodóntico sexto, desrazados y deslucidos. Un sector de la plaza aplaudió el arrastre del quinto pero más que nada por fastidiar al torero.
Maniel Jesús "El Cid": casi entera desprendida y descabello (palmas); y cuatro pinchazos y estocada (silencio).
David Fandila "El Fandi": media baja (silencio); y buena estocada (palmas).
El mexicano Arturo Saldívar: estocada (ovación); y dos pinchazos y otro hondo (silencio).
En las cuadrillas, José Manuel Fernández "Alcalareño, hijo" puso dos buenos pares al primero, muy aplaudidos, pero sin llegar a saludar.
La plaza rozó el lleno en tarde fresca después de una fuerte tormenta en los prolegómenos que, sin embargo, ya no volvió a caer.

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