Se puede ocultar pero lo cierto es que, con este artículo, Cañizares -vicepresidente- se enfrenta a Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Cardenal Cañizares: los indultos abren la puerta a la ruptura de España
El cardenal de Valencia recoge el testigo de Rouco Varela, cuando afirmaba que la unidad de España es un bien moral. Hay que entender algo: España será católica o no será
Pues bien, no es que Cañizares evite la lucha por la vida, pero ahora vuelve con otro artículo en La Razón en la que arremete contra los indultos a los políticos catalanes del Procés, con el argumento que rompen la unidad de España.
¿Y eso no es meterse en política? Bueno, la verdad es que con los indultos, quien ha entado de lleno en el barro político es la propia Conferencia Episcopal catalana y la propia Conferencia Episcopal Española, presidida por el catalán-aragonés (de la Franja) Juan José Omella… y a favor de los indultos.
Los nacionalismos catalán y vasco se han convertido en credos cristófobos y los valencianos de Compromís o los gallegos del Bloque, son progres anticlericales.
Por tanto, sí, para un católico, es triste decirlo, Cañizares arremete contra Omella dejando claro que no hay unidad de opinión entre los obispos españoles sobre el asunto catalán. ¿Y eso es malo? Yo creo que no, porque la unidad de los pastores debe forjarse alrededor de la doctrina. Si se discrepa sobre la recta doctrina, bendita sea la discrepancia. A lo mejor estamos formando al pueblo.
El cardenal de Valencia recoge así el testigo de Rouco Varela, cuando afirmaba que la unidad de España es un bien moral. Conste que como católico, dio la mezcolanza ‘trabucaire’ entre religión y policía. Ahora bien, en el Caso de España, de un país forjado por la fe en Cristo y el amor a Santa María, probablemente como ningún otro en el mundo, sí puede decirse justamente eso: que la unidad de España es un bien moral.
La unidad de los pastores -obispos- debe forjarse alrededor del Catecismo. Si se discrepa sobre la recta doctrina, bendita sea la discrepancia. A lo mejor, así forman al pueblo.
Buena prueba de ello es que los nacionalismo catalán y vasco se han convertido en una religión cristófoba, la religión de los indepes, y que todos los nacionalismos -incluido el valenciano de Compromís o el gallego del Bloque, resultan especialmente cristófobos.
Hay que entender algo: España será católica o no será. Todos deben entender esto pero, sobre todo el único partido cristiano que existe en España a día de hoy: Vox, así como los votantes del PP que creen estar votando a unos principios cristianos. Desgraciadamente, digo desgraciadamente, no es así.
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