Al quite / por Antolín Castro

Morante y Roca

'..Recientemente se ha hablado mucho sobre el tira y afloja que mantuvieron Morante de la Puebla y Roca Rey en la plaza de El Puerto de Santa María. No pensaba pronunciarme sobre el incidente, que no presencié, pero a petición de algunos aficionados voy a aportar mi opinión al respecto en base a lo leído sobre lo sucedido..'

Al quite

Antolín Castro

Opinión y Toros/14 Agosto 2025

Salir al quite es una expresión que se utiliza, procedente del léxico taurino, para atajar alguna situación difícil, incómoda o controvertida.

Recientemente se ha hablado mucho sobre el tira y afloja que mantuvieron Morante de la Puebla y Roca Rey en la plaza de El Puerto de Santa María. No pensaba pronunciarme sobre el incidente, que no presencié, pero a petición de algunos aficionados voy a aportar mi opinión al respecto en base a lo leído sobre lo sucedido.

Y para salir ‘al quite’ lo primero que he de señalar es que son dos los aspectos a considerar. Para mí el primero y el peor es el de la lengua desatada, por falta de educación y, por encima de todo, falta de respeto, de Roca hacia Morante. ‘Maestro fúmate un purito despacito’ es cuando menos despectivo, además de estar impregnada de arrogancia y falta de humildad por parte del peruano. Los modales del joven torero, por las formas, quedan en evidencia, todo sin entrar en el fondo de la cuestión.

En cuanto a sus intervenciones vestidos de luces, lo acontecido puede suceder más veces. De hecho, a lo largo de la historia, ha habido quites que han levantado ampollas y hasta puños para boxear. En mi memoria queda la tangana de El Cordobés y Paco Camino en Aranjuez y otra trifulca de El Soro y Manzanares (padre) en Valencia.

Yo suelo decir 'todo lo que no es oportuno es inoportuno por automatismo'. Es decir, cuando algo se hace fuera de oportunidad, aunque sea legal, se convierte en algo que incomoda, más allá de reglamentos. Por lo escuchado y leído, el quite no fue oportuno. Si no lo hizo en su turno y fue con ansias desbocadas, como si no se quisiera perder la oportunidad de responder, no es de extrañar que el de La Puebla se lo hiciera saber. La respuesta, se mire por donde se mire, totalmente fuera de lugar y de educación.

Como decía, esto ha sucedido más veces y, oh casualidad, en otra ocasión el propio Morante fue el inoportuno. Fue en Valencia y literalmente avasalló a un jovencísimo Talavante aquel día. Como en esa ocasión sí estaba presente, pude posicionarme en el texto de mi crónica. En este enlace se puede leer.

Ya veis como donde las dan las toman y que, precisamente, los quites son la mejor arma para visibilizar la rivalidad y la competencia -lamentablemente casi perdida por la falta de una suerte de varas en regla-. Eso sí, que compitan, que se desafíen, que escuezan esos quites, pero siempre dentro de un orden y sin faltar al respeto, como ahora, o utilizando los puños como en los otros incidentes comentados.

Cada uno en su lugar… pero nos gustaría que siga esa rivalidad en beneficio de los aficionados. Los gallos que peleen, con el capote en toros propios o ajenos, y con la muleta en sus respectivas faenas y si es con un toro íntegro y sin ventajas, mucho mejor.

Quienes me pidieron opinión, aquí la tienen. Por eso estamos en Opinión y Toros.