SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES / 2° DEL CRISTO DE LOS REMEDIOS - GINÉS MARÍN, EN FIGURA, Y DIEGO GARCÍA CON ESA AMBICIÓN / por Juan Miguel Núñez Batlles

Diego García

'..A escasos veinte kilómetros de la Puerta del Sol, San Sebastián de los Reyes celebra este 2025 "500 años de encierros y emoción", como reza el logotipo impreso por su ayuntamiento para recordar la efeméride, documentalmente probada, con la que sus habitantes presumen de unas raíces toreras tan profundas, que no sólo se conservan si no que se proyectan a un espléndido futuro..'

SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES / 2° DEL CRISTO DE LOS REMEDIOS - GINÉS MARÍN, EN FIGURA, Y DIEGO GARCÍA CON ESA AMBICIÓN.

Por Juan Miguel Núñez Batlles

S.S. de los Reyes / 29.08.2025

Tenía que ser necesariamente en San Sebastián de los Reyes donde se dieran tantas y tan felices circunstancias como las que ha tenido la corrida de hoy, jueves, cuyo balance de siete orejas habla por si sólo. Tres trofeos cada uno cortaron Ginés Marín y el local Diego García, y uno más Tristán Barroso, este último sin poder cruzar a hombros la Puerta Grande por culpa de los aceros.

A escasos veinte kilómetros de la Puerta del Sol, San Sebastián de los Reyes celebra este 2025 "500 años de encierros y emoción", como reza el logotipo impreso por su ayuntamiento para recordar la efeméride, documentalmente probada, con la que sus habitantes presumen de unas raíces toreras tan profundas, que no sólo se conservan si no que se proyectan a un espléndido futuro.

Y así resulta que esta ciudad taurina por excelencia, se ilusiona ahora con la vocación de un nombre joven, Diego García, ya con rango de matador de toros, que ha triunfado a lo grande mostrando las tres cartas fundamentales para funcionar en la profesión: el valor, el dominio de la técnica y el buen gusto en la interpretación. Perfecto maridaje con el aderezo del sello de la ambición.

Estuvo García en la puerta de chiqueros para recibir a su primero con una comprometida larga cambiada a la que siguieron lances de mucha enjundia. Puso banderillas con facilidad, y muleta en mano anduvo muy seguro y capaz, con mucha desenvoltura a pesar de las pocas facilidades que prestó el toro, de tardas y medias arrancadas además de soltar la cara al final de cada pase. El temple, arma fundamental para limar la áspera embestida. Y a partir de ahí un parón muy emotivo. La estocada dio paso al doble trofeo.

Con el quinto, mal lidiado y peor banderilleado por una ineficaz cuadrilla, Diego lo tuvo aún más difícil. El toro embestía descompuesto; no obstante, de nuevo el valor sereno le hizo estar y resolver con notable suficiencia. Algo también muy importante de este torero, la verticalidad y el empaque que acompaña a su figura. Y la espada, matando a sus dos toros a la primera.

El primer espada, Ginés Marín, cumplió una tarde de figura. Sus dos toros, los mejores del encierro, y en ambos mostró un dominio absoluto. A los dos los cuajó con el capote. Su primera faena, a pesar de todo, resultó demasiado fría quizás por la extrema bondad, que habría que interpretar como sosería del astado.

El presidente, riguroso y entendido, toda una garantía para mantener el prestigio y la seriedad de esta plaza, que antes de él llegó a estar en entredicho, aguantó el chaparrón en la petición del doble trofeo. Y así discurrió ya el festejo por los cauces apropiados.

Más entregado y desenvuelto Marín en el cuarto, lució un toreo precioso y preciso con emocionante epílogo, de arrimón en terrenos inverosímiles.

Tristán Barroso salió igualmente muy entregado en sus dos toros. En el tercero, suaves lances a la veronica en el saludo y bonitas chicuelinas en el posterior quite. El trasteo de muleta fue largo y con altibajos. No obstante dejó ambiente para que el público pidiera la oreja finalmente concedida. Ya en el último volvió a estar a tope con capote, quite incluido, y muleta desde dos péndulos en la apertura. Faena de mucha raza, siempre a por todas. Pero faltó coronar con los aceros.

FICHA DEL FESTEJO

Toros de Salvador Domecq, bien presentados y de juego variado. Los mejores, primero y cuarto, el lote de Marín. El quinto, el más complicado. El resto, manejables en distintos grados.

Ginés Marín: estocada arriba y fulminante (oreja con petición de la segunda); y estocada (dos orejas).

Diego García: estocada casi entera (dos orejas); y estocada sin puntilla (oreja).

Tristán Barroso: media perpendicular y descabello (aviso y oreja); y pinchazo, media y tres descabellos (palmas en la despedida).

La plaza registró media entrada en tarde agradable.