'..La brecha se agiganta. Me refiero a la distancia cada vez mayor entre el discurso oficial y la realidad de la calle. Si las consecuencias de la islamización y la inmigración masiva la padecen los españoles más humildes, reconocer los efectos nocivos de la islamización y al mismo tiempo presentarla como un fenómeno irreversible condena a esos españoles a la marginalidad..'
Mohamed recita la Constitución
Javier Torres
El magrebí que propinó una paliza a un anciano en Torre Pacheco ya está en libertad. Por lo visto, no debemos indignarnos con la noticia porque nos faltan datos. Un marroquí de 19 años en situación irregular y antecedentes por robo con violencia deja malherido a un hombre, pero apenas sabemos nada. No debemos precipitarnos con estas cosas tan finas de tribunales, sobre todo cuando la ultraderecha no para de crecer gracias a su discurso de odio e islamofobia.
En la mañana del jueves abordan la cuestión en COPE. El locutor agosteño pregunta a los tres tertulianos si creen que la puesta en libertad del agresor ha generado indignación entre la población. Las respuestas son circunloquios que mezclan el “nos falta información a chorros” con los habituales lugares comunes de la cofradía de los moderados.
Luego viene la segunda pregunta que firmarían maestros del fact-check como Jesús Cintora o Javier Ruiz, ahora con el triple de presupuesto.
-El hecho de que esta persona no haya pasado un mes en la cárcel, ¿alimenta también ese discurso xenófobo?
El foco ya no se pone en la víctima, el señor de 68 años con la cara morada, ni en las autoridades que permiten que un inmigrante ilegal con antecedentes deambule por España. Lo nuclear, como una vez reconoció una famosa presentadora de Antena 3 cuando un sirio apuñaló a cuatro niños en Francia, es que estas cosas «son votos para la ultraderecha».
Este clima asfixiantemente politizado es el causante de que tras cada machetazo, violación o crimen le siga la cortoplacista pregunta de a quién beneficia. Cuando a uno le preocupa más el cui prodest que la seguridad o las consecuencias de la islamización estamos ante el mismo periodismo que Ferreras impartió en la SER el 11, 12 y 13 de marzo de 2004.
En julio fue Torre Pacheco y en agosto lo será Jumilla, también Murcia. Allí VOX ha logrado que el PP impida la celebración en instalaciones municipales de las dos grandes festividades musulmanas: el fin del Ramadán y la Fiesta del Cordero. Desde hace años, el Ayuntamiento cedía los espacios para el rezo de la población musulmana. La moción, literalmente, pide que las instalaciones deportivas se empleen «exclusivamente para actividades organizadas por el Ayuntamiento» y «en ningún caso para actividades culturales, sociales o religiosas ajenas al Ayuntamiento». Además, el texto —reformulado por el PP— incluye la defensa de la «identidad, valores y manifestaciones religiosas tradicionales» de España.
Los tertulianos de COPE se pronuncian:
-VOX utiliza esta cuestión como gasolina electoral, es peligroso y deleznable.
-El argumentario de VOX me parece inaceptable. Hay dos millones de musulmanes en España y tienen derecho a practicar sus costumbres… son parte también de nuestra cultura, ya están aquí. El PP debería revisar cuanto antes esa alianza con Vox.
Toma la palabra el director de un periódico regional:
-Esta idea de que hay que promover las costumbres españolas frente a las de los demás es bastante aberrante.
A continuación, el triple salto mortal del mismo tertuliano, que trata de lograr la cuadratura del círculo:
-Pero tampoco podemos caer en el buenismo de aceptarlo todo porque es su cultura. El primer respeto a los demás es la ley. Una religión que promueve matrimonios forzosos no puede tener cabida en España. Una cosa es la libertad confesional… habría que preguntarse si en países islámicos se permitiría una gran celebración cristiana, hay muchos en los que no… en España tendría que permitirse (celebraciones musulmanas) porque es un país de progreso.
La brecha se agiganta. Me refiero a la distancia cada vez mayor entre el discurso oficial y la realidad de la calle. Si las consecuencias de la islamización y la inmigración masiva la padecen los españoles más humildes, reconocer los efectos nocivos de la islamización y al mismo tiempo presentarla como un fenómeno irreversible condena a esos españoles a la marginalidad. Lo siento, pobre españolito, mi tolerancia está por encima de tu libertad.
Al mediodía las reacciones se suceden. Un portavoz islámico aparece en La Sexta aludiendo a la libertad religiosa que contiene la Constitución, exactamente igual que en el comunicado que después emite la Conferencia Episcopal.
Por supuesto que la cuestión de fondo no es la Constitución ni la libertad religiosa, sino la islamización, fenómeno disolvente y nunca integrador, como evidenció el marroquí con pasaporte español entrevistado por un reportero el mes pasado en Torre Pacheco.
-Bueno, tú también eres español, dice el periodista.
Responde el entrevistado:
-Yo musulmán, tú español.
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