
'..Quiero creer que había una norma, lógica y sensata, una costumbre, puede que esté equivocado, según la cual, mientras estuviera el toro en el ruedo, no era oportuno, respetuoso o aconsejable que saltaran paisanos o paisanas..'
Quiero creer que había una norma, lógica y sensata, una costumbre, puede que esté equivocado, según la cual, mientras estuviera el toro en el ruedo, no era oportuno, respetuoso o aconsejable que saltaran paisanos o paisanas porque era posible pero no probable que sufrieran un percance por embestidas imprevistas o incontrolables.
O sea, que se puede brindar a los que están en el callejón, en el burladero del callejón o en el tendido. Innecesario salir al ruedo. ¿Falta de respeto a los del traje de luces y una frivolidad, incluso riesgo tonto. Da igual que sean toreros en activo o retirados. Tienen su sitio –todo el espacio de la plaza- para recibir sus brindis. Aunque después de lo de Espartaco confirmando de paisano una alternativa…
Y encima, en la última corrida magallánica, al frívolo e irrespetuoso Esaú se le ocurrió brindar a Paco Ojeda que vino sonriente y salió rápidamente al ruedo ante la invitación del matador. Hizo un gesto al presidente como pidiendo permiso cuando entraba al ruedo sin permiso.
El gracioso Esaú venía de hacer otra horterada brutal : paseíllo a cuerpo limpio sin capote ni gorrilla, el único entre sus compañeros matadores y subalternos... Poco se puede esperar de un Esaú así. Y los comentaristas dicharacheros de Canal Sur, calladitos, ni pregunta de la reportera…
Ni los toreros con historia saben decir a estos aspirantes a chufla lo que se ha hecho siempre. Un día después, en Málaga, David de Miranda brinda a Fortes, de paisano, tras sacarlo al ruedo.
También hubo, en su día, “brindis en el ruedo” a Ruiz Miguel, cómo no del ínclito, quién, Esaú, claro, que se bajó del sitio de comentarista para recibirlo, aunque sin micro. Menos mal. ¿Lo criticó después? Vaya independencia y vaya oportunidad de los brindadores. ¿No se pueden esperar al día que no se televise?. Y después volvió a bajar Ruiz Miguel al ruedo a devolver la montera entre abrazos, besos y sonrisas. Jarana y apoteosis.
También hicieron bajar al ruedo, bajar, al graciosísimo exfutbolista Joaquín. Tan gracioso que lo ves y te partes, el más gracioso del mundo. ¿Sería Urdiales?
Hemos visto a Juan Ortega brindando a Paco Ojeda, cada uno en su sitio. ¿Había más cariño?
Y recordar los brindis que son brindis como uno de Juan Ortega a Roberto Domínguez. O los de Tomás Rufo, Ginés Marín y Emilio de Justo a Luis Reina por lo mal que lo habían tratado en Badajoz. Y los agradecidos de Roca Rey y Tomás Rufo a la Ayuso. Y el de Isaac Fonseca reivindicando en toreo en México.
Y el precioso de Fortes a los niños espectadores de todo el mundo y por supuesto el de Rafa Serna a un amigo “que estuviste siempre ahí cuando no había nadie”.
Aparte queda el tradicional de fin de temporada a la cuadrilla e íntimos : apoderado, mozo de espadas y ayuda. Ocho pero resguardados.
El mundo de los brindis serios y nada serios.
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