La pasión de Fernando Adrián / por Rafael Comino Delgado

'..siempre avanzando en la línea de entrega máxima, de vivir las 24 horas su profesión, de sentirla desde lo más profundo de su ser. Este hombre lleva el toreo metido en la sangre como yo he visto a pocos, porque pocos son, creo yo, los que sientan tanta pasión por su profesión, el toreo, aunque lógicamente todos la sientan con pasión..'

La pasión de Fernando Adrián

Rafael Comino Delgado

Me gustan todos los buenos toreros, sean más o menos artistas, más o menos poderosos, y sigo la carrera de prácticamente todos. Pero sigo desde hace muchos años la carrera de Fernando Adrián (solo le conozco de haberle saludado en un tentadero), que ha sido y sigue siendo muy dura, aunque va dando pasos muy firmes, siempre avanzando en la línea de entrega máxima, de vivir las 24 horas su profesión, de sentirla desde lo más profundo de su ser. Este hombre lleva el toreo metido en la sangre como yo he visto a pocos, porque pocos son, creo yo, los que sientan tanta pasión por su profesión, el toreo, aunque lógicamente todos la sientan con pasión.

En las entrevistas que le hacen, en las declaraciones que hace cuando los periodistas le abordan, rebosa pasión por los cuatro costados. Es impresionante como trasmite esa pasión, que siente, pues lo que dice tiene que ser muy de verdad, y por eso la trasmite tan intensamente.

Pero es que verle en la plaza, como anda por el ruedo, como se mueve delante del toro, como se coloca, pisando terrenos muy comprometidos, con aparente facilidad, como ejecuta la suerte de matar, con que verdad se tira a matar, aunque en la pasada feria de San Isidro pinchó una faena de dos orejas clarísimas, a un toro bravísimo, encastadísimo, con el que estuvo cumbre. Aunque eso le puede pasar a cualquiera. Yo creo que en aquel toro tenía tanto deseo de matarlo bien, quería entregarse tanto que eso mismo hizo que fallara. Le ha pasado alguna otra vez, pero muy pocas, pues suele ser muy seguro con la espada.

Y ya sabemos que ese tipo de toros, si no se es buen torero pueden ponerte en evidencia y arruinar tu carrera. Pero es un torero poderoso. Esos toros y esas faenas son las que hacen afición de verdad, porque el toreo, como hemos dicho muchas veces, es emoción, y para que haya emoción intensa, no vale el torito, encastado pero, menos, enrazado pero no demasiado, con mucha clase y, como me decía un matador, que tenga un puntito de manso, es decir, que no exija mucho al torero. Esos emocionan, pero mucho menos. Esos no son de los que cuando termina la corrida te quedas con ganas de volver al día siguiente otra vez. Yo creo que los buenos empresarios deben darle más carteles a Fernando Adrián, porque su toreo es de los que enganchan, de los que irá subiendo en su carrera, y de los que meterán gente en la plaza, cuando toreando cada vez más pueda desarrollar todo lo que lleva dentro, y son una cualidades muy buenas para ser una figura durante años.

Esperamos verle en Pontevedra, Bilbao, Cuenca, etc. Ojalá en todas esas corridas y más que le saldrán, pueda triunfar fuerte y pronto estar entre las figuras , que es su sitio. El enorme sacrificio, la pasión que tiene por el toreo y sus cualidades lo merecen.