Me quito el sombrero con Álvaro de la Calle, matador de toros. Matar cinco toros en Madrid siendo sobresaliente es una hazaña. Salir andando, un milagro. Hacerlo con ese temple, sin estridencias, con torería, asumiendo las carencias y ejerciendo la profesión de TORERO es algo que ya no le podrá quitar nadie a Álvaro de la Calle. Qué mérito, con qué templanza y fortaleza ha resuelto la tremenda papeleta hoy en Las Ventas. Mis respetos, matador. Hoy le ha dado usted categoría a lo que significa ser torero. Quítense los sombreros. Fotos : Vicent Canelles y varios autores.
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