"...Pérols, aunque solo será una novillada estival, permite a Juan Bautista asentar su poder en Francia y recuperar no solo una plaza para él sino además para la afición francesa, como también en lo personal suyo recuperar anímicamente una moral más fuerte tras sus problemas del 2022 que le alejaron un tanto del mundillo..."
El artífice de este regreso es el empresario, otrora matador galo, Juan Bautista con la empresa Peliz Organización que en un afán de querer ampliar comercialmente su mercado, acordó el pasado día de San Valentín con el valiente alcalde de Pérols Jean-Pierre Rico (del partido Nuevo Centro), en programar una novillada de Miura (todo un mito en Francia) el próximo sábado 15 de julio en el marco de la “feria des Étangs” (de las Lagunas). El cartel será oficialmente presentado el próximo 24 de marzo, no sin alguna oposición de animalistas.
Se confirma, así sí, el regreso en Pérols de los festejos a la usanza española con suerte de matar, en una plaza de 1.700 localidades que fue construida en duro en 1960 tras décadas de dar festejos en una plaza improvisada delimitada por carros de caballos. Cabe precisar que esta plaza, si bien no dio novilladas bravas estas últimas 20 temporadas, no dejó de dar corridas camarguesas durante ese paréntesis. Esta ciudad mediterránea de 10.000 habitantes cuenta con un activo Club taurino Lou Razet (presidente Julien Lemoine) que fue creado en 1922. Un pueblo con afición arraigada, sea al toro camargués o al bravo español, aficiones compartidas en esa zona.
Para la Francia taurina, la recuperación de esta plaza de Pérols es un símbolo importante de la vitalidad del taurinismo francés. Van dos décadas de paulatinas pérdidas de cosos en toda la geografía sureña gala, como la plaza de Burdeos-Floirac en el 2006 que fue la pérdida más emblemática, la del anfiteatro romano de Fréjus cerca de Italia, la de Rieumes cerca de Tolosa, la de Colliure la catalana o más cerca de Montpellier, las de Palavas y de Mauguio en el 2021.
Tantas pérdidas de plazas por un lado que parecen debilitar los toros en Francia, lo que es incorrecto pues siguen intactos el impacto, el peso y la fuerza económica de las ferias galas, y tantos avances por otro lado con una jurisprudencia de diferentes tribunales que siguen reforzando el legítimo derecho (constitucional, penal, civil y administrativo) de dar toros en Francia, en una línea geográfica que va más o menos de Burdeos a Marsella.
Esta recuperación de la plaza de Pérols (de ser Juan Bautista, la bautizaría “Plaza de toros de Montpellier-Pérols”) va por lo tanto en contra de la tendencia actual de pequeños empresarios o de clubes taurinos autogestionarios que prefieren echar la toalla por no tener la capacidad de poder seguir.
Como hemos visto, otras plazas están por recuperar en Francia, la lista siendo más larga aún. Nada impide, si no fuesen los alcaldes de esas plazas, recuperarlas una tras otra. Es parte del reto que se impone Juan Bautista para reforzar su proyecto ambicioso de conseguir poco a poco crecer con paciencia y tal vez arrebatar el poder en Francia y más tarde en España, a un Don Simón que tiene mucho que lidiar, en Las Ventas, por ejemplo.
Pérols, aunque solo será una novillada estival, permite a Juan Bautista asentar su poder en Francia y recuperar no solo una plaza para él sino además para la afición francesa, como también en lo personal suyo recuperar anímicamente una moral más fuerte tras sus problemas del 2022 que le alejaron un tanto del mundillo. Bien necesitamos en la Europa taurina que defendemos, de un empresario con visión que dé avances en estos temas porque sufrimos de tantos otros simples gestores, gerentes taurinos, administradores o como se llamen ellos, que son mayoría y que solo parecen estar interesados en vivir del cuento.
Juan Bautista junto al alcalde Jean-Pierre Rico (con gafas) y Julien Lemoine (con barba)Foto: Virginie Moreau (Hérault Tribune)
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