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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 26 de febrero de 2023

Manolo Escribano, otro que me da la razón / por Pla Ventura

"... un diestro admirable que ha conseguido éxitos por doquier en todas las plazas en las que ha actuado, que ha indultado un Victorino en Sevilla, un Miura en Utrera, dato insólito porque se trataba del primer indulto de los toros de Zahariche en sus ciento setenta y siete años de historia. Datos, como digo, de una relevancia extrema, todo ello unido a sus tardes épicas en Madrid y demás plazas del mundo..."

Manolo Escribano, otro que me da la razón

Pla Ventura
Toros de Lidia/25 febrero, 2023
Al final, las cosas caen por su propio peso y, como se demuestra, la verdad, para bien o para mal, brilla con más intensidad que el Astro Rey. Y abogo por la verdad cuando, en demasiadas ocasiones se me ha tachado de agorero respeto a los toreros y demás asuntos complicadísimos del mundo del toro y, repito, los hechos dicen más que las palabras, por ello sigo teniendo razón cuando digo que, el mundo de los toros es un coto cerrado para unos pocos mientras que, para el noventa y nueve por ciento restante es todo un calvario muy difícil de llevar.

Cuando digo otro que me da la razón, me refiero a Manolo Escribano, un diestro admirable que ha conseguido éxitos por doquier en todas las plazas en las que ha actuado, que ha indultado un Victorino en Sevilla, un Miura en Utrera, dato insólito porque se trataba del primer indulto de los toros de Zahariche en sus ciento setenta y siete años de historia. Datos, como digo, de una relevancia extrema, todo ello unido a sus tardes épicas en Madrid y demás plazas del mundo.

Recordemos que el cuerpo de Manolo Escribano está lacerado por innumerables cornadas, un dato que viene a certificar su verdad cuando se enfrenta al toro que, como es obvio, no es de cartón y si, por el contrario, de divisas encastadísimas de las que dichos animales hacen presa en el cuerpo de sus lidiadores. Muchas han sido las cornadas de este diestro pero, nos llama la atención aquella tan gravísima que sufrió en Alicante frente a un toro de Adolfo Martín en la que, de no ser por la pericia del doctor Chema Reyes, Escribano, en estos momentos sería historia de la tauromaquia. Por cierto, Alicante, una plaza en la actuó dos años consecutivos con triunfos de clamor frente a los toros de Albaserrada y nunca más volvió.

Seguramente, Manolo Escribano no será un torero para paladares exquisitos, pero sí para corazones apasionados que suelen vibrar ante la verdad de su toreo porque, ¿habrá algo más hermoso que desde el tendido todo el mundo sienta el mismo miedo que el propio diestro al comprobar el toro que está lidiando? Ese es el caso del diestro de Gerena que, para su desdicha, su valor, su épica, su entrega total, en los tiempos que corremos, todo ello no cotiza en la bolsa del toreo.

Hoy en día, como se comprueba, priva más la estética que la épica, razón por la que el toreo está en puro debacle. Es bello ver a un torero en su estética pero, eso tiene un problema, que no aparece el toro como en verdad debiera. Y, en los toros, no hay nada más aburrido e infumable que ver a un torero frente a un animalito santificado sin el menor atisbo de peligro. El toreo, tal y como lo conciben muchos, ha llegado al extremo que, dada su aparente facilidad con la que se interpreta, desdichadamente, todos tenemos la sensación de que seríamos capaces de ponernos delante de dichos bicornes sin peligro alguno.

Mala cosa resulta para el toreo que no palpemos el peligro que siempre adornó y diferenció a esta fiesta de todos los espectáculos habidos en el mundo. Manolo Escribano, como dije miles de veces, es el fiel exponente de la verdad sin la menor mácula, un torero que, frente al toro auténtico, rara puede ser la plaza en la que no haya triunfado y, como pago, en esta temporada que comenzamos, salvo sus actuaciones firmadas en Sevilla no le vemos por lado alguno y, donde más se nota su ausencia es en Madrid, un ruedo en el que ha emocionado muchísimas veces al público soberano de la capital de España pero, como quiera que en los toros el cliente recibe aquello que le quieren dar, nunca lo que en verdad pide, esa es la razón por la que se ningunea a diestros como Manolo Escribano que, como otros, le estará dando vueltas a la cabeza pensando qué otra estrategia podrá utilizar para que su verdad sea tenida en cuenta.

Eso sí, digámosle al mundo que, pese a todo, Manolo Escribano, todo aquello que ha logrado en la última década se lo debe todo a El Juli porque, en aquella ocasión, el madrileño se había apuntado a los Miura en Sevilla y, una cornadita sufrida unos días antes le impidió –para suerte de Escribano- acudir a dicha cita, razón por la que la empresa Pagés contrató al diestro de Gerena para matar dicha corrida en la que, Manolo Escribano le cortó las dos orejas a un todo de don Eduardo y, a partir de ahí amasó toda la gloria que ahora ha acumulado en todos los ruedos en los que ha actuado. Decíamos de la épica y, por dicha razón, no podemos olvidar sus seis toros de Miura que mató en solitario la pasada temporada en la capital hispalense en su feria, todo un reto que lo saldó con una oreja y, lo que es mejor, con el respeto de aquella afición que, en dicho día, sin público clavelero acudieron a verle para que se emocionaron sus corazones.

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