"...Hay descuido, si no desprecio, muy marcado en la clase política por lo que es España con todos sus significados: pilar fundamental del Occidente cristiano, aristotélico, antropocéntrico, apasionado, trabajador, alegre..."
¿QUE TE HA PASADO, ESPAÑA?
Fortunato González Cruz*
La pregunta la hizo el papa Francisco respecto de Europa y la tomo prestada para España. Me cuesta reflexionar sobre España desde el pozo séptico en donde ha unido el chavismo a Venezuela, pero lo hago más como desahogo personal que por creer que tendrá algún efecto la opinión de un lejano andino que ha podido seguir siendo español si Fernando VII no hubiese sido tan estúpido.
Lo castizo sigue allí en cualquier mesón, en la placita íntima, en el Palacio Real y en casi todos los hogares de España. Reservo un “casi” para meter allí algunos apátridas desnaturalizados. Hay un denominador común de lo español que no riñe con las particularidades sino que las reafirma. Contiene tanta España un flamenco como una jota, una folía como una muñeira, una sardana como un chotis. Es tan español un catalán, por más que no lo quiera ser, que un castellano, y aquel tendrá que dejarse llevar por sus resentimientos para hurgar en los relatos patrioteros de su lamentable clase política.
Lo castizo está allí y esa particular naturaleza atrae, como a millones de turistas, una de las corrientes de visitantes más grande del mundo, y también a propios que saben el valor de lo que tienen y lo cultivan, lo mejoran, lo disfrutan y lo brindan con alegría y generosidad. Recuerdo los problemas de los viticultores cuando Europa les impuso obligaciones de calidad para sus caldos, y hoy nada mejor que España en calidad de vinos y de muchísimas otras cosas más. La marca España es pasión, como sus fiestas y cofradías, sus toros y sus bailes, sus guisos y sus sazones, su arte y su literatura, sus desafíos y sus sueños.
Pero como aquellos años de comienzos del siglo XIX, se ve atrapada por espíritus estúpidos que han hecho irrupción en la política y emboban a la gente que camina dócilmente a la ruina, como Venezuela, inmensamente rica y víctima de los mismos demagogos irresponsables, hijos de la pedantería ideológica y de la arrogancia de los académicos de izquierda que nunca han conocido el trabajo honrado y han sido parásitos de un Estado de Bienestar mantenidos con el sudor ajeno.
Hay descuido, si no desprecio, muy marcado en la clase política por lo que es España con todos sus significados: pilar fundamental del Occidente cristiano, aristotélico, antropocéntrico, apasionado, trabajador, alegre. Es como si todos estos valores fuesen “políticamente incorrectos” cuando es todo lo contrario y de allí su histórica irresponsabilidad y la amenaza de los nuevos actores, más torpes y estúpidos que el propio Fernando VII.
¿Qué te ha pasado, España? Vuelve a tus valores que tienen más significados en la modernidad, globalízate y lugarízate, reafirma tu naturaleza y avanzarás con más firmeza. No te dejes seducir por los estúpidos.
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**Fortunato González, es Catedrático de la U.L.A. de Mérida-Venezuela / Miembro de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales / Fundador y Director de la Cátedra de Tauromaquia "G. Briceño Ferrigni" de la U.L.A.
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