El ganadero y empresario quiteño, José Luis Cobo, fue nombrado por el alcalde de Latacunga como “Ciudadano Emblemático”, por los servicios prestados a la comunidad cotopaxense, al contribuir decididamente con la cultura, el turismo, y dinamizar la economía.
Abril y mayo, meses de homenajes
Manolo Espinosa “El Ciclón”
Ecuador, Mayo/2014
Mientras llegan las temporadas que son bien marcadas en cuanto a la organización de festejos y ferias, la fiesta hace una pausa y la afición lo aprovecha para tomarse un respiro, desplazándose por otros ámbitos para ir desgranando los hechos afincados en la cultura taurina y que nos compete a todos, tales como conversatorios, congresos, exposiciones pictóricas o literarias, así como para hacer evaluaciones de gentes destacadas que merecen ser tomadas en cuenta para los respectivos reconocimientos, con lo cual se motiva a los protagonistas que sustentan la fiesta.
Estos meses han sido de emotivos acontecimientos, de homenajes sinceros y bien merecidos, para los empresarios que con esfuerzos y profunda inspiración taurina, han logrado mantener la majestad del toreo en dos provincias, en dos ciudades del centro del país, en donde la fiesta brava se la vive con intensidad, lo que produce suficiente sentimiento para que los aficionados se destoquen saludándolos con honor, a estos hombres destacados y a sus acciones invaluables, que por ellas la cultura taurina se mantiene viva y refulgente en el país.
Reconocemos que la organización de una feria no es nada fácil, como también somos conscientes de los riesgos económicos que corren los organizadores, sin dejar de lado los temporales que son los intrusos que pueden conspirar contra el espectáculo de los privilegiados arruinándolo todo. Sin embargo, a pesar de la avalancha de incertidumbres que normalmente surgen, pero afirmados en el valor que ostentan, echan “la pata palante” cargando la suerte y encajando los riñones, para tirar con temple a la fortuna que no es fácil de someterla.
El primer evento de reconocimiento y gratitud se celebró en Riobamba la “Sevilla Chica”, cuando en la feria “Señor del Buen Suceso” celebrada como de costumbre en la monumental “Raúl Dávalos”, el mes de abril pasado, se organizo por iniciativa de varias instituciones taurinas, el homenaje al empresario y ganadero, Patricio García. Acto que se revistió de relevancia, con la presencia del soberano que se involucró en el acto, ovacionando fuertemente al gestor de los espectáculos taurinos por más de una década. Enhorabuena por ello.
Al siguiente mes, ocurría algo similar en la ciudad de Latacunga “Salamanca de América”, cuando al finalizar sus funciones el Prefecto Saliente, Marcelo Carvajal, organizó un evento de reconocimiento al matador, ganadero y empresario, José Luis Cobo, colocándole una presea al “Ciudadano Emblemático”, por los servicios prestados a la comunidad cotopaxense, al contribuir decididamente con la cultura, el turismo, y dinamizar la economía.
Todos estos actos solo demuestran, que todavía existe una afición consciente, responsable y grata, con los gestores y animadores de la fiesta, puesto que son las arterias por donde corre la pasión taurina, reconociendo además, que sin ellos y sin su labor, no existiría el espectáculo sin par en el mundo. Es bueno y saludable tener sentimientos y desgajar detalles de señorío como lo demanda la fiesta en todas las instancias, manteniendo el respaldo que debe ser manifestado con la presencia del masivo público en todos los espectáculos que se organicen y cuando lo merezcan como en los casos mencionados, participar con determinados estímulos que los animen a seguir luchando por mantener encendida la fiesta brava.
La afición piensa que es una suerte tener dos o tres empresarios que comanden la actividad taurina en el país, sin embargo, cuanto darían por que fuesen más, puesto que de esa manera se incrementarían los espectáculos en nuestro medio. Por el momento con estos actos, se ha refrendado su quehacer cargados de éxito y no nos queda más que felicitar a esas iniciativas taurinísimas que engrandecen la cultura y la fiesta y que las buenas costumbres no se las pierda jamás por el bien de ella que merece estímulos para vigorizarse.
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