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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 23 de mayo de 2014

SAN ISIDRO 2014: NO PUDO SER... TARDE RUINOSA / Por Antolín Castro


Una gran ovación a un par de banderillas de Juan José Trujillo en el último. 
/Fotografía de Andrew Moore/

"...Lo visto hoy en Las Ventas duele, si cabe, mucho más. Hoy hicieron el paseíllo tres de las llamadas figuras -dos de ellos de los cinco rebeldes sevillanos, los otros tres están anunciados mañana sin solución de continuidad- y se acabó el papel. Pero acabarse el papel no lo es todo, salvo para los que de esto hacen su negocio...."


NO PUDO SER... TARDE RUINOSA

  • Un encierro de lujo, lo habrán visto varios veedores, y una ruina como las que acostumbramos en esta feria. Desigual presentación, rayando alguno lo impresentable, ya nos lo contarán en ‘El Toro es el Protagonista’, de fuerzas mínimas, de casta escasísimos, mansos como el que más y hasta alguno reparado de la vista o toreado, vaya usted a saber

Antolín Castro
S.I.14.- Terminaba ayer así mi crónica: Duelen muchas cosas, pero sabemos que son muchos a los que no les ha dolido el bolsillo adquirir entradas para mañana. Esperemos que no les duelan también. Que lo negro y doloroso se convierta en auténtico y luminoso. Al menos, es un deseo. No pudo ser.

Lo visto hoy en Las Ventas duele, si cabe, mucho más. Hoy hicieron el paseíllo tres de las llamadas figuras -dos de ellos de los cinco rebeldes sevillanos, los otros tres están anunciados mañana sin solución de continuidad- y se acabó el papel. Pero acabarse el papel no lo es todo, salvo para los que de esto hacen su negocio.

Un encierro de lujo, lo habrán visto varios veedores, y una ruina como las que acostumbramos en esta feria. Desigual presentación, rayando alguno lo impresentable, ya nos lo contarán en ‘El Toro es el Protagonista’, de fuerzas mínimas, de casta escasísimos, mansos como el que más y hasta alguno reparado de la vista o toreado, vaya usted a saber. Con este material lo normal es aburrir a las ovejas y a cuantos estábamos allí.

La disposición y el acierto de Talavante con su manso primero, pero que tenía buena condición metiendo la cabeza en la muleta, distracciones y huidas al margen, nos permitieron ver al Talavante que gusta tanto en Madrid. Series a derechas e izquierdas, mejor éstas, y sujetar a veces al toro con habilidad le han permitido construir una faena a más que no ha tenido buen refrendo con la espada. Una ovación que pudo ser una vuelta al ruedo premiaron al pacense. Estuvo presto en los quites y no pudo alcanzar nada con el descastado último de la tarde. 

Talavante, al menos, ha dejado en alto su pabellón y se le esperará las próximas tardes. A quienes no se esperará será a sus compañeros de terna, si bien será por dos razones: no tienen ninguna tarde más contratada y quien sabe si ganas de verlos de nuevo tendrían muchos de los asistentes.

Así entró Finito a matar a su primero

Finito de Córdoba vino, es verdad, pero no adquiere un compromiso mayor que el hacer el paseíllo. Intentar ponerse bonito con una ruina, o dos ruinas, no es lo que se espera de él. Hace falta algo más y esa actitud queda en evidencia cuando para mostrar su compromiso, con su profesión y con Las Ventas, entra a matar como entra. Si dudas hay en cuanto a su actitud a la hora de manejar las telas, queda confirmada en negativo cuando coge el estoque.

Morante era el más esperado y es el que se ha llevado la peor parte. No solo del lote de toros, sino de las iras del público, ha recibido pitos y bronca para adornar el autobús del Morante Tour 2014. ‘El arte no tiene miedo’ reza el lema de su autobús itinerante, pero debe ser verdad en parte. Para crear arte toreando hay que pasarlo. Quizá no tanto como hoy, pero hay que pasarlo y, si es posible, disimularlo.

Lo disimuló en el primero, en el que el viento impidió sacar al toro fuera de las rayas para poder hacer el toreo en condiciones, pero se atisbaron, por las formas fundamentalmente, las ganas y el pellizco para que salieran olés de las gargantas. El segundo de su lote le puso en serios aprietos contra las tablas al recibirlo, ni toro ni torero sabían para dónde ir y en esas dudas creemos que salvo el pellejo el de La Puebla. Le machacaron en varas. Luego la lidia transcurrió de sobresalto en sobresalto y terminó con un mitin con la espada de esos que hacen época.

De igual guisa hizo Morante un sinfín de veces

No fue la tarde luminosa que todos queríamos, solo una tarde ruinosa más. A salvo muchos momentos de la faena de Talavante y un par de banderillas de Juan José Trujillo en el último. A la postre, las dos ovaciones de la ruinosa tarde.

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