la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 22 de mayo de 2014

SAN ISIDRO 2014: TARDE DOLOROSA…/ Por Antolín Castro

Hoy dolían los recuerdos, la lluvia y el frío: Hoy dolían muchas cosas más

"...Duele, y mucho, el recuerdo de lo acontecido ayer y se notaba en el ambiente. Sin embargo el resumen, la conclusión de ese día negro, se ha escrito con letras blancas a favor de la Fiesta, de los toreros y del valor de los mismos. Hablar de la verdad, del riesgo inherente y el valor de quienes se ponen delante del toro, ha dignificado su profesión y sus valores..."

TARDE DOLOROSA…
  • Duele también que se baje el nivel de exigencia de esta plaza. Es cierto que lo mejor de la tarde lo ha hecho Juan del Álamo, pero cierto es también que hoy se ha llevado una oreja de poco peso.
Antolín Castro
S.I.14.- Si la de ayer la llamamos tarde negra, tarde dura, la de hoy la podemos llamar tarde dolorosa. Ayer unas circunstancias, el percance de los tres espadas, hacía que se suspendiera el festejo y se marchara uno de la plaza consternado, hoy no llega a tanto pero doler… duele.

Duele, y mucho, el recuerdo de lo acontecido ayer y se notaba en el ambiente. Sin embargo el resumen, la conclusión de ese día negro, se ha escrito con letras blancas a favor de la Fiesta, de los toreros y del valor de los mismos. Hablar de la verdad, del riesgo inherente y el valor de quienes se ponen delante del toro, ha dignificado su profesión y sus valores.

Duele que el frío, la lluvia y el viento hagan de una tarde de toros un suplicio para los espectadores. ¿No habíamos quedado que los toros son con sol y moscas? A muchos les dolían todos los huesos tras pasar más de dos horas en esas condiciones.

Duele, un día más, ver tendidos semivacíos. Más si estamos hablando de que la corrida de la Prensa era fecha señalada en el calendario y propiciaba que se acudiera en masa a la plaza. Hoy ha estado el aforo en la misma línea que todos los días, demasiado cemento. Durante el almuerzo con amigos y colegas alguno auguraba un lleno, mientras yo discrepaba plenamente de esa idea. Duele acertar.

Duele que una ganadería, otrora señera, como es la de Juan Pedro Domecq obtenga tan mala nota. Y no por repetida la nota deja de dolernos. No camina por el buen camino y su flojedad, así como su llamada manejabilidad, terminan por hacer daño a todos. Duele que el toro sea un apéndice en lugar de ser el verdadero protagonista. Primero está él y luego los que se quieran poner delante, no al revés.

Duele bastante que El Cid sea una caricatura de sí mismo. Duele verle lleno de dudas y de nervios, con un aparente deseo de querer y no poder. Hay páginas en esta plaza que se han llenado con su toreo y día a día parece que se empeña el de Salteras en irlas borrando. Cómo quieren que no duela ese deambular por la plaza de un torero que ha sido tan querido en Madrid. Le chillarán, pero lo hacen desde el dolor.

Duele que El Fandi sea el torero que más torea del escalafón. Y no duele porque se le tenga manía o se le desee lo contrario. No, lo que duele es el saber la clase de públicos que le jalean por esas plazas, cuando su calidad está muy lejos de poder ocupar ese lugar. Duele, repito, no porque David nos caiga mal sino por todos esos toreros que tiene cualidades y no les han dejado prodigarse. Sabemos de la valía de los toreros entretenedores de públicos pero eso, ya se ve, no vale para la primera feria del mundo. Duele saber que el nivel, el aprobado, no lo impone la primera plaza, lo imponen el resto. Es tanto como decir que las escuelas están por encima de las universidades, de la cátedra.

Duele también que se baje el nivel de exigencia de esta plaza. Es cierto que lo mejor de la tarde lo ha hecho Juan del Álamo, pero cierto es también que hoy se ha llevado una oreja de poco peso. Suma una más en la cuenta de a una por cada una de las cinco tardes en el espacio de un año, pero la de hoy no vale lo mismo que la del otro día. Y sin embargo, valía lo mismo por si en el último cortaba otra, una salida a hombros. Las orejas nunca pueden ser baratas en Madrid. Se corre el riesgo de afearlo después.

Duelen muchas cosas, pero sabemos que son muchos a los que no les ha dolido el bolsillo adquirir entradas para mañana. Esperemos que no les duelan también. Que lo negro y doloroso se convierta en auténtico y luminoso. Al menos, es un deseo.

***

No hay comentarios:

Publicar un comentario