Sin que me quede nada por dentro, duela a quien le duela, está el Carnaval Taurino 2022 en aguas fangosas. Se habla de que le quitarán la organización del mismo a la Empresa “Ramguertauros” que de ser así, apelaría a la medida tribunalicia cautelar que tiene a su favor y de lógica solicitaría indemnización pues tiene un contrato firmado y en ejecución; que se la darían a otra, que por lo que se sabe tiene un veto organizativo sobre ella en la “Román Eduardo Sandia”, no goza de mucho afecto en la madre patria; que grupo consorcio puja la opción, etc. etc. etc.
Todo un lío, que va en contra de la Fiesta Brava, del Carnaval Taurino de América, del aficionado taurino en sí, que le da caldo de cultivo a quienes nos adversan, que pone en alto riesgo al impulso turístico económico que en tiempo ferial registra Mérida, por lo que aquí, si aún tienen cuatro dedos de frente, sería mejor, a mi modo de ver, sin que se tome que pretendo favorecer a nadie, hacer un paréntesis, dejar las cosas, como están, que la organización del evento taurino ferial merideño se cumpla de acuerdo al vigente contrato de concesión establecido y luego, pues nada, llamar a licitación taurina y ya se verá, quien la gana.
Mientras deciden y ojalá sea pronto, que harán los del Complejo Recreacional de Mérida (COREMER), administradores de la Plaza de Toros “Román Eduardo Sandia”, que posición toma los nuevos de la Comisión Taurina Municipal del Libertador, en estos días iniciales de nuevo año, el Carnaval Taurino 2022 nada en aguas fangosas y olé.
--Foto: Arte de Carlos Raúl Lobo
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