San Isidro...hace milagros
Alianza cívica
Pedro Javier CáceresMadrid, 11/03/2012.-
El trazo grueso que se va conociendo sobre el esqueleto del abono de San Isidro en Madrid está descubriendo muchas cartas marcadas de los tahúres y sus voceros difundiendo un estado de represión y opresión de los empresarios taurinos en las primeras ferias ("la conjura de los sátrapas") respecto de los cabecillas del SEPLA toreril por aquello de la no negociación, sí trágala, de los derechos de ¿imagen?
Un victimismo a lo Guardiola beligerante contra la prepotencia "mouriñista": hombre bueno, hombre malo (como diseño prêt à porter) que poco tiene que ver con la realidad.
Los prejuicios con que se acogió la "alianza cívica" de quienes integran esta nueva Taurodelta quedan en "pelota picá" y desenmascaran a aquellos que de forma espuria iban abasteciendo la cloaca.
Igualmente, no deja de ser curioso que quienes provocaron la "alianza cívica" (el jefe y lugartenientes del SEPLA toreril, aspirantes a "controladores" del sistema —quítate tú para ponerme yo, pero con mamporreros instrumentalizados-) se hayan ensañado con su candidato a las primeras de cambio, en Fallas; o quizá por ello, le hayan pasado una factura tan injusta como desagradecida.
Luego en Sevilla han abusado de la soledad independiente de su empresa como se puede refutar -digan lo que digan- cruzando datos anteriores con estos posteriores, dejándola a los pies de los caballos. Menos mal que, desgraciadamente para La Fiesta, en los toros -marginados de cualquier actualidad- no hay "pena de telediario".
Ellos fueron los que conminaron a Doña Esperanza para que tuviera muy en cuenta la necesidad de que fuera Simón Casas el nuevo empresario de Madrid "por el bien de la Fiesta".
La bien amueblada cabeza de Simón orillando protagonismo y obviando vanidad, la altura de miras de JAMU (los dos aparcando rencores aparentemente irresolubles) y los buenos oficios de Toño desembocaron en esta "alianza cívica" -debidamente jerarquizada- antes que un "caudillaje" manejado por el "movimiento".
Los primeros resultados de la "alianza cívica" ahí se barruntan, y pronto ahí estarán.
Todo el G contratado y la pretensión de contar con todo el escalafón hasta completar cupo.
Si bien algo no va a cambiar: el SEPLA de "Iberia" no quiere cuentas con los "low cost"; juntos pero no revueltos.
Y además los airbus ("cuvillos, victorianos, juanpedros"). Los de hélice para los plebeyos, que siempre ha habido clases.
Tampoco cambiará que arrojando luz, hechos testarudos los de "piñón fijo", cambien su discurso porque "no hay mas ciego que el que no quiere ver".
Un victimismo a lo Guardiola beligerante contra la prepotencia "mouriñista": hombre bueno, hombre malo (como diseño prêt à porter) que poco tiene que ver con la realidad.
Los prejuicios con que se acogió la "alianza cívica" de quienes integran esta nueva Taurodelta quedan en "pelota picá" y desenmascaran a aquellos que de forma espuria iban abasteciendo la cloaca.
Igualmente, no deja de ser curioso que quienes provocaron la "alianza cívica" (el jefe y lugartenientes del SEPLA toreril, aspirantes a "controladores" del sistema —quítate tú para ponerme yo, pero con mamporreros instrumentalizados-) se hayan ensañado con su candidato a las primeras de cambio, en Fallas; o quizá por ello, le hayan pasado una factura tan injusta como desagradecida.
Luego en Sevilla han abusado de la soledad independiente de su empresa como se puede refutar -digan lo que digan- cruzando datos anteriores con estos posteriores, dejándola a los pies de los caballos. Menos mal que, desgraciadamente para La Fiesta, en los toros -marginados de cualquier actualidad- no hay "pena de telediario".
Ellos fueron los que conminaron a Doña Esperanza para que tuviera muy en cuenta la necesidad de que fuera Simón Casas el nuevo empresario de Madrid "por el bien de la Fiesta".
La bien amueblada cabeza de Simón orillando protagonismo y obviando vanidad, la altura de miras de JAMU (los dos aparcando rencores aparentemente irresolubles) y los buenos oficios de Toño desembocaron en esta "alianza cívica" -debidamente jerarquizada- antes que un "caudillaje" manejado por el "movimiento".
Los primeros resultados de la "alianza cívica" ahí se barruntan, y pronto ahí estarán.
Todo el G contratado y la pretensión de contar con todo el escalafón hasta completar cupo.
Si bien algo no va a cambiar: el SEPLA de "Iberia" no quiere cuentas con los "low cost"; juntos pero no revueltos.
Y además los airbus ("cuvillos, victorianos, juanpedros"). Los de hélice para los plebeyos, que siempre ha habido clases.
Tampoco cambiará que arrojando luz, hechos testarudos los de "piñón fijo", cambien su discurso porque "no hay mas ciego que el que no quiere ver".
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