
José Antonio Morante de la Puebla
Foto: Eduardo Porcuna
'..El diestro cigarrero volvió a esculpir en el inmenso ruedo portuense otra obra de verdadero valor histórico. Universal. Labor callada y paciente, a solas con el peligro y sin prisas por acabarla de ejecutar..'
Doce mil almas enloquecieron con su toreo
Por Manuel Viera
Instantes mágicos, porque esa es la percepción que su toreo produce: la de momentos próximos por su pureza, pero distintos por la natural sensibilidad. El viento de levante no impidió disfrutar de la belleza e intensidad de una tauromaquia sublime. Con el corazón roto toreó para sí mismo y para más de doce mil almas que lo idolatran. Momentos de un toreo en oro derretido de absoluta unidad con lo deseado, que es también valor y sentimiento.
Festival taurino
Reventó la taquilla para llenar la Real Plaza de El Puerto de Santa María, que lucía expectante deseosa de gozar con la tauromaquia de quien hoy es el “número uno”. El aliciente de un público que acude a la plaza con la sola intención de ver torear. Y emocionarse. Toreros que se han convertido en el encanto de una programación estival que seduce.
El empresario Carlos Zúñiga ha podido celebrar la atrayente temporada de toros solventados los absurdos inconvenientes de última hora. Unas combinaciones de toros y toreros en perfecto equilibrio entre lo demandado y lo exigido. Entre lo deseado y lo obligado. De ahí esas dobles actuaciones de los más predilectos de la afición de El Puerto.
El pasado domingo, en el ecuador de la programación, Morante hizo enloquecer a unos tendidos abarrotados. Y lo hizo con ese rasgo distinto del torero de La Puebla: la percepción de la verdad y el peligro en juego permanente con su vida. Porque no se puede torear con mayor ajuste, con mayor solemnidad, con mayor belleza… con ese sentido de lo auténtico y el compromiso con la gente que desea su toreo como regalo del cielo.
El diestro cigarrero volvió a esculpir en el inmenso ruedo portuense otra obra de verdadero valor histórico. Universal. Labor callada y paciente, a solas con el peligro y sin prisas por acabarla de ejecutar. Regresará a la Plaza Real el próximo sábado 9 de agosto. Se le espera, otra vez, porque es más que un sueño cierto. Una ilusión. A fin de cuentas es único.
Burladero.com / miércoles, 6 de agosto de 2025
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