'..el 30 de septiembre, la Justicia condenaba al Ayuntamiento de Dueñas (PSOE) por intentar retirar una cruz cristiana en honor a José Antonio Primo de Rivera. La cruz, en realidad se levantó, como tantas en España, en honor a los caídos que lo fueron para poder seguir rezando ante la cruz en la que están escritos sus nombres..'
La cruz de Dueñas
Jesús García-Conde
No había pasado ni un año desde que en España se levantara una hoguera. Castilla, consciente del peligro que amenazaba a España, nerviosa como una torrentera plantó todos sus mozos curtidos en los frentes. Quedaba Castilla sin brazos juveniles/ni pulsos que dibujen su parda paramera/lejos, en las trincheras, están sembrando abriles/los mozos de Castilla con puños de quimera. Otra vez Castilla, la señora de los grandes destinos, y más que grandes universales, se empeña en rehacer la unidad de la patria. Contiene la respiración, espera noticias del frente, reza, trabaja y calla. Una vez más se repite la Historia. Todo lo da Castilla sin pedir nunca nada/le basta el monasterio verde de su llanura/ Castilla es un aliento fresco de madrugada/y un profundo silencio de poesía pura.
Así es Castilla, el heroísmo de los mozos en el frente, y el rezo de los monjes en el monasterio. Uno como el de la Trapa, al lado de Dueñas, provincia de Palencia. Y en una plaza de Dueñas, una cruz a sus caídos. Hay tantos políticos castellanos que no conocen que la tierra que pisan es un surco de historia hecha con alejandrinos como los de Martín Abril. Por eso consentían tirar una Cruz que se mantendrá erguida por decisión de la Justicia.
Efectivamente el 30 de septiembre, la Justicia condenaba al Ayuntamiento de Dueñas (PSOE) por intentar retirar una cruz cristiana en honor a José Antonio Primo de Rivera. La cruz, en realidad se levantó, como tantas en España, en honor a los caídos que lo fueron para poder seguir rezando ante la cruz en la que están escritos sus nombres.
Los concejales de Dueñas de IU, por acción, y del PP y PSOE por cobarde omisión, actualizaban con sus decisiones la «siega satánica de cruces» de la que hablaba Pemán, prologuista de nuestro Martín Abril, en el poema de la Bestia y el Ángel.
Qué bien les vendría leer a los poetas que han entendido a Castilla. Cómo pueden pensar en separar Castilla de la cruz sin dejar a cualquiera de las dos huérfanas.
Y aún hay que agradecer al juez que detuviese el derribo de la cruz a pesar de que la argumentación contiene párrafos humillantes. Dice el juzgado que «cabe entender que el listado de nombres y apellidos escrito o labrado bajo la inscripción ‘JOSÉ A. P. DE RIVERA’ no tendría vinculación alguna con el llamado bando republicano. Es más, la documentación aportada evidencia que se trata de un grupo de personas integradas bajo la consideración de ‘Caídos en la Cruzada’, si bien no se hace ensalzamiento alguno de las personas allí mencionadas y menos aún figura un elogio o alabanza de los mismos que constituya un enaltecimiento frente a las personas que militaron en el bando republicano».
Las leyes que nos hemos dado y los jueces que las aplican no permiten que sean ensalzados unos compatriotas suyos que murieron bajo el signo de la misma cruz que muchos redactores de esas leyes. Una sociedad así rebaja el heroísmo a las hazañas deportivas. Una sociedad así se vuelve blanda y vulgar. No hay mayor ensalzamiento que dar la vida por los semejantes. Tanto ensalza que tiene premio de vida eterna. Y eso bien merece ser esculpido en piedra. Estos son los héroes verdaderos.
Qué pena que encima haya que alegrarse de una sentencia que tiene menciones tan humillantes para el sacrificio de unos mozos castellanos. Pero sigue el poeta… habrá un día que todo en España sea luz/sobre el pomo caliente de la vida lograda/ mi campo franciscano —el campo de Castilla— a cuestas con su cruz/ dirá sereno al mundo que no ha pasado nada. Y de nuevo Castilla, con otros dirigentes, y con su cruz, volverá a ser el símbolo de España.
25 de octubre de 2025
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