Sí, las tres circunstancias. Brillante porque hubo muchas cosas buenas. Positivo, porque aumentó la afición. Y, gracias a Dios, raro porque coincidieron situaciones que no se daban en años y que va a ser muy difícil que se repitan.
Brillante, positivo y raro 2025
Ricardo Díaz-Manresa
Como la temporada de Morante, tremenda y milagrosa. Cambio tremendo y continuado. No ha habido un caso como éste en mucho tiempo. Le salió bordada pese al percance de Pontevedra.
Y dentro de esa temporada, la primera salida a hombros de Las Ventas, con más aficionados en la plaza que nunca. Y jóvenes en cantidad. Insólito. Nueva era. Llevado a hombros por la calle de Alcalá, lo que no se recordaba. Y no hasta el hotel porque la policía lo impidió. Saludos después a la masa desde la terraza de su habitación del hotel.
Pues todo superado por su segunda salida a hombros. Nunca he visto el ruedo tan lleno acompañando a un torero. Y otra vez mayoría de jóvenes.
Y es que los jóvenes han sido los protagonistas de la temporada. Más que nunca en la plaza y aparecidos tantos y tan de golpe. Tremendamente positivo para el espectáculo. De seguir la tendencia, habrá un futuro asegurado y puede que espectacular.
Y como consecuencia, y gracias a este empujón de jóvenes, mejores entradas en los tendidos que en años anteriores.
Y la explosión de la tele pública. Más festejos que nunca y en abierto. Telemadrid dio el bombazo en San Isidro y transmitió entera la feria. Por primera vez lo hacía una cadena pública, aunque después en Otoño no aunque se taparon con la última corrida de Morante. También Canal Sur dio el do de pecho y pudimos ver algunos festejos de la de abril y las tres de San Miguel. Todo beneficioso y muy positivo para el espectáculo y su futuro. Y con la plaza casi siempre llena y muchos NHB. Otro dato que certifica que hay público para los tendidos y para la butaca del salón.
Ha habido muchas más cosas, no todas positivas, es lógico, que recordaremos en otros artículo porque la temporada no ha podido estar más llena de acontecimientos.
Pero entre Morante, sus dos salidas a hombros en Madrid, el aluvión de nuevos espectadores jóvenes, mucha afluencia en los tendidos y la tele pública dando toros sin parar, se ha configurado un 2025 increíble e histórico.
Lo de Morante, con cambio tan tremendo y espectacular, increíble.
Lo de los jóvenes, inesperado y grandioso, ni soñado.
Lo de la televisión pública ofreciendo muchos festejos de calidad y en abierto (o sea, gratis) tremendo para el futuro del espectáculo.
Es muy difícil que se den tantas situaciones positivas juntas y que no se podían prever, que aparecieron como milagros individuales, y que juntas crearon este 2025 brillante, positivo y raro.
Por muchas vueltas que le demos, ¿hubo alguien que esperara en marzo este desarrollo de la temporada por mucha imaginación que tuviera?. Pues sigamos soñando para ver qué pasa en la 2026. Toda una incógnita.

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