
'..Esta humilde crónica se la dedico al gran D. Luis Plá Ventura, gran escritor con el que pude compartir tan grandes momentos, gracias a ti y a tu libro pude conocer mucho mejor la obra del malogrado Facundo Cabral. Con qué grandeza y sencillez nos contaba las cosas de la vida. Cada mañana es una buena noticia... Para ti Luis no habrá más mañanas pero tus letras, tu bondad y tu alegría permanecerán para siempre..'
Román se acerca a la gloria
Por J.L. García Losada - España
Opinión y Toros / Madrid, 11 Octubre 2025
Toros de Victorino Martín , bien presentados bravos en el caballo y encastados en distintas versiones destacando el tercero por su bravura y nobleza,
Encabezaba el cartel David Galván, el cual casi quedó inédito, el viento hizo de las suyas y al salir de la segunda serie sufrió una tremenda voltereta que le llevó a la enfermería de la que ya no pudo salir.
La tarde quedó en manos de Román y Ginés Marín. Se corrió turno y Ginés demostró que, aunque no esté acostumbrado a matar este encaste no está exento de ese valor y profesionalidad para sacar partido de estos astados tan complicados, este tercero le exigió mucho y él estuvo a la altura, dejando buenos momentos por ambos pitones, mató mal y eso le restó de recoger una ovación más cerrada. En sus otros dos toros tuvo muy pocas opciones pues llegaron muy parados y con mucho peligro al último tercio. Ginés no cejó en su empeño de cosechar un premio mayor y eso se valora siempre, puede irse con la cabeza alta el extremeño.
Román, como otras muchas veces, se quedó muy cerca de abrir la puerta grande. brindó su primero a su paisano Enrique Ponce y a buen seguro que el maestro de Chiva se sintió muy orgulloso pues ante el toro más noble y poderoso de la tarde le recitó series de una categoría superior, embarcando la embestida por la pala del pitón y tirando de él con mucha clase para quedarse colocado y ligar los pases en una sinfonía perfecta. El final no se si en homenaje a su paisano fue por ayudados por bajo de una torería y esencia que elevaron la obra aún más. La espada quedó un poco baja y rebajó el premio a una oreja de mucho peso. Tenía la puerta grande entreabierta y como en otras ocasiones se quedó con la miel en los labios. En el quinto, un toro muy exigente y con muchas teclas que tocar, planteó una de esas faenas a sangre y fuego donde cada pase era un uy o un susto en el cual no se sabía si iría al hule o pasaría con la cabeza por las nubes, aguantó dos parones de esos que hielan la sangre y el público respondió como sólo lo hace Madrid. Ahora faltaba rubricarlo con la espada. Lamentablemente la espada hizo guardia y todo ese esfuerzo quedó en una gran ovación.
Gran tarde de toros en la que los aficionados se fueron con muchas cosas para recordar y sabiendo que ante estos toros bromas ninguna y grandeza la máxima para los matadores que se apuntan a torear a los de la A coronada.
Esta humilde crónica se la dedico al gran D. Luis Plá Ventura, gran escritor con el que pude compartir tan grandes momentos, gracias a ti y a tu libro pude conocer mucho mejor la obra del malogrado Facundo Cabral. Con qué grandeza y sencillez nos contaba las cosas de la vida. Cada mañana es una buena noticia... Para ti Luis no habrá más mañanas pero tus letras, tu bondad y tu alegría permanecerán para siempre.
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