la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 21 de octubre de 2025

Parada de los monstruos / por Ignacio Ruiz Quintano

La Piquer

'..Los mugrillas de la industria aprovechan el parón de selecciones para relanzar la parada de los monstruos, ese juego español de tirarle boñigas mediáticas a Vinicius, que no para, el hombre, de ser Vinicius, y eso es lo que tiene fuera de sí a la barbarie ibérica..'

Parada de los monstruos

Ignacio Ruiz Quintano / Abc
Los mugrillas de la industria aprovechan el parón de selecciones para relanzar la parada de los monstruos, ese juego español de tirarle boñigas mediáticas a Vinicius, que no para, el hombre, de ser Vinicius, y eso es lo que tiene fuera de sí a la barbarie ibérica.

La flotilla boga ahora en campaña por Rodrygo, que tiene toda la pinta de no saber que en España, país de la envidia, todo elogio se hace siempre contra alguien, que en su caso es Vinicius. El pobre Rodrygo, por el que nadie puso cien kilos en la mesa este verano, se deja llevar: mi fichaje estaba hecho por el Barcelona, pero llamó el Madrid y yo lo dejé todo, como en el bolero de Los Panchos; hablé con el míster y le dije que jugaré por donde me diga, pero que mi sitio es la izquierda; puedo escribir los versos más tristes esta noche como Neruda o puedo decir los Top 10 Best Picanha Near Madrid y poner a salivar a los piperos.

La campaña es de tal categoría que, para arrearle una colleja a Vinicius, nuestro Oscar Wilde del balompié ha sacado del baúl de la Piquer¡a Güiza!, “leyenda del fútbol español”, que, si no interpretamos mal sus onomatopeyas, se confiesa madridista y dice que hay que echar del Madrid a Vinicius. ¿Por qué? No lo sabe bien, pero, ya puestos, porque a él quien le gusta es… Rodrygo. Dani “Leyenda” Güiza es de Jerez de la Frontera (donde las papas, según Rafael de Paula, se comen enteras), pero padece la incapacidad expresiva de todos los españoles, como allá por 1924 recogió el mejicano Alfonso Reyes al poner su oreja en una terraza de la madrileña calle de Alcalá: “¡Hola!” “¡Hola!” “¿Y qué?” “Pues ná.” “¿Y aquello?” “¡Toma! Pues aquello... Así, así, nada más.” “¡Hombre!” “¡Pues claro!” “Pero ¿y la cosa ésa?” “¡Vamos! ¡Quita allá!” “Es que...” “¡Quiá, hombre!” “¡Anda! ¿Y éste? ¿Qué se ha figurao?” “¡Bueno, hombre, bueno!” “¡Pues hombre!”

–No se define nada. Precisar duele. Un vago rumor de almas en limbo…

Vamos, que hay que echar a Vinicius para darle el gusto a Güiza, y que juegue Rodrygo, mientras Endrick (¡Endrick Felipe Moreira de Sousa!) agoniza en el banquillo con tosecillas como de Margarita Gautier, la Dama de las Camelias, que se sentía morir en otoño. Tenemos los mejores jugadores del mundo para grandes espacios (Vinicius, Mbappé y Endrick), y un entrenador cuyo sistema consiste en reducirlos. No hay movimiento sin un espacio vacío, decía un gran jurista que quería decir que tampoco hay derecho sin un espacio vacío.

–Magia y espacio van de la mano, no magia y tiempo. Yo, aquí en Plettemberg, en los montes junto al río Lenne, pierdo mi tiempo y gano mi espacio. El tiempo se me escapa, el espacio viene a mí y me abraza. El espacio es el paraíso; el tiempo es el infierno.

Y más: “El espacio es magia; el tiempo es encantamiento; la velocidad sólo es brujería; el tiempo transcurre, el espacio está o permanece. El movimiento eleva el espacio haciéndolo contenedor vacío de su acontecimiento”.

Son ideas alemanas, y Alonso, que tiene una carrera de un par de años en Alemania, podría haberlas interiorizado, aunque sólo fuera para “debatirlas” en el Clásico con Flick, a quien tememos (¡a esto hemos llegado!) más que a un nublado, y con razón, si vas a llevar la defensa al medio campo para, una vez allí, ponerse a masticar el balón (cuero, después de todo) como un viejo chupa una corteza, espectáculo que se vuelve insufrible. ¿No era el infierno la imposibilidad de extenderse? Para los equipos vale la distinción establecida por la antropología para los pueblos: equipos que se extienden amando las lejanías y equipos que temen las lejanías. El Madrid de Mourinho y el Madrid que pretende Alonso, cuando ni Huijsen es Rudiger ni Carreras es Davies, por citar a dos atletas de la velocidad.

–Tranquilidad, que el equipo está en construcción.

Lo de Nueva York que unos atribuyen a Camba y otros a Pla (“Una ciudad en obras, pero el día que se inaugure…”), aunque yo prefiero la versión castiza de Danny de Vito a Gallardón en su visita al Madrid de las zanjas: “Espero que algún día encuentren el tesoro”. Suerte a Alonso.

[Sábado, 11 de Octubre]

No hay comentarios:

Publicar un comentario