"...Joselito Adame realizó dos faenas de una plena consolidación, inmersas en su arte y su valor, lo que me ha recordar la frase de mi añorado padre: “El toreo es el grito de angustia, ahogado por el suspiro del arte”..."
Valiosa oreja para El Juli
Joselito Adame se consagra en Aguascalientes
El sevillano José Antonio “Morante de la Puebla”: Pitos y bronca.
Adiel Armando Bolio
Suerte Matador.- 2 de mayo de 2014.-
El momento que vive actualmente el matador de toros Joselito Adame no es obra de la casualidad, ha sido a base de muchos años de trabajo, de probar la miel y la hiel de una profesión tan difícil como es la de ser torero. De irse poniendo metas que ha ido cumpliendo cabalmente hasta llegar a donde ahora se encuentra como figura del toreo.
De tal suerte que lo demostrado por él la tarde de este viernes 2 de mayo de 2014 en el coso Monumental de su natal Aguascalientes, durante la octava corrida y décimo festejo del abono de la CLXXXVI Feria Nacional de San Marcos, ha sido una clara y contundente muestra de que cuando se quiere se puede y así lo ha hecho Joselito, ha querido y ha podido y, sobre todo, está teniendo la capacidad, el talento y la hombría para saber sostenerse y mantener el innegable nivel taurino que exhibe a todas luces en las plazas de toros.
Joselito Adame realizó dos faenas de una plena consolidación, inmersas en su arte y su valor, lo que me ha recordar la frase de mi añorado padre: “El toreo es el grito de angustia, ahogado por el suspiro del arte”. Así fue su quehacer este viernes. Y yo añadiría la mía: “Cuando la inteligencia humana y la irracional belleza animal se conjugan en la arena ¡surge el toreo! Arte y bravura en escena”. Así fueron los trasteos del señorón del toreo Joselito Adame.
Comentario aparte merece, Julián López “El Juli”, figura del toreo mundial, quien a base de su solvente tauromaquia fue el único del cartel en “tocar pelo”, lo que marca su profesionalismo y su respeto por el público mexicano que lo vio hacerse hombre y torero en los ruedos de nuestro país.
“Morante de la Puebla” con todo y el montaje cinematográfico que se llevó y colocó en la plaza para filmarlo, no logró nada y de la película que se tiró no habrá servido para algún motivo que se pretendía.
Así pues, ante un lleno de no hay billetes en tarde nublada y ventosa, se lidiaron seis ejemplares de la ganadería de Los Encinos, siendo bueno el tercero. El sexto también pero yendo a menos por su falta de fuerza. Los demás dejaron mucho que desear.
En el toro que abrió plaza, el andaluz JOSÉ ANTONIO “MORANTE DE LA PUEBLA ”lanceó en cinco ocasiones a la verónica de manera sensacional y remató con media que fue una pintura. Hasta ahí todo iba bien. Con la muleta empezó a base de destellos de arte como un trincherazo y pases vaciando por alto, con estética, y un desdén, para luego intentar el toreo derechista y, a “cuenta gotas”, dar uno que otro muletazo digno. El astado, soso y con la cabeza suelta, no le permitió el lucimiento. Entre protestas del público se tiró a matar para dejar cinco pinchazos y estocada honda para ser pitado.
A su segundo lo veroniqueó con exposición y cargando la suerte. Su quehacer muleteril lo prologó con ayudados por alto y por bajo rematando con el pase de pecho. Vino entonces su toreo derechista con aroma pero una mala embestida le obligó a rectificar y reponer los terrenos para ligar pocos derechazos pero si de mucho empaque. El viento también lo molestó, lo intentó por el pitón zurdo sin fortuna y volvió al diestro logrando pasajes buenos muy pero muy contados. Se dejaron venir las protestas del tendido, entró a matar para dejar dos pinchazos y media estocada tendida, siendo abroncado. En fin, nada.
El madrileño JULIÁN LÓPEZ “EL JULI” al primer astado de su lote, de nombre “Jocotillo”, después de bregarlo con atingencia, le recetó lucidos lances a la verónica, con el compás abierto y a pies juntos para rematar de forma soberbia con una media, pero quitó mejor aún por ajustadas chicuelinas. Con la sarga inició talentosamente doblándose, enseñándole la vereda al “socio” en un palmo de terreno para a continuación, a pesar del molesto viento, largar naturales y derechazos a media altura, consintiendo al encinero. Acortó la distancia el torero y con la mano izquierda logró muletazos templando y atemperando la embestida, rematando con ayudado por bajo. Más toreo derechista a media altura porque el astado era soso. En general su quehacer fue de largueza, valentía y enormes deseos por agradar. El diestro no se cansa de estar en la cara del toro y así le endilgó todavía el toreo en redondo y engarzando brillantes momentos en un palmo de terreno. Ayudados por alto y pase del desprecio para entrar a matar dejando una estocada honda y trasera para cortar una valiosa oreja.
En su segundo se mostró empeñoso con el capote. El viento soplaba con fuerza y con la pañosa, a un ejemplar débil y parado, poco le pudo hacer a pesar de la buena actitud de Julián, pisándole los terrenos, hasta arrancarle algún muletazo de consideración. Terminó de estocada honda y trasera para ser aplaudido por su esfuerzo.
El anfitrión JOSELITO ADAME en el primer ejemplar que le tocó en suerte realizó una larga cambiada de hinojos cerrado en tablas y de pie veroniqueó con arte del bueno y rematando todo con media monumental. Buena vara de José Isabel Prado seguido de un espléndido quite de oro en el centro del redondel. Con la franela, contra el viento, comenzó doblándose toreramente para dar paso a una faena vibrante, de gran emoción, por los dos pitones, gracias a la dimensión que le dio a todos y cada uno de sus muletazos, lleno de verdad y torerismo. Vino un susto que le provocó el desgarro de la taleguilla en la zona glútea y un fuerte rayón pero sin mirarse la ropa siguió haciendo el toreo auténtico por los dos perfiles, en un palmo de terreno y jugándosela en todo momento, haciendo que el público se levantara de sus asientos. Pases naturales sin mácula para acabar y mató de pinchazo al citar para recibir, otro pinchazo y una estocada desprendida dejando ir así dos orejas cuando menos, aunque su determinación y torerismo ahí quedaron lo que le fue reconocido en una más que válida vuelta al ruedo.
Y en el que cerró el festejo jugó los brazos de manera brillante en suaves lances a pies juntos. Puyazo muy bien medido de Mauro Prado para que Adame quitara de manera estupenda por señeras verónicas en los medios. El astado de poca fuerza, muy bien armado pero dejándose someter por su experimentado lidiador, tuvo en su muleta el instrumento para empezar con dos cambiados por la espalda en la boca de riego, los de pecho y un molinete, un trasteo que a la postre fue de una emoción inaudita, vibrante por donde se le quiera analizar. Ligó series primarias de derechazos de estupendo trazo y naturales de igual factura ayudándose. Le quisieron adornar la labor con un pasodoble pero Joselito respetuosamente calló a la banda porque hasta ahí no requería de la música. Vino entonces un molinete y en ese momento fue cuando la faena empezó a subir de tono e intensidad. Muletazos con su poderosa y mandona mano diestra, aguantando de verdad y metido entre los pitones. El astado ya perdía más fuerza y le iba poco a poco por lo que Adame tenía que forzarlo y provocarle las embestidas, lo que le sirvió para sacar uno a uno los derechazos pisando terrenos más que comprometidos. Hizo una pausa y entonces, ahora sí, venga la música y la banda entonó la emblemática “Pelea de Gallos”. La plaza era un clamor, estaban viendo a su torero, a la actual figura del toreo nacional. Joselito seguía metido en la cuna de los pitones, dejándose rozar con ambos pitones los muslos y la casaquilla en un alarde de dominio de la res y de la situación. Realizó el toreo en redondo entre gritos de ¡torero! y el consabido grito de ¡Viva Aguascalientes! Le descosió la taleguilla del lado izquierdo y así le pegó una vitolina para ligar más derechazos imponentes y no menos sus naturales. Vino un apremio y lo resolvió torera y oficiosamente Joselito con torero doblón. La faena estaba hecha. Adame se tiró a matar y por desgracia falló. Todo quedó una emotiva vuelta al ruedo dejando a la gente exhausta de tanta exaltación por su toreo, por la forma de jugarse la vida sin reserva y porque no queda duda alguna de que Joselito Adame es el que manda en el escalafón taurino nacional. ¡Vaya pedazo de torero!
FICHA DEL FESTEJO:
Aguascalientes. Feria Nacional de San Marcos. Octava corrida y décimo festejo del abono. Coso Monumental. Entrada: Lleno de no hay billetes en tarde nublada y ventosa. Toros de Los Encinos, siendo bueno el tercero y el sexto, éste último yendo a menos y con poca fuerza. Los demás dejaron mucho que desear. El sevillano José Antonio “Morante de la Puebla”: Pitos y bronca. El madrileño Julián López “El Juli”: Una oreja y palmas. Joselito Adame: Vuelta al ruedo y vuelta al ruedo. El banderillero Héctor Rojas se desmonteró en el sexto. Buenas varas de José Isabel Prado en el tercero y de Mauro Prado en el sexto.
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