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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 20 de agosto de 2015

¡Libertad! ¡Libertad! / Por Rafael Comino Delgado



El maestro César Rincón clamando en Bogotá por la libertad para los toros.


"...Me gustaría que esta petición de libertad se hiciera cada vez más ostensible, más frecuente y más enérgica en toda España, por todos los amantes de la misma, taurinos o no, porque hoy quieren prohibir los toros pero mañana querrán prohibir otra cosa; en su trastornada mente está incluso el prohibir a las personas..."


¡Libertad! ¡Libertad!

Me gustaría que esta petición de libertad se hiciera cada vez más ostensible, más frecuente y más enérgica en toda España, por todos los amantes de la misma, taurinos o no, porque hoy quieren prohibir los toros pero mañana querrán prohibir otra cosa.

El hombre, quiero decir el ser humano, es libre por naturaleza; en nuestro ADN va inscrita la libertad, pero la civilizada, es decir, la que termina donde empieza la de los demás. No obstante, algunos consideran que su libertad puede invadir, e incluso anular, la de los demás. Esos, que siempre han existido y existirán, cuando han logrado puestos con capacidad de decisión, es decir, de poder, han causado grandes catástrofes, grandes desastres para la humanidad. Creo que algunos están en la mente de todos, por lo que no es necesario dar nombres.

En España, muchas de estas personas han llegado recientemente a ocupar puestos muy relevantes en la sociedad y como era de esperar tratan de anular la libertad de los que no pensamos como ellos para imponer su voluntad por las buenas o por las malas, entre otros aspectos, en la Fiesta de los Toros. Sin embargo, me congratula ver cómo en los últimos días se están alzando voces en contra de estos déspotas pidiendo ¡Libertad!

El maestro Sebastián Castella publicó hace poco una carta en Aplausos pidiendo unión entre los taurinos para demandar libertad; en los respectivos brindis a su Majestad el Rey Juan Carlos I de España, el pasado día 13 en San Sebastián, los tres matadores, de alguna forma, también pidieron ¡Libertad! En muchas plazas de toros se oye, cada vez con más frecuencia por parte de los espectadores gritar la palabra ¡Libertad!

Algo tan simple pero tan difícil de conseguir y más aún de conservar como la libertad, tenemos que pedirla a gritos en el siglo XXI ya avanzado, porque algunos trastornados no comprenden, o no quieren comprender, que su libertad termina donde empieza la de los demás y que si ellos la tienen para no ir a una plaza de toros, nosotros la tenemos para poder ir.

Me gustaría que esta petición de libertad se hiciera cada vez más ostensible, más frecuente y más enérgica en toda España, por todos los amantes de la misma, taurinos o no, porque hoy quieren prohibir los toros pero mañana querrán prohibir otra cosa; en su trastornada mente está incluso el prohibir a las personas. Y también me gustaría que a este tipo de políticos no se les diera jamás ni un solo voto, al contrario, lo que hay que hacer es echarles de la política con la fuerza de nuestros votos, de los votos de las personas que quieren ser libres pero respetando a los que piensan diferente.

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