No vamos a hablar de como el progresismo se extiende en el mundo, pues bastante tenemos con limitarnos a nuestra España, donde los lideres de la izquierda radical, única izquierda que queda, pues la socialdemocracia prácticamente no existe, constantemente están hablando de “progresismo”, de “gobierno progresista”. Se les llena la boca con estas palabras. Como decíamos, ahora, en nuestro suelo patrio la única izquierda es una izquierda extrema, muy radicalizada, y cada día más, autodenominada progresista, que nos está llevando al caos, al desastre económico, político y social; esperemos que no nos lleve, como ya hiciera en 1936, a una guerra fratricida, aunque si no lo consigue no será por falta de ganas. Realmente al gobierno socialcomunista que tenemos lo que le gustaría es establecer aquí una dictadura como en Cuba, Venezuela o Corea del Norte, por citar algunos ejemplos, y en ello pone todo su empeño, aliada con separatistas, golpistas y proterroristas.
En realidad consideran el progresismo como una religión atea, sin Dios -para así poder ser dioses sus lideres- que están imponiéndonos por las buenas o por las malas (pues el que no se confiesa progre es señalado y marcado como un ser inferior a eliminar), de forma dictatorial, basándose en la compra ( otros amedrentados) de los medios de comunicación o mafia mediática, de los sindicatos y organizaciones empresariales. Aquí en España teníamos una democracia aceptable, pero primero Zapatero, también conocido por el “Bobo solemne” y ahora Pedro Sánchez, “El Mentiras”, la han ido transformando en una dictadura de hecho pues, entre otras cosas, no hay separación de poderes, y muchas organizaciones que deberían contrapesar al gobierno están compradas con nuestros impuestos.
Y los mandamiento de esa religión atea son: a)Imponer la mentira como si fuera verdad. El sabio Cicerón decía, “Así como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad”. Pues nuestro gobierno progresista, liderado por el doctor cum fraude, aprueba la mentira y quiere que la tomemos por verdad, pero por ley; es decir, ellos establecerán lo que es verdad y lo que no, y después nos lo imponen con una ley; ¡de vergüenza! El paso siguiente será establecer, por ley, lo que debemos pensar, y el que no piense lo que ellos deseen irá a la cárcel; b) Abolir la libertad de la persona. Sin darnos cuenta, nos han ido recortando libertades y actualmente casi toda nuestra vida la controla el gobierno); c) Manipular el lenguaje para que las palabras signifiquen lo que no significan, que es típico del marxismo; d) Reescribir la historia de tal manera que en ella se diga lo que ellos quieren que se diga no lo que ocurrió, tratando de convertir así sus deseos, sus ideas, en la realidades; e) Abolir por ley las diferencias anatómicas, fisiológicas y psicológicas entre hombre y mujer de tal manera que se pueda ser hombre o mujer cuando a uno le parezca. Como puede deducirse no tienen inconveniente, incluso, en modificar la naturaleza, claro que solo de palabra, porque la naturaleza es como es y punto. Pero imbéciles hay en todas partes, pues en Suecia, uno de los países más avanzados del mundo, llevan años debatiendo sobre obligar por ley a los hombres a orinar sentados, para que no haya diferencias con las mujeres. Esperemos que no les obliguen por ley a tener la menstruación. De los progresistas se pude esperar cualquier cosa. f) Enriquecerse desde la política, o sus aledaños, lo más posible y lo más rápidamente posible. Solo tenemos que ver lo que está pasando en España con los que llegan a la política sin un euro y a los pocos años son millonarios. Hace unos días leía que la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha multiplicado su patrimonio por 92 desde que llegó al parlamento. A su pareja, Pablo Iglesias, al Sr. Ábalos, al Sr. Monedero, por poner algunos ejemplos, también les ha ido muy bien económicamente, según se dice. Y así podríamos citar muchos nombres más; g) Conseguir que la gente no tenga una buena formación, que sea casi analfabeta, para así poder engañarle más fácilmente. Por eso la enseñanza en España es tan mala, tal como demuestra repetidamente el informe Pisa. Para eso la ley de Educación, hecha por este gobierno socialcomunista, pasa de curso sin aprobar las asignaturas, y exige muy poco a los alumnos. Tratan de borrar de sus mentes que para conseguir algo bueno hace falta esforzarse, y así serán más dependientes del papá Estado; h) El último y básico mandamiento es un odio infinito al que no piense como ellos y no se pliegue a sus dictados.
Si Sánchez y su banda siguen mucho tiempo en la Moncloa esta religión atea, llamada progresismo se implantará definitivamente en España, y una vez implantada librarse de ella no va a ser nada fácil. Luego será tarde para protestar, y todos seremos culpables por no habernos levantado contra esta tiranía.
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